Oda aquí va otra...
No me siento orgulloso, pero aquí va. Tenía yo unos 25 años.
Le había alquilado mi apartamento a mi mejor amigo de toda la vida (y que todavía lo es). Al principio todo bien, pero la cosa se puso fea cuando el hombre acumuló cuatro meses de arriendo sin pagar. La cuenta ya iba como en cinco barras, porque a mí me tocaba pagar los servicios también.
Un día ya no aguanté y me le marié al compadre ahí mismo en el apartamento. Le di una semana para que desocupara y le solté que le iba a decomisar unas vainas por la plata. En fin, formé un mondaquero de aquellos.
Y aquí viene el detalle clave: la mujer de él estaba en batica de dormir, porque yo me les metí temprano... y yo, sin querer queriendo, me quedé viéndola. Fue evidente el morbo, ahí quedó la cosa sembrada.
Al día siguiente, ¡ella me llama! Me dice que vaya al apartamento, "ojalá tipo 2pm". Llegué y la encontré sola. Me soltó una historia trágica que casi lloro

, pero en resumen era esto: ella se iba pal pueblo y planeaba llevarse el televisor, la lavadora y todo lo que pudiera a escondidas de mi amigo. Que se iba a separar y no aguantaba más necesidades con el man.
Su propuesta era que yo la ayudara a sacar sus cosas. ¿Qué ganaba yo? Que el apto quedaría desocupado y yo no perdería más plata.
Yo,tratando de ser buen amigo, le dije: "Mira, me parece buena idea, pero aquí yo gano a medias. Y a pesar de todo, no le voy a hacer eso a mi compadre".
Hasta que la hembra sacó su artillería pesada. Me dijo que ella "estaba dispuesta a todo" y me quedó mirando la verga fijo. Yo me hice el mar***: "No entendí, habla claro". Y ella, sin rodeos: "Que soy capaz de darte hasta el chiquito, que no se lo he dado a nadie".
Para no alargar el cuento, le di una tubera a la vieja. No sé si era mentira que nunca había dado el asterisco, pero a la vieja no le quería entrar la verga ni por el susto. Le eché medio tarro de KG Gel, y cuando por fin se la metí toda, ¡la vieja se cagó!
Aquí se arruinó la vaina. No pude terminar el segundo talco, y a la pobre le tocó hacerme la paja después de que se limpio y limpió la cama.
La cagada monumental es que, después de todo eso, ¡ella volvió con mi amigo! Y volvieron y llevan como 12 años juntos. Hoy día, no soy capaz de ir a la casa de la vieja, y cuando coincidimos, del saludo no pasamos. La vuelta de la vida, compadre.