AndyRod
Esto me pasó hace más de un año, es un tema superado después de tomar unas medidas medio drásticas que más adelante les contaré, y quiero contarles esto porque es un tema que a lo mejor lo ha pasado a otros y tal vez se identifiquen, además fue algo que no quería que me pasara, yo tenía las cosas muy claras pero no sé qué me pasó. Bueno, aquí va lo que les quiero contar:
Todo empieza hace unos 4 años, me metí a una de estas páginas donde se anuncian las prepagos, en esa ocasión estaba buscando una mujer con algunos aspectos físicos en específico y la encontré, las fotos no parecían falsas, era un reservado porque con el mismo número aparecían más chicas y las fotos de todas eran en el mismo lugar, entonces llamé, pregunté por esta chica que me llamó la atención, me dicen que sí estaba disponible y les dije que en una hora llegaba al sitio en cuestión.
Llegué y la vi, era la prepago más bonita que había conocido en mi vida de putero: cara hermosa, ojos claros, pelo oscuro, piel blanca, cuerpo casi perfecto tipo reina de belleza, ni voluptuosa ni flaca, todo proporcional a sus 1.70 que más o menos creo es su estatura, es altica y toda natural, en esa época ella tenía 29 años pero parecía una universitaria, sin hijos, de esas mujeres que no da pena que te vean con ella en la calle, me hubiera gustado conocerla en otro tipo de situación, no como prepago, pero bueno, ya estaba allá, yo sabía a lo que iba así que una horita de faena y chaolín.
Se le notaba la timidez, como si no llevara mucho en el negocio, no era de esas prepagos que proponen y son entregadas, ella accedía a todo pero no proponía nada, pero no porque prestara un mal servicio sino por la timidez, aunque a pesar de lo apenada le gustaba hablar y contar sobre algunas de sus cosas personales. El caso es que no salí tan satisfecho de esa casa pero unas semanas después la volví a buscar porque pensé que la timidez se le quitaba de a poco si nos veíamos más veces y además, como les conté anteriormente, era una mujer hermosa y quería volver a tener sexo con ella.
Y así fue, la visité una segunda vez, una tercera, una cuarta, ya no pagaba una hora sino hora y media y efectivamente ella me tomó más confianza y se soltó más, ya era más entregada, ya proponía cosas a la hora del sexo, pero no era sexo salvaje, era un sexo como si ella estuviera con ese amigo que le gusta pero que no tienen nada formal, y a mí me gustaba que nuestros encuentros fueran de esa manera y yo siempre clarito que era su cliente y ya, de hecho nos veíamos una vez cada dos meses más o menos, tampoco es que me la pasara en esa casa metido.
Entonces después de un tiempo ella armó chuzo aparte y puso su propio reservado, me dijo que ya no iba a trabajar más, que solo iba a administrar su negocio pero que igual podíamos seguir viéndonos bajo las condiciones de siempre que porque yo era su cliente VIP y me iba a seguir dando servicios, cosa que seguramente también le habrá dicho a otros clientes frecuentes, pero bueno, era algo que me tenía sin cuidado y pues iba a aprovechar ese trato VIP y hasta ese momento yo clarito que solo era un cliente y ya, nunca la había invitado a salir a nada, ni a motel o residencia, nunca le pedí su número privado o redes sociales ni nada, los encuentros siempre fueron en su sitio y la comunicación fue a través del número que ella publicaba en las páginas de prepagos.
Y llegó el momento que ella decidió retirarse del todo del negocio y se fue a la ciudad donde estaban sus padres, no sin antes darme su número personal y decirme que si nos podíamos seguir viendo, que ella igual iba a volver cada cierto tiempo, y le dije que sí, que me avisara, y a los 3 meses me escribe, me dice que está de vuelta por un tiempo y que quería que nos viéramos, le dije que de una, y yo la traté igual que siempre, como su cliente, así que la recogí, nos fuimos a motel y volvimos a tener una de nuestras acostumbradas faenas, la llevé a su casa, le pagué normal como siempre y chao.
Y así fue pasando cada que volvía a la ciudad nos veíamos siempre para lo mismo, pero ya eran encuentros de 2 o 3 horas, ya no solo era sexo sino que hablábamos de muchas cosas, nos arrunchábamos, nos acariciábamos, nos reíamos, eran encuentros muy bacanos porque yo nunca le hablaba para saludarla en un día normal ni para nada, yo solo le hablaba para vernos cuando sabía que estaba en la ciudad y esperaba paciente a que ella me escribiera para avisarme que iba a volver. Yo no quería que las cosas cambiaran a pesar que ella es una mujer muy atractiva y que no me daría pena ir con ella a un restaurante, o a cine, a algún paseo de domingo, etc, yo quería que nuestros encuentros fueran en el motel y ya, que esas 2 o 3 horas fueran nuestro momento y que luego cada uno siguiera con su vida.
Pero las cosas poco a poco empezaron a cambiar, como ya tenía su Whatsapp y sus redes personales, empecé a enterarme un poco más de su vida personal, entre esas cosas empecé a enterarme sobre su vida amorosa y ya veía sus fotos, videos y demás con su novio, veía lo felices que eran y todo eso empezó a afectarme un poco, me estaba empezando a pasar justo lo que no quería en mi vida de putero, que me empezara a gustar una prepago, o bueno, en este caso una ex prepago, ella no me había dado ni un solo indicio de que yo le gustara, para mí ella me buscaba porque le daba plata a cambio de sexo y un rato agradable, aunque una vez le pregunté por pura curiosidad que si seguía viéndose con algún ex cliente y me juró por los papás que no, que de esa época de prepago yo era el único con el que se veía y pues después de tanto tiempo viéndola y sabiendo un poco de su vida personal y su forma de ser, sentí que me estaba diciendo la verdad. Igual yo seguía seguro que yo no le gustaba a ella sino que todo era por plata, así se viera solo conmigo, supuestamente.
El caso es que ya me estaba empezando a gustar más, ya la empezaba a extrañar cuando se iba, me la pasaba pendiente a ver si publicaba algo, una foto o cualquier cosa para verla, me metía a sus redes a ver sus fotos y a recordarla y me estaba pasando todo lo que nunca quería que me pasara con una mujer que había conocido como prepago, así que tomé la decisión que la próxima vez que la viera iba a ser la última y como quería que fuera una bonita despedida, le dije que sacara tiempo para una amanecida porque íbamos a ir a un sitio mucho mejor, así que saqué una habitación en un muy buen hotel en piso alto con una muy bonita vista a la ciudad.
Lo primero que hice cuando entramos a la habitación y nos pusimos cómodos fue contarle por qué estábamos ahí, le dije que no nos íbamos a ver más porque me gustaba mucho como mujer pero que nuestras vidas eran por aparte y no quería llegar al punto de enamorarme de una mujer con la que iba a ser muy difícil estar, ella también me confesó que desde hace un tiempo yo también le gustaba y por eso siempre quiso verme cada que venía, que de todos los hombres que le tocó conocer yo había sido el más caballero de todos, el que mejor la trató y que eso ella lo valoraba mucho, y eso que nunca le di un regalo material ni plata de más, hasta esa noche solo habían sido encuentros en su sitio o en moteles para tener sexo y ya. Hablamos de muchas cosas, la pasamos bien, por primera vez bebimos alcohol, nos prendimos, tuvimos sexo como nunca antes, nos dormimos, al día siguiente nos levantamos tarde, la invité a almorzar, la dejé en su casa y hasta el sol de hoy no la he vuelto a ver.
Como común acuerdo decidimos que lo mejor era dejarnos de seguir en redes y eliminar los números de nuestros teléfonos, a nosotros nos gustaba estar juntos y pasar esos momentos de pasión, risas y demás pero ambos sabíamos que no podíamos meterle sentimientos a eso y tuvimos la suficiente madurez para saber que estábamos tomando la mejor decisión antes de que la situación se nos saliera de las manos.
Nunca le he contado esto a nadie, lo estoy haciendo por primera vez a ustedes, quería desahogarme. Como dije al principio a esa mujer hubiera preferido conocerla en otro tipo de situación y no como prepago, pero bueno, me tocó conocerla de esa manera, ni modo. Disculpen lo largo del relato, igual gracias si lo leyeron todo. Yo estoy seguro que acá hay un montón de historias diferentes de clientes que se enamoran de las prepagos o viceversa. Ella sabía de la existencia de este foro, me imagino que no ha vuelto a entrar. Si por cosas de la vida ella llega a leer esto, va a saber quién soy por todas las cosas que conté y quiero que sepa que la quiero volver a ver, jajaja no mentiras, mejor dejemos así.
Todo empieza hace unos 4 años, me metí a una de estas páginas donde se anuncian las prepagos, en esa ocasión estaba buscando una mujer con algunos aspectos físicos en específico y la encontré, las fotos no parecían falsas, era un reservado porque con el mismo número aparecían más chicas y las fotos de todas eran en el mismo lugar, entonces llamé, pregunté por esta chica que me llamó la atención, me dicen que sí estaba disponible y les dije que en una hora llegaba al sitio en cuestión.
Llegué y la vi, era la prepago más bonita que había conocido en mi vida de putero: cara hermosa, ojos claros, pelo oscuro, piel blanca, cuerpo casi perfecto tipo reina de belleza, ni voluptuosa ni flaca, todo proporcional a sus 1.70 que más o menos creo es su estatura, es altica y toda natural, en esa época ella tenía 29 años pero parecía una universitaria, sin hijos, de esas mujeres que no da pena que te vean con ella en la calle, me hubiera gustado conocerla en otro tipo de situación, no como prepago, pero bueno, ya estaba allá, yo sabía a lo que iba así que una horita de faena y chaolín.
Se le notaba la timidez, como si no llevara mucho en el negocio, no era de esas prepagos que proponen y son entregadas, ella accedía a todo pero no proponía nada, pero no porque prestara un mal servicio sino por la timidez, aunque a pesar de lo apenada le gustaba hablar y contar sobre algunas de sus cosas personales. El caso es que no salí tan satisfecho de esa casa pero unas semanas después la volví a buscar porque pensé que la timidez se le quitaba de a poco si nos veíamos más veces y además, como les conté anteriormente, era una mujer hermosa y quería volver a tener sexo con ella.
Y así fue, la visité una segunda vez, una tercera, una cuarta, ya no pagaba una hora sino hora y media y efectivamente ella me tomó más confianza y se soltó más, ya era más entregada, ya proponía cosas a la hora del sexo, pero no era sexo salvaje, era un sexo como si ella estuviera con ese amigo que le gusta pero que no tienen nada formal, y a mí me gustaba que nuestros encuentros fueran de esa manera y yo siempre clarito que era su cliente y ya, de hecho nos veíamos una vez cada dos meses más o menos, tampoco es que me la pasara en esa casa metido.
Entonces después de un tiempo ella armó chuzo aparte y puso su propio reservado, me dijo que ya no iba a trabajar más, que solo iba a administrar su negocio pero que igual podíamos seguir viéndonos bajo las condiciones de siempre que porque yo era su cliente VIP y me iba a seguir dando servicios, cosa que seguramente también le habrá dicho a otros clientes frecuentes, pero bueno, era algo que me tenía sin cuidado y pues iba a aprovechar ese trato VIP y hasta ese momento yo clarito que solo era un cliente y ya, nunca la había invitado a salir a nada, ni a motel o residencia, nunca le pedí su número privado o redes sociales ni nada, los encuentros siempre fueron en su sitio y la comunicación fue a través del número que ella publicaba en las páginas de prepagos.
Y llegó el momento que ella decidió retirarse del todo del negocio y se fue a la ciudad donde estaban sus padres, no sin antes darme su número personal y decirme que si nos podíamos seguir viendo, que ella igual iba a volver cada cierto tiempo, y le dije que sí, que me avisara, y a los 3 meses me escribe, me dice que está de vuelta por un tiempo y que quería que nos viéramos, le dije que de una, y yo la traté igual que siempre, como su cliente, así que la recogí, nos fuimos a motel y volvimos a tener una de nuestras acostumbradas faenas, la llevé a su casa, le pagué normal como siempre y chao.
Y así fue pasando cada que volvía a la ciudad nos veíamos siempre para lo mismo, pero ya eran encuentros de 2 o 3 horas, ya no solo era sexo sino que hablábamos de muchas cosas, nos arrunchábamos, nos acariciábamos, nos reíamos, eran encuentros muy bacanos porque yo nunca le hablaba para saludarla en un día normal ni para nada, yo solo le hablaba para vernos cuando sabía que estaba en la ciudad y esperaba paciente a que ella me escribiera para avisarme que iba a volver. Yo no quería que las cosas cambiaran a pesar que ella es una mujer muy atractiva y que no me daría pena ir con ella a un restaurante, o a cine, a algún paseo de domingo, etc, yo quería que nuestros encuentros fueran en el motel y ya, que esas 2 o 3 horas fueran nuestro momento y que luego cada uno siguiera con su vida.
Pero las cosas poco a poco empezaron a cambiar, como ya tenía su Whatsapp y sus redes personales, empecé a enterarme un poco más de su vida personal, entre esas cosas empecé a enterarme sobre su vida amorosa y ya veía sus fotos, videos y demás con su novio, veía lo felices que eran y todo eso empezó a afectarme un poco, me estaba empezando a pasar justo lo que no quería en mi vida de putero, que me empezara a gustar una prepago, o bueno, en este caso una ex prepago, ella no me había dado ni un solo indicio de que yo le gustara, para mí ella me buscaba porque le daba plata a cambio de sexo y un rato agradable, aunque una vez le pregunté por pura curiosidad que si seguía viéndose con algún ex cliente y me juró por los papás que no, que de esa época de prepago yo era el único con el que se veía y pues después de tanto tiempo viéndola y sabiendo un poco de su vida personal y su forma de ser, sentí que me estaba diciendo la verdad. Igual yo seguía seguro que yo no le gustaba a ella sino que todo era por plata, así se viera solo conmigo, supuestamente.
El caso es que ya me estaba empezando a gustar más, ya la empezaba a extrañar cuando se iba, me la pasaba pendiente a ver si publicaba algo, una foto o cualquier cosa para verla, me metía a sus redes a ver sus fotos y a recordarla y me estaba pasando todo lo que nunca quería que me pasara con una mujer que había conocido como prepago, así que tomé la decisión que la próxima vez que la viera iba a ser la última y como quería que fuera una bonita despedida, le dije que sacara tiempo para una amanecida porque íbamos a ir a un sitio mucho mejor, así que saqué una habitación en un muy buen hotel en piso alto con una muy bonita vista a la ciudad.
Lo primero que hice cuando entramos a la habitación y nos pusimos cómodos fue contarle por qué estábamos ahí, le dije que no nos íbamos a ver más porque me gustaba mucho como mujer pero que nuestras vidas eran por aparte y no quería llegar al punto de enamorarme de una mujer con la que iba a ser muy difícil estar, ella también me confesó que desde hace un tiempo yo también le gustaba y por eso siempre quiso verme cada que venía, que de todos los hombres que le tocó conocer yo había sido el más caballero de todos, el que mejor la trató y que eso ella lo valoraba mucho, y eso que nunca le di un regalo material ni plata de más, hasta esa noche solo habían sido encuentros en su sitio o en moteles para tener sexo y ya. Hablamos de muchas cosas, la pasamos bien, por primera vez bebimos alcohol, nos prendimos, tuvimos sexo como nunca antes, nos dormimos, al día siguiente nos levantamos tarde, la invité a almorzar, la dejé en su casa y hasta el sol de hoy no la he vuelto a ver.
Como común acuerdo decidimos que lo mejor era dejarnos de seguir en redes y eliminar los números de nuestros teléfonos, a nosotros nos gustaba estar juntos y pasar esos momentos de pasión, risas y demás pero ambos sabíamos que no podíamos meterle sentimientos a eso y tuvimos la suficiente madurez para saber que estábamos tomando la mejor decisión antes de que la situación se nos saliera de las manos.
Nunca le he contado esto a nadie, lo estoy haciendo por primera vez a ustedes, quería desahogarme. Como dije al principio a esa mujer hubiera preferido conocerla en otro tipo de situación y no como prepago, pero bueno, me tocó conocerla de esa manera, ni modo. Disculpen lo largo del relato, igual gracias si lo leyeron todo. Yo estoy seguro que acá hay un montón de historias diferentes de clientes que se enamoran de las prepagos o viceversa. Ella sabía de la existencia de este foro, me imagino que no ha vuelto a entrar. Si por cosas de la vida ella llega a leer esto, va a saber quién soy por todas las cosas que conté y quiero que sepa que la quiero volver a ver, jajaja no mentiras, mejor dejemos así.