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RECONOCIDO
Hola compañeros,
Me encontraba una mañana de visita en Tuluá y le pedí el favor a un mototaxista que me llevara a un sitio donde pudiera encontrar trabajadoras sexuales. Él me llevó a la plaza de Boyacá (para los que no conocen, al final coloqué la ubicación en Google Maps tanto de la plaza como de la residencia donde atienden las chicas).
Estando allí me di una vuelta por la plaza. Vi varias mujeres. Algo que me pareció curioso fue ver que ellas venden boleticas. Supongo que de esa manera camuflan el verdadero negocio, o sencillamente es lo que utilizan para ser reconocidas.
Ellas cobran $20.000 más $5.000 de la habitación. Sin embargo lo pueden dejar en $20.000 ($15.000 para ellas, más los $5.000 de la habitación).
En cuanto a belleza física de las chicas, son muy normalitas. Así que si lo que se busca es estar con una belleza de mujer, este no es el sitio indicado. Pero si se es descomplicado y además se cuenta con bajo presupuesto, o simplemente se desea experimentar algo nuevo, este sitio viene bien.
Finalmente me decidí por una mujer de aproximadamente 35 años de edad, piel blanca y cabello negro. Cuerpo normal (ni flaca ni gorda).
Le pagué los $25.000 y le pregunté por el tiempo, a lo cual me respondió que hasta que me viniera, lo cual me pareció bastante bien.
La seguí hasta la residencia, la cual queda a tan solo media cuadra de la plaza. Ya en la habitación le pregunté que si allí a uno le tocaban a la puerta, a lo cual me respondió que no, lo que me confirmó de que realmente es hasta que me viniera, sin afanes. Cuando ella se desnudó pude observar sus senos, los cuales me parecieron muy lindos, así que le pedí el favor de que se diera una ducha pues quería besárselos. Ella accedió aunque me aclaró que yo era su primer cliente del día. La verdad me deleité besándole los senos, son tal como me gustan, ni grandes ni pequeños, término medio, naturales y paraditos. A continuación ella me cogió el pene, me masturbó un rato y luego se lo llevó a la boca. Me sorprendió que no pusiera el condón antes, lo cual me asustó, pero me pudo más la tentación así que me dejé practicar el oral al natural, mientras tanto yo la masturbaba a ella. Posteriormente me puso el condón y la penetré ella acostada de espaldas. Así estuve un buen rato. Finalmente terminé con ella en cuatro.
De esta experiencia destaco lo económico y que se puede tener sexo sin afanes. También lo del oral al natural, aunque a la próxima no me arriesgo, me imagino a cuántos se lo hacen así.
Al cabo de aproximadamente un mes regresé, pero en esa ocasión no vi ninguna que me motivara a tener relaciones. Espero en una próxima ocasión encontrar alguna que me motive, o de lo contrario pediré solo un oral y ojalá la chica se lo deje echar en la cara.
Plaza de Boyacá:
www.google.com.co
Residencias:
www.google.com.co
Me encontraba una mañana de visita en Tuluá y le pedí el favor a un mototaxista que me llevara a un sitio donde pudiera encontrar trabajadoras sexuales. Él me llevó a la plaza de Boyacá (para los que no conocen, al final coloqué la ubicación en Google Maps tanto de la plaza como de la residencia donde atienden las chicas).
Estando allí me di una vuelta por la plaza. Vi varias mujeres. Algo que me pareció curioso fue ver que ellas venden boleticas. Supongo que de esa manera camuflan el verdadero negocio, o sencillamente es lo que utilizan para ser reconocidas.
Ellas cobran $20.000 más $5.000 de la habitación. Sin embargo lo pueden dejar en $20.000 ($15.000 para ellas, más los $5.000 de la habitación).
En cuanto a belleza física de las chicas, son muy normalitas. Así que si lo que se busca es estar con una belleza de mujer, este no es el sitio indicado. Pero si se es descomplicado y además se cuenta con bajo presupuesto, o simplemente se desea experimentar algo nuevo, este sitio viene bien.
Finalmente me decidí por una mujer de aproximadamente 35 años de edad, piel blanca y cabello negro. Cuerpo normal (ni flaca ni gorda).
Le pagué los $25.000 y le pregunté por el tiempo, a lo cual me respondió que hasta que me viniera, lo cual me pareció bastante bien.
La seguí hasta la residencia, la cual queda a tan solo media cuadra de la plaza. Ya en la habitación le pregunté que si allí a uno le tocaban a la puerta, a lo cual me respondió que no, lo que me confirmó de que realmente es hasta que me viniera, sin afanes. Cuando ella se desnudó pude observar sus senos, los cuales me parecieron muy lindos, así que le pedí el favor de que se diera una ducha pues quería besárselos. Ella accedió aunque me aclaró que yo era su primer cliente del día. La verdad me deleité besándole los senos, son tal como me gustan, ni grandes ni pequeños, término medio, naturales y paraditos. A continuación ella me cogió el pene, me masturbó un rato y luego se lo llevó a la boca. Me sorprendió que no pusiera el condón antes, lo cual me asustó, pero me pudo más la tentación así que me dejé practicar el oral al natural, mientras tanto yo la masturbaba a ella. Posteriormente me puso el condón y la penetré ella acostada de espaldas. Así estuve un buen rato. Finalmente terminé con ella en cuatro.
De esta experiencia destaco lo económico y que se puede tener sexo sin afanes. También lo del oral al natural, aunque a la próxima no me arriesgo, me imagino a cuántos se lo hacen así.
Al cabo de aproximadamente un mes regresé, pero en esa ocasión no vi ninguna que me motivara a tener relaciones. Espero en una próxima ocasión encontrar alguna que me motive, o de lo contrario pediré solo un oral y ojalá la chica se lo deje echar en la cara.
Plaza de Boyacá:
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