Los viernes siempre han sido días sumamente tenues y aburridos desde que tengo memoria; al menos que sea una buena lectura que me acompañe o disfrutar de una película que consiga prenderme al asiento.
El día de hoy anunciaba a ser un nuevo viernes de muchos vividos, con la diferencia de haber iniciado un libro que me mantenía distraído de la monotonía atroz del desempleado.
Pero oh, sorpresa que me cancelan temprano una deuda pendiente, y entonces el Diablillo en mi hombro hizo su aparición:
-Aprovecha, visita a Maraya. Recuerda que te recomendaron su servicio.
-Pero debo guardar para las facturas de final de mes. -Le respondí.
-Déjate de tonterías, sabes muy bien que la chica te agradó desde aquélla referencia hecha a Pinky y cerebro; la chica es simpática y tiene unas CURVAS!
-Ok, ok, tienes un argumento válido.
¡Bueno vayamos a conquistar el mundo!
Me presento al spa de Lorena tipo 4:45 PM aproximadamente e de inmediato una a una hacen su aparición las meretrices disponibles a dicha hora.
Me saludan, se presentan y una vez veo a Maraya no perdí tiempo en elegirla para el servicio a tomar.
Por tercera ocasión tomo un servicio en la misma habitación, por lo cual la sensación de creer estar en casa era mas que vívida: confort y relax al máximo.
Maraya o como la bauticé: la mujer maravilla, hizo su aparición vistiendo una lencería negra en mayas que consistía en una bata, baby doll y medias veladas; inmediatamente su aroma a pan recién horneado me cautivó y colocó en sintonía -Además de las pistas de reggaeton que colocó para entrar en ambiente-.
Yo mientras tanto la admiraba: mi quijada se había caído como pala mecánica, las palpitaciones de mi corazón retumbaban como tambor de orquesta salsera y mis suspiros ascendían exponencialmente.
Le pido acostarse porque igual había pedido una hora y suelo ser de los que gustan entrar a tono gradualmente: sin prisas, cautivando el paisaje y tomándome el tiempo óptimo para cargar el arma y descargarla contra el platillo -Ella sonríe extrañada ante tal alusión-.
Durante unos quince minutos me comentó sobre su vida, convirtiéndose en una charla amena y despreocupada. Manteniendo en todo momento ese aire amigable y enteramente casual.
Ya a este punto mi amigo del sur se hallaba mas que entusiasmado, y entonces, usando su tersa mano, Maraya admira aquéllo que a continuación degustaria.
Debí contenerme una vez iniciada la estimulación debido a lo portentoso y animado de su ritmo -a pesar de llevar protección-; sus ansías eran mas que obvias y descargaba todo su ímpetu contra mi miembro viril.
Yo solo podía concentrarme al apretar las sábanas con puños de piedra.
Tal acción de su parte no se prolongaría, ya que le pedí dejar el egoísmo y implementar el socialismo al ambos disfrutar del placer que la posición del 69 concede a ambos amantes: mi lengua deslizándose a través de toda su intimidad me perdía en un mar de lujuria y pasión.
Procede seguidamente -llevada por un impulso de éxtasis sexual- a pedir cabalgarme, entonces yo me coloco en posición para admirar a esa vaquera del oeste y exuberantes caderas; intercambiamos turnos en dicha posición. Primero ella saltando encima como poseída, sin detenerse un instante y solamente prolongando mas su euforia; finalmente yo, aguardando a penetrarla cuando sentía perder la batalla.
En dicha posición sucede algo inesperado: ambos como estabamos de entregados al placer, no medimos nuestras fuerzas; Maraya mientras me recibía, olvido que estaba casi al borde de la cama -estando a espaldas de dicho borde-. Yo la embisto fuerte levantando mi coxis a tal altura, que ella pierde por un instante el equilibrio, se tambalea a los costados y de no ser por sus reflejos hubiese terminado en el suelo.
Yo extrañado no capto a la primera, pero a los segundos ella suelta una carcajada contagiosa que no pude evitar.
Reimos fuertemente, y pasamos a la que sería la penúltima posición.
A pesar de hallarnos en una habitación a 16 grados centígrados, mi frente ya comenzaba a espeler sudor poco a poco; paso a pedirle que se acueste para que descansara un momento, al tiempo que por mi cuenta, alzando sus piernas hacía mi pecho, poder así embestirla como un potro en verano.
Ella me pregunta si me encontraba bien, que me notaba pálido, sin color.
A lo que yo, debido a la concentración solo pude responder al terminar la experiencia. Mantenía el ritmo, pero justo en ese momento me entraron esas elucubraciones depresivas que tenían semanas sin hacer su aparición:
Eres patético, treinta años y sigues soltero y recurriendo a pagar por compañía. Ridículo.
Sin embargo, en pleno acto, me serené, respiré profundo y me concentré aún mas en la musa a mis pies: Maraya es una mujer que además de encanto y simpatía, posee un no se qué, que acompaña a su fogosa sensualidad.
Entonces ella, percibiendo que no me encontraba bien, propone cambiar al doggystile; sin perder tiempo recordé que esa misma posición es la que en muchas oportunidades me ha permitido conseguir el clímax. Ella se situa, yo me pongo el cohete en órbita y comienzo a penetrarla justo y parejo. Rápidamente sentí el ya conocido cosquilleo en las piernas que va ascendiendo como una colonia de hormigas dirigiéndose a su hogar, tras un arduo día de trabajo; poco a poco, calmadamente lo logré. Me había corrido.
Caí a la cama con una sonrisa que según Maraya, estaba envuelta en un rostro algo pálido. Nuevamente me pregunta si estaba bien, que no vaya a ser que fuera a desmayarme, deseas tomar un vaso de agua?
Yo le respondí, que solo nesecitaba recuperar el aliento, que cómo era posible que una mujer tuviese tanta energía?
Linda, eres un volcán.
El resto del servicio pasamos conversando de temas variados: lecturas, películas, contamos chistes y finalmente le dije que estuviera atenta esta noche para que leyera su reseña.
Celular: 3043756765
--- Atributos Personales
1) Nombre de la Escort: Maraya
2) Estilo de Trabajo: Spa
3) Edad: 24 le calculo.
4) Color de Piel: Trigueña
5) Estatura: 1.68 cm
6) Cara: Muy bonita
7) Senos: Medianos
8) Cola: redonda, natural
--- Otros Detalles
9) Aseo personal: huele rico, se baña al final
10) Calidad del Oral: muy bueno.
11) Tarifa: 70 x 1 Hora
12) Lugar del Encuentro: Lorena spa
13) ¿Es como las Fotos?: Mejor que en las fotos
14) Calificación Final del Servicio: 12 de 10
15) Comentario General: de seguir así, Lorena spa me va a dejar en la ruina.
El día de hoy anunciaba a ser un nuevo viernes de muchos vividos, con la diferencia de haber iniciado un libro que me mantenía distraído de la monotonía atroz del desempleado.
Pero oh, sorpresa que me cancelan temprano una deuda pendiente, y entonces el Diablillo en mi hombro hizo su aparición:
-Aprovecha, visita a Maraya. Recuerda que te recomendaron su servicio.
-Pero debo guardar para las facturas de final de mes. -Le respondí.
-Déjate de tonterías, sabes muy bien que la chica te agradó desde aquélla referencia hecha a Pinky y cerebro; la chica es simpática y tiene unas CURVAS!
-Ok, ok, tienes un argumento válido.
¡Bueno vayamos a conquistar el mundo!
Me presento al spa de Lorena tipo 4:45 PM aproximadamente e de inmediato una a una hacen su aparición las meretrices disponibles a dicha hora.
Me saludan, se presentan y una vez veo a Maraya no perdí tiempo en elegirla para el servicio a tomar.
Por tercera ocasión tomo un servicio en la misma habitación, por lo cual la sensación de creer estar en casa era mas que vívida: confort y relax al máximo.
Maraya o como la bauticé: la mujer maravilla, hizo su aparición vistiendo una lencería negra en mayas que consistía en una bata, baby doll y medias veladas; inmediatamente su aroma a pan recién horneado me cautivó y colocó en sintonía -Además de las pistas de reggaeton que colocó para entrar en ambiente-.
Yo mientras tanto la admiraba: mi quijada se había caído como pala mecánica, las palpitaciones de mi corazón retumbaban como tambor de orquesta salsera y mis suspiros ascendían exponencialmente.
Le pido acostarse porque igual había pedido una hora y suelo ser de los que gustan entrar a tono gradualmente: sin prisas, cautivando el paisaje y tomándome el tiempo óptimo para cargar el arma y descargarla contra el platillo -Ella sonríe extrañada ante tal alusión-.
Durante unos quince minutos me comentó sobre su vida, convirtiéndose en una charla amena y despreocupada. Manteniendo en todo momento ese aire amigable y enteramente casual.
Ya a este punto mi amigo del sur se hallaba mas que entusiasmado, y entonces, usando su tersa mano, Maraya admira aquéllo que a continuación degustaria.
Debí contenerme una vez iniciada la estimulación debido a lo portentoso y animado de su ritmo -a pesar de llevar protección-; sus ansías eran mas que obvias y descargaba todo su ímpetu contra mi miembro viril.
Yo solo podía concentrarme al apretar las sábanas con puños de piedra.
Tal acción de su parte no se prolongaría, ya que le pedí dejar el egoísmo y implementar el socialismo al ambos disfrutar del placer que la posición del 69 concede a ambos amantes: mi lengua deslizándose a través de toda su intimidad me perdía en un mar de lujuria y pasión.
Procede seguidamente -llevada por un impulso de éxtasis sexual- a pedir cabalgarme, entonces yo me coloco en posición para admirar a esa vaquera del oeste y exuberantes caderas; intercambiamos turnos en dicha posición. Primero ella saltando encima como poseída, sin detenerse un instante y solamente prolongando mas su euforia; finalmente yo, aguardando a penetrarla cuando sentía perder la batalla.
En dicha posición sucede algo inesperado: ambos como estabamos de entregados al placer, no medimos nuestras fuerzas; Maraya mientras me recibía, olvido que estaba casi al borde de la cama -estando a espaldas de dicho borde-. Yo la embisto fuerte levantando mi coxis a tal altura, que ella pierde por un instante el equilibrio, se tambalea a los costados y de no ser por sus reflejos hubiese terminado en el suelo.
Yo extrañado no capto a la primera, pero a los segundos ella suelta una carcajada contagiosa que no pude evitar.
Reimos fuertemente, y pasamos a la que sería la penúltima posición.
A pesar de hallarnos en una habitación a 16 grados centígrados, mi frente ya comenzaba a espeler sudor poco a poco; paso a pedirle que se acueste para que descansara un momento, al tiempo que por mi cuenta, alzando sus piernas hacía mi pecho, poder así embestirla como un potro en verano.
Ella me pregunta si me encontraba bien, que me notaba pálido, sin color.
A lo que yo, debido a la concentración solo pude responder al terminar la experiencia. Mantenía el ritmo, pero justo en ese momento me entraron esas elucubraciones depresivas que tenían semanas sin hacer su aparición:
Eres patético, treinta años y sigues soltero y recurriendo a pagar por compañía. Ridículo.
Sin embargo, en pleno acto, me serené, respiré profundo y me concentré aún mas en la musa a mis pies: Maraya es una mujer que además de encanto y simpatía, posee un no se qué, que acompaña a su fogosa sensualidad.
Entonces ella, percibiendo que no me encontraba bien, propone cambiar al doggystile; sin perder tiempo recordé que esa misma posición es la que en muchas oportunidades me ha permitido conseguir el clímax. Ella se situa, yo me pongo el cohete en órbita y comienzo a penetrarla justo y parejo. Rápidamente sentí el ya conocido cosquilleo en las piernas que va ascendiendo como una colonia de hormigas dirigiéndose a su hogar, tras un arduo día de trabajo; poco a poco, calmadamente lo logré. Me había corrido.
Caí a la cama con una sonrisa que según Maraya, estaba envuelta en un rostro algo pálido. Nuevamente me pregunta si estaba bien, que no vaya a ser que fuera a desmayarme, deseas tomar un vaso de agua?
Yo le respondí, que solo nesecitaba recuperar el aliento, que cómo era posible que una mujer tuviese tanta energía?
Linda, eres un volcán.
El resto del servicio pasamos conversando de temas variados: lecturas, películas, contamos chistes y finalmente le dije que estuviera atenta esta noche para que leyera su reseña.
Celular: 3043756765
--- Atributos Personales
1) Nombre de la Escort: Maraya
2) Estilo de Trabajo: Spa
3) Edad: 24 le calculo.
4) Color de Piel: Trigueña
5) Estatura: 1.68 cm
6) Cara: Muy bonita
7) Senos: Medianos
8) Cola: redonda, natural
--- Otros Detalles
9) Aseo personal: huele rico, se baña al final
10) Calidad del Oral: muy bueno.
11) Tarifa: 70 x 1 Hora
12) Lugar del Encuentro: Lorena spa
13) ¿Es como las Fotos?: Mejor que en las fotos
14) Calificación Final del Servicio: 12 de 10
15) Comentario General: de seguir así, Lorena spa me va a dejar en la ruina.
