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El masaje tántrico desde un punto de vista práctico se propone como una experiencia multisensorial: luces, olores, sonidos, se fusionan para estimular y capturar cada aspecto de la fisicalidad, estímulos táctiles que juegan hábilmente durante el masaje alternando técnicas incisivas y toques delicados seguidos de habilidades manuales sensuales y otras meditativas, yendo a activar los chakras y las energías sutiles.
Tocar, acariciar, toques precisos, todo despacio, para prolongar la emoción al máximo y crear una intimidad más profunda. Hoy en día el sexo se hace demasiado con la cabeza y muy poco con el cuerpo. ¿Pero qué relación tiene el sexo con el amor? Según muchos sexólogos, “el sexo es amor”. Es cierto que gran parte de la emoción nace a nivel mental, pero despertar los sentimientos y aprender a disfrutarlos requiere una fuerte participación física.
El estrés diario, las prisas, incluso la atención a la técnica impiden que muchas personas se sumerjan intensamente en la experiencia del amor físico y mental, normalmente el practicante intentará sincronizar tu respiración con la suya, lentamente descubrirás la posibilidad de disolver tus barreras físicas y mentales hasta que te conviertas en un único y vibrante campo de energía.
El masaje tántrico desde un punto de vista práctico se propone como una experiencia multisensorial: luces, olores, sonidos, se fusionan para estimular y capturar cada aspecto de la fisicalidad, estímulos táctiles que juegan hábilmente durante el masaje alternando técnicas incisivas y toques delicados seguidos de habilidades manuales sensuales y otras meditativas, yendo a activar los chakras y las energías sutiles.
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