BlackIEM24
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Hola compañeros, mi primera vez fue en 2016 con aquella leyenda llamada Cheyla, la veterana. Recuerdo que eran mis primeros días en el foro y explorando mileroticos. Esa fascinación por las veteranas me hizo arriesgarme e ir a donde ella estaba en un motel; creo que ese barrio es Boston, cerca de una mega tienda. Estaba un poco nervioso cuando me dijeron a qué habitación llegar. Fui caminando, toqué la puerta y me abrió esa señora en hilo. ¡Era un tremendo culón!Mi corazón latía rápido y también pensaba que me podían atrapar allí dentro, jajaja. Ella me ayudó a romper el hielo y me hizo un oral que, ufff, inevitablemente me hizo llegar en su boca, jajaja. Para el segundo polvo, fue en cuatro. Ya estaba más relajado cuando salí de ahí, pero me sentía raro, jaja, como si todo el mundo me mirara, jajaja. Desde entonces, seguí activo en el foro y probando otras prepagos. Pero seguía fascinado por las veteranas.Fue ahí donde conocí a María, la veterana. Creo que cuando apareció ella, atendía en una casa blanca en el segundo piso, cerca había una olimpica. Joda, esa señora sí que sabía chupar, jajaja. Recuerdo que cuando llegué a la casa, incluso me compré un jabón Neko para lavarme la verga. Yo decía: 'Joda, ¿y esa viejita tiene algo?', jajaja. Me preguntaba si se me iba a caer la verga o si me iba a dar algo. Jajaja, qué aventuras, después, me quedé enganchado con Salome, otra veterana una caballota tetona jaj .También recuerdo que la adrenalina estuvo en su punto más alto cuando estuve en un apartamento en el segundo piso con una prepago gordita que se hacía llamar Valentina, si mal no recuerdo ese apto si era tenebroso . Otro susto que pasé fue en esa casa por el éxito San Francisco cuando fui a un servicio con María, la veterana. Había unos tipos ahí con pinta de traquetos, tomando y con otras viejas. Cuando entré, uff, el ambiente era tenso y me quedaron mirando. Le dijeron a María: 'Uy, te van a partir, ese es el propio negro del WhatsApp'. Me ofrecieron una cerveza, pero dije que estaba bien (pensando que quizás me echaban algo) y me fui directo a la habitación donde María me atendió. Después salí directo como un tubo. Ellos aún estaban ahí, prendidos y tomando. Joda, a las aventuras a las que te lleva la arrachera, ¿verdad? Jajaja.