Siento muy apagado el foro en cuanto a experiencias se refiere, así que me gustaría que compartamos esos momentos que llegaron a pasar con una sexoservidora y, fuese por x o y razón pasaron vergüenza.
Por mi parte fue con mi primera escort, aunque debo confesar que jamás llegué a pensar que mi incursión en este mundo llegaría al grado de crearme un usuario en este foro; en fin, atravesaba una depresión debido a un mal momento que tuve con la chica que me gustaba. Nuestra "amistad" finalmente se terminó, al yo confesarle que la deseaba como mujer.
Tras una noche donde la opresión en el pecho me impedían siquiera cerrar los ojos, decidí buscar compañía. Para ese entonces ya conocía la existencia del foro, pero solo entraba esporádicamente para leer una que otra reseña.
Una vez contacté a la dama de compañía, procedí a anotar la dirección de su domicilio, tomar un baño y alistarme para partir.
En resumen, para no extenderme mas. Una vez estando en la habitación, y luego de corroborar que no era la misma del anuncio en mileroticos, decidí culminar lo iniciado porque igual por ser mi debut, el morbo estaba presente -y hasta entonces solo había tenido sexo en una ocasión-; cuando la chica procede a comenzar a despojarse de su blusa, siento que alguien golpea fuerte a la puerta de la habitación, seguido del grito de un hombre que por su tono era indudable que estaba enojado.
La chica se levanta de la cama, se acerca a mi oído, me ruega que me esconda en el baño y además aconseja no hacer ruido alguno.
Hoy a mas de cinco años de ese acontecimiento, aún siento algo de morbo al rememorarlo en mi mente.
Durante la estadía en el baño, procurando limitarme a solo respirar, logré escuchar una airada discusión entre la pareja (resultó ser el novio o esposo de la chica, que le pedía una explicación o perdón. No logré escuchar bien la razón de la inesperada visita)
Pasaban los minutos, yo permanecía de pie al lado de la puerta del baño aguardando el peor desenlace 《y si ocurre una tragedia, o, peor, si este sujeto me. . .》
Respiraba con dificultad, sentía como mi corazón saltaba en mi pecho.
No obstante, sentí como la pareja se reconciliaba, se despedía y finalmente, el tipo partía de la habitación.
Una vez sucedido esto, sentí el llamado de la chica "Ya puedes salir, cariño".
Ahora fuera del baño, aún con el corazón latiendo. Me quedé contemplando a la mujer. Por alguna extraña razón, había olvidado que no era la misma del anuncio. Ya no me importaba ello.
Por alguna extraña razón, solo me bastaba con que tuviese vagina, porque a eso había venido, quería cogerme a una mujer para poder olvidar el mal momento vivido con otra.
Ella me dice "entiendo que te hice pasar un mal momento, me siento avergonzada por hacerte pasar por ello. Solo espera unos minutos para que sea seguro irte".
Entonces yo le respondo, "por qué esperaría cinco minutos si yo vine por el tiempo completo?"
Ella me mira incrédula.
A lo que yo comienzo a desvestirme.
Ella entiende, sonríe y hace lo mismo.
Al día de hoy sigue siendo de mis relaciones sexuales mas peculiares.
¿Por qué? Simple, la mayoría en mi lugar hubiesen huido una vez tuvieran la oportunidad.
Por mi parte fue con mi primera escort, aunque debo confesar que jamás llegué a pensar que mi incursión en este mundo llegaría al grado de crearme un usuario en este foro; en fin, atravesaba una depresión debido a un mal momento que tuve con la chica que me gustaba. Nuestra "amistad" finalmente se terminó, al yo confesarle que la deseaba como mujer.
Tras una noche donde la opresión en el pecho me impedían siquiera cerrar los ojos, decidí buscar compañía. Para ese entonces ya conocía la existencia del foro, pero solo entraba esporádicamente para leer una que otra reseña.
Una vez contacté a la dama de compañía, procedí a anotar la dirección de su domicilio, tomar un baño y alistarme para partir.
En resumen, para no extenderme mas. Una vez estando en la habitación, y luego de corroborar que no era la misma del anuncio en mileroticos, decidí culminar lo iniciado porque igual por ser mi debut, el morbo estaba presente -y hasta entonces solo había tenido sexo en una ocasión-; cuando la chica procede a comenzar a despojarse de su blusa, siento que alguien golpea fuerte a la puerta de la habitación, seguido del grito de un hombre que por su tono era indudable que estaba enojado.
La chica se levanta de la cama, se acerca a mi oído, me ruega que me esconda en el baño y además aconseja no hacer ruido alguno.
Hoy a mas de cinco años de ese acontecimiento, aún siento algo de morbo al rememorarlo en mi mente.
Durante la estadía en el baño, procurando limitarme a solo respirar, logré escuchar una airada discusión entre la pareja (resultó ser el novio o esposo de la chica, que le pedía una explicación o perdón. No logré escuchar bien la razón de la inesperada visita)
Pasaban los minutos, yo permanecía de pie al lado de la puerta del baño aguardando el peor desenlace 《y si ocurre una tragedia, o, peor, si este sujeto me. . .》
Respiraba con dificultad, sentía como mi corazón saltaba en mi pecho.
No obstante, sentí como la pareja se reconciliaba, se despedía y finalmente, el tipo partía de la habitación.
Una vez sucedido esto, sentí el llamado de la chica "Ya puedes salir, cariño".
Ahora fuera del baño, aún con el corazón latiendo. Me quedé contemplando a la mujer. Por alguna extraña razón, había olvidado que no era la misma del anuncio. Ya no me importaba ello.
Por alguna extraña razón, solo me bastaba con que tuviese vagina, porque a eso había venido, quería cogerme a una mujer para poder olvidar el mal momento vivido con otra.
Ella me dice "entiendo que te hice pasar un mal momento, me siento avergonzada por hacerte pasar por ello. Solo espera unos minutos para que sea seguro irte".
Entonces yo le respondo, "por qué esperaría cinco minutos si yo vine por el tiempo completo?"
Ella me mira incrédula.
A lo que yo comienzo a desvestirme.
Ella entiende, sonríe y hace lo mismo.
Al día de hoy sigue siendo de mis relaciones sexuales mas peculiares.
¿Por qué? Simple, la mayoría en mi lugar hubiesen huido una vez tuvieran la oportunidad.