Así estaban, sara torturando a Daniel, cuando de repente a unos 6 minutos de haber arrancado el partido, gol de Teófilo, obviamente salte a celebrarlo como se debe, en medio de mi emoción gire para ver como celebraban sara y Daniel, pero seguían sentados, el partido les podía importar menos en ese momento, no los culpo.
Sara al escuchar como Daniel empezaba a tomar una actitud dominante de nuevo, le devolvió una sonrisa y le susurro al oído “si papi, como órdenes”, para ponerse de pie frente a él, dirigirme una sonrisa de morbo y complicidad y empezar a bajarse el pequeño short frente a Daniel, quien se la comía con los ojos.
Cuando el short se deslizo al suelo, dejo ver tanto a Daniel como a mí, una pequeña y diminuta tanga azul, que combinaba con el uniforme de la selección, casi absorbida por el despampanante culo de sara.
Mira lo que escogí para ti primito, ¿te gusta? - Pregunto sara tomando ambas nalgas con sus manos y moviéndolas un poco para antojar aún más a mi primo.
Daniel solo lanzo una mirada de triunfo y degenero antes de mandar su cara y manos entre esas nalgas, empezando a besar y agarrar esas nalgas como si fuesen suyas.
Para ese punto ya me había sentado de nuevo a ver el partido y ver cómo era el turno de Daniel, desde ese ángulo podía ver perfectamente lo que más me prendía de esa situación, el contraste entre sara y el.
Sara siendo una mujer alta, nalgona, caderona y de piernas anchas siendo devorada por un jovencito mucho más delgado y bajito que ella.
Ahí estaba Daniel, lamiendo esas nalgas, sin saber muy bien como manosearla o que hacer, sara solo dejaba salir unos gemidos suaves seguidos de sonrisas.
Daniel obedeció y tomando a sara de la cintura, la ayudo a posicionarse de esa forma, el sofá daba la altura perfecta, ahora sara estaba con su culo levantado, piernas abiertas como si estuviera en 4, dejando ver su culo y coñito frente a la cara de Daniel.
Bueno... sírvete mi joven (+18)... - Dijo sara mientras meneaba las nalgas de lado a lado, como mostrándole un postre a Daniel.
Sin decir algo más, Daniel puso de nuevo su cara entre ambas nalgas, besaba, lamia, olía, apretaba ese culo como si fuera un juguete, a lo que sara solo seguía moviendo esas nalgas de lado a lado con una sonrisa de degenero en su rostro.
El primer gol fue anulado, nada que hacer, me dije a mi mismo con resignación, pero teniendo de consolación que al lado estaba mi primito corriendo la tanga de sara a un lado para meter su cara de lleno en su coño.
En ese momento deje de prestarle atención al partido, la escena ante mis ojos me habia enganchado, el contraste entre ambos amantes me habia hecho recordar mi primera vez con doña mary (historia para otro momento), quizá me veía ahí mismo, en el cuerpo adolescente de mi primo, abriendo el culo de una mujer mucho mayor que yo, probando los jugos de una mujer ajena.
Mientras veía, empecé a tocarme, ya estaba lo suficientemente duro como para dejar de prestarle tanta atención al partido, y más aún, cuando miré el rostro de sara, que me miraba con sus ojos de lujuria, de gata en celo, mientras era devorada por aquel jovencito.
Sabia lo que estaba por pasar, cuando sara empezaba a hablarme así de sucio, estaba por correrse, y era notorio, ya que empezó a mover su culo sobre la cara de daniel como si fuera twerking, que para ese punto era más un juguete sexual de ambos, que otra cosa, sus gemidos lascivos aumentaron y aumentaron, hasta que unos momentos después, tuvo el primer orgasmo de la tarde.
Supongo que esa pequeña conversación sucia conmigo mientras mi primo le comía el culo con la boca, la dejo lista para correrse.
Después de los gemidos y las contracciones, sara se dejó caer sobre el sofá, liberando a Daniel, quien tomo una bocanada de aire grande mientras sonreía con malicia.
Sara se puso de pie frente a Daniel, quien también estaba recuperando el aliento y desabrochándose el camibuso, ya que estaba sofocado.
No primito, no te lo quites, déjame ayudarte con eso. - Dijo sara poniéndose frente a Daniel.
Esa maldita vista, me puso al 100, la diferencia de altura y contextura de ambos me fascinaba, los pezones de sara se marcaban sobre la blusa de la selección que traía, la tanguita le ornaba precioso y la combinación de los tenis y medias de futbol, la hacían ver como toda una potra.
Sara empezó a desabotonar frente a mí el camibuso de Daniel, solo dejándolo abierto, exponiendo su pecho y abdomen, que brillaba por el sudor.
¿Nos vamos? - le pregunto sara a Daniel, para tomarlo de la mano y caminar hacia el cuarto, no sin antes devolverme una mirada de morbo antes de cerrar la puerta con ambos dentro, segundos después, el segundo gol anulado de Colombia.
Espere un minuto después de que entraran, mientras me quitaba todo y me quedaba solo en boxers, camine hacia la puerta a intentar escuchar lo que pasaba dentro, desde aquí paso a la perspectiva de sara.
Sara solo sonrió y dio un paso hacia atrás, para inclinarse hacia adelante y quedar a la altura del rostro de Daniel, empotrándole un beso sucio con lengua y mucha saliva mientras con sus manos empezaba a recorrer el pecho sudoroso del jovencito.
Sara dejó salir sus gemidos sexuales mientras lo besaba, ya sabía que yo estaría tras la puerta escuchando, así que se esmeró en dejarme escuchar lo que estaba haciendo.
Si hay algo que pueda decir de sara, es que tiende a ser algo orgullosa y algo posesiva cuando de competir contra otras mujeres se trata, ya lo había vivido en carne propia cuando recién empezamos, ella me solía preguntar cosas similares.
Detrás de la puerta podía escuchar perfectamente los sonidos lascivos de ambos, los besos y gemidos de Sara y Daniel.
Sara no respondio, solo le sonrio y empezo a besarlo desde el cuello, tetillas, abdomen y finalmente se arrodillo, dejando esa verga frente a su rostro, tomándola con una de sus manos y llevandola a la punta de sus labios, y…
Que… *Beso*… Verga… *Beso*… Tan… *Beso*… Rica… - Metiendosela de lleno a su boca, empezando una mamada humeda y sucia.
Daniel dejo salir un gemido fuerte seguido de risa, le habrá parecido una experiencia brutal.
Sara se incorporo e hizo que Daniel se alejara de la puerta, segundos después entré a la habitación, ya ambos estaban en la pared/ventana del fondo, viéndolos a ambos abrasados besándose.
Las manos de Daniel estaban masajeando las nalgas de Sara, jugueteando con ese enorme culo, pude ver que movía sus caderas, apretando su verga entre los muslos de Sara.
Daniel se termino de quitar lo que le quedaba de ropa y se acostó boca arriba en la cama, dejando los pies fuera de la misma, casi que frente a mi, seguido, Sara se subio a la cama, acomodándose sobre Daniel, haciendo a un lado la tanguita, humedeciendo un poco sus dedos y finalmente, acomodando la verga de Daniel en su coño, bajando las caderas poco a poco, hasta que, ya había entrado.
Yo me baje los boxers también y sentado en frente de ellos, empecé a apretarmela, la tanguita azul de Sara subia y bajaba a medida que empezaba a cogérselo, los gemidos de sara me sacaron de ese trance momentos despues.
Para todos los versados en las artes amatorias que me estén leyendo, saben que esa es una de esas poses matadoras, “la batidora cubana”, jaja, recuerdo haber visto por primer vez esa pose llamada así en un video de Abella Anderson hace muchos años, pero bueno, retomando, ahí estaba Sara, de cuclillas sobre la verga desnuda de Daniel, moviéndola en círculos, de lado a lado, de arriba hacia abajo, ese culo devoraba la joven verga de Daniel como una profesional.
Un par de minutos después, Sara volvió a su pose anterior, ya con las piernas agotadas, pero gimiendo de placer, ambos estaban cada vez mas cerca de venirse, sara por 2da vez, Daniel por primera vez esa tarde.
Daniel se incorporo, abrazando a sara, quien movio sus piernas ahora a la espalda de Daniel, rodeándolo con sus piernas, si ambos tuviesen la misma altura, quedarían a la altura de la cara pudiendo besarse, pero al ser Daniel mas bajito, quedo a la altura de su cuello, besándola con pasión, llevando ambas manos al culo de sara para ayudar a moverla, como si fuese un culumpio sexual.
Voy a venirme papi, me vengo papi!, sigue, sigue moviéndome!- gemia ahogadamente sara mientras se dejaba mover por las manos de mi primo, a punto de correrse.
Mi primo solo gemía y respiraba agitado, manteniendo el aliento mientras se la cogia en ese culumpio, el también estaba en su limite, todo ese colageno estaba por salir también.
Momentos despues, sara se vino, dejando salir un “puta que rico!” mientras se contraía de placer, Daniel, seguía bombeándola, no había parado, le daba y le daba.
Yo también, había terminado momentos antes, estaba respirando agitado del shock de placer de todo el espectáculo. Ambos se dejaron caer sobre la cama exaustos, sonrientes, deslechados.
Sonreí y fui al baño a limpiarme, luego a la sala a recoger las cervezas y darle una ojeada al partido, ya estaban en el receso de medio tiempo, recogi la cervezas, unas toallitas desechables y volvi al cuarto.
Al entrar de nuevo, estaba Sara acostada junto a Daniel, besándolo y masturbándolo, el tenia su verga dura aun, siendo sincero me dieron algo de celos y envidia, a esta edad necesitaba ya algunos minutos para estar duro de nuevo, pero ahí estaba mi primito, con ese fierro listo de nuevo.
Sara no me respondio, solo se movio de sus labios a su cuello, lamiendo y besando lascivamente, mientras seguía agarrando la verga y testículos de Daniel, parecía estar en un trance de placer.
Esa acción me hizo dar algo de rabia, pero me puso duro rápidamente, le di un sorbo a la cerveza, prendi el ventilador del cuarto, y le ordene a Daniel acomodarse hacia la cabecera de la cama, agarre el culo de sara y la movi, indicándole con un dedo que se pusiera en 4 con la verga de Daniel en su rostro, me subi a la cama, y se la puse adentro, no me importo que aun tuviera la leche de Daniel adentro.
Mi verga tenia casi la misma longitud que la de Daniel, pero era mas gruesa, sara la conocía bien, por lo que apenas se la puse, dejo salir otro gemido de placer.
Te estaba esperando papi… - Dijo sara mientras tenía la verga de Daniel en su cara. – También quería tu verga de hombre… - Seguía diciendo en medio de gemidos.
Sara iba a decir algo mas, pero se vio interrumpida por Daniel, quien agarro su cabello y le dirigió la cara hacia su verga, haciendo que se la chupara. Cada embestida mia, era placer para Daniel también, quien había metido toda su verga en sara, en silencio había tomado control sobre sara, quien en ese punto estaba agotada físicamente para tomar un rol dominante como al principio.
Ahí estábamos los tres, dos machos de diferente edad, de la misma familia, cogiéndonos a mi potra, nadie decía nada, solo se escuchaba el televisor en la sala, el ventilador en la esquina, la cama rechinante, la piel resbalosa de sara al chocar ese culo contra mi cadera y los gemidos de placer de los tres.
Algunos minutos despues, Daniel dejo caer su segunda carga en la boca de sara luego de un gemido fuerte y muchas contracciones.
Sara se limito a tragar ese colageno puro, directo del envase mientras seguía siendo empujada por mi, quien luego de un momento de haber visto a mi primo tirar la toalla en extasis, decidí hacer que sara gateara sobre el, quedando ahora sobre mi primo.
Tenia que dejar en claro, que el dueño de la situación era yo.
Durante los próximos minutos lo que Daniel veía era únicamente la cara de sara y sus pequeños pechos moviéndose de arriba hacia abajo, entre gemidos y los sonidos de las nalgas de sara estrellándose contra mis guevos, hasta que sara interrumpió sus gemidos normales para dejar salir su ultimo orgasmo del día.
Sara cayó sobre el cuerpo de Daniel, exhausta y tratando de respirar y recobrar su aliento, mientras que yo me hice para atrás, recobrando el aliento también, yo aun no había soltado mi carga, pero sabia que ellos ya estaban en su limite.
Besense, manoséense y déjenme escucharlos… - Dije autoritariamente, agarrándome la verga cubierta de los jugos de sara y empezando a masturbarme viendo a ambos acostados frente a mi.
Hubo silencio por unos segundos, seguido de risitas cómplices entre ambos, quienes empezaron a besarse apasionadamente, Sara sabia que era lo que quería, así que empezó a besarlo con pasión y degenero, mientras soltaba gemidos porno.
Daniel solo se dejó llevar y empezó a manosear el culo de sara, abriéndolo, agarrándolo, recorriéndolo con sus pequeñas manos.
Era un beso de amantes, de amantes guarros, degenerados, pude soportarlo unos minutos antes de soltar mi leche sobre las nalgas de sara, cayendo también sobre la cama a descansar.
De acá en adelante, es intrascendente, así que termino el relato aca gente, no fue el ultimo encuentro que tuvieron, así que si este post obtiene apoyo como el anterior, relatare el siguiente.
- Oye amor, ya pasaron 5 minutos, creo que Daniel aguanto perfectamente su tortura.
- Uish, sapo, jaja yo quería seguir aquí... - Respondió coquetamente sara.
- ¿Ya pasaron 5 minutos pri? Bueno... te toca a ti ahora primita... párate acá en frente mío y quítate ese short... - Ordeno Daniel, quien, para ese punto de la calentura, ya empezaba a comportarse más como un hombre de la familia
Sara al escuchar como Daniel empezaba a tomar una actitud dominante de nuevo, le devolvió una sonrisa y le susurro al oído “si papi, como órdenes”, para ponerse de pie frente a él, dirigirme una sonrisa de morbo y complicidad y empezar a bajarse el pequeño short frente a Daniel, quien se la comía con los ojos.
Cuando el short se deslizo al suelo, dejo ver tanto a Daniel como a mí, una pequeña y diminuta tanga azul, que combinaba con el uniforme de la selección, casi absorbida por el despampanante culo de sara.
Mira lo que escogí para ti primito, ¿te gusta? - Pregunto sara tomando ambas nalgas con sus manos y moviéndolas un poco para antojar aún más a mi primo.
Daniel solo lanzo una mirada de triunfo y degenero antes de mandar su cara y manos entre esas nalgas, empezando a besar y agarrar esas nalgas como si fuesen suyas.
Para ese punto ya me había sentado de nuevo a ver el partido y ver cómo era el turno de Daniel, desde ese ángulo podía ver perfectamente lo que más me prendía de esa situación, el contraste entre sara y el.
Sara siendo una mujer alta, nalgona, caderona y de piernas anchas siendo devorada por un jovencito mucho más delgado y bajito que ella.
Ahí estaba Daniel, lamiendo esas nalgas, sin saber muy bien como manosearla o que hacer, sara solo dejaba salir unos gemidos suaves seguidos de sonrisas.
- ¿Emproblemado pri? Jajaja – le dije mientras me reía.
- Nooo... bueno un poco jaja, es que este culo es muy grande y no me dan las manos. - Respondió reído Daniel.
- Pri, hace que ponga las rodillas en el sofá mirando a la pared, así te queda más fácil. - Le sugerí.
- Shhhh! ¡Sapo! ¡Siga viendo ahhhmmm... el partido! - Me reprochaba sara, sabiendo que expuse una de sus poses favoritas.
Daniel obedeció y tomando a sara de la cintura, la ayudo a posicionarse de esa forma, el sofá daba la altura perfecta, ahora sara estaba con su culo levantado, piernas abiertas como si estuviera en 4, dejando ver su culo y coñito frente a la cara de Daniel.
Bueno... sírvete mi joven (+18)... - Dijo sara mientras meneaba las nalgas de lado a lado, como mostrándole un postre a Daniel.
Sin decir algo más, Daniel puso de nuevo su cara entre ambas nalgas, besaba, lamia, olía, apretaba ese culo como si fuera un juguete, a lo que sara solo seguía moviendo esas nalgas de lado a lado con una sonrisa de degenero en su rostro.
El primer gol fue anulado, nada que hacer, me dije a mi mismo con resignación, pero teniendo de consolación que al lado estaba mi primito corriendo la tanga de sara a un lado para meter su cara de lleno en su coño.
En ese momento deje de prestarle atención al partido, la escena ante mis ojos me habia enganchado, el contraste entre ambos amantes me habia hecho recordar mi primera vez con doña mary (historia para otro momento), quizá me veía ahí mismo, en el cuerpo adolescente de mi primo, abriendo el culo de una mujer mucho mayor que yo, probando los jugos de una mujer ajena.
Mientras veía, empecé a tocarme, ya estaba lo suficientemente duro como para dejar de prestarle tanta atención al partido, y más aún, cuando miré el rostro de sara, que me miraba con sus ojos de lujuria, de gata en celo, mientras era devorada por aquel jovencito.
- ¿qué pasa mi amor? ¿te tienen muy sometida? - Le pregunte con morbo.
- ¿sometida yo? ¿quién te dijo a ti esa mentira, ah? - Me respondió sara en un tono morboso pero autoritario, sin quitarme la mirada, momentos después giro uno de sus brazos y agarro el cabello de Daniel, quien seguía lamiendo su coño, para luego empezar a apretarlo duro contra su culo mientras ella empujaba sus nalgas contra él.
- Si, mentiras amor, yo sé que domarte a ti es difícil, tú eres una yegua fina... - le respondí mientras manteníamos contacto visual y me tocaba sobre el pantalón.
- Vos sos un hijueputa degenerado.... hmmm... mira que tenerme aquí, en cuatro, mientras tu primo me come el culo... - Respondía sara mientras seguía restregando a Daniel entre sus nalgas, quien no parecia prestar atención a nuestra conversación.
- Pues si, ¿y que?, no pareces muy disgustada por la situación que digamos mi amor... -le respondí juguetonamente.
- Sos un perro sucio y degenerado... hmmph! - respondió sara cerrando sus ojos y entregándose al placer.
Sabia lo que estaba por pasar, cuando sara empezaba a hablarme así de sucio, estaba por correrse, y era notorio, ya que empezó a mover su culo sobre la cara de daniel como si fuera twerking, que para ese punto era más un juguete sexual de ambos, que otra cosa, sus gemidos lascivos aumentaron y aumentaron, hasta que unos momentos después, tuvo el primer orgasmo de la tarde.
Supongo que esa pequeña conversación sucia conmigo mientras mi primo le comía el culo con la boca, la dejo lista para correrse.
Después de los gemidos y las contracciones, sara se dejó caer sobre el sofá, liberando a Daniel, quien tomo una bocanada de aire grande mientras sonreía con malicia.
- Jajaja buena pri, mira que la hiciste correr.
- Uff, me estaba ahogando, pero es que sara me agarro duro, no me quería soltar.
- ¿y tu amor? ¿te dejaste ganar de Danielito? - Le dije a una sara que estaba recostada en el sofá intentando recuperar el aliento.
- ¿sabes que? Estas muy fanfarron hijueputica, me voy a llevar al bebe al cuarto y no te voy a dejar entrar. - Me respondió sara sonriendo de placer.
- Bueno, no puedo hacer nada, jaja, me quedo viendo el partidito. - Le respondí con complicidad, para ser sincero, me moría por repetir lo del cuarto cerrado de la última vez.
Sara se puso de pie frente a Daniel, quien también estaba recuperando el aliento y desabrochándose el camibuso, ya que estaba sofocado.
No primito, no te lo quites, déjame ayudarte con eso. - Dijo sara poniéndose frente a Daniel.
Esa maldita vista, me puso al 100, la diferencia de altura y contextura de ambos me fascinaba, los pezones de sara se marcaban sobre la blusa de la selección que traía, la tanguita le ornaba precioso y la combinación de los tenis y medias de futbol, la hacían ver como toda una potra.
Sara empezó a desabotonar frente a mí el camibuso de Daniel, solo dejándolo abierto, exponiendo su pecho y abdomen, que brillaba por el sudor.
¿Nos vamos? - le pregunto sara a Daniel, para tomarlo de la mano y caminar hacia el cuarto, no sin antes devolverme una mirada de morbo antes de cerrar la puerta con ambos dentro, segundos después, el segundo gol anulado de Colombia.
Espere un minuto después de que entraran, mientras me quitaba todo y me quedaba solo en boxers, camine hacia la puerta a intentar escuchar lo que pasaba dentro, desde aquí paso a la perspectiva de sara.
- Que rico se ve tu pecho y abdomen así sudadito pri... y ese uniforme, solo hace que me dé más morbo todo esto. - Dijo sara mordiéndose el labio y empujando a Daniel contra el reverso de la puerta.
- ¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer entonces primita? - Dijo Daniel
Sara solo sonrió y dio un paso hacia atrás, para inclinarse hacia adelante y quedar a la altura del rostro de Daniel, empotrándole un beso sucio con lengua y mucha saliva mientras con sus manos empezaba a recorrer el pecho sudoroso del jovencito.
Sara dejó salir sus gemidos sexuales mientras lo besaba, ya sabía que yo estaría tras la puerta escuchando, así que se esmeró en dejarme escuchar lo que estaba haciendo.
- Esa lengüita tuya me parece deliciosa bebe... has mejorado desde la última vez... - Dijo Sara apartándose de los labios de Daniel, respirando agitada y buscando sus tetillas con sus dedos.
- ¿te parece jaja?, lo que pasa es que si he estado practicando con mi novia... - Dijo Daniel mientras se mordía el labio.
- ¿Ah sí?, ¿con que con novia...?, ¿y cómo se llama tu novia degenerado infiel? - Preguntó Sara inclinándose y buscando sus tetillas con su boca.
- Uff... ella... se llama... Karol... es de mi salón... -Respondía entre gemidos, pues Sara ya estaba besando, mordiendo y lamiendo una de sus tetillas.
- Uhmmmm.... ya... ¿y quien besa más rico, ella o yo? - Preguntó Sara con cierto aire de celos, pero con mucha malicia y morbo al mismo tiempo.
- ¡Jaja enserio me vas a preguntar eso...! - Respondía Daniel antes de ser interrumpido por Sara, quien le bajo los boxers de un tajo, dejando salir su verga al aire.
- Si, ¿quién besa más rico, esa tal Karol o yo? - Preguntó de nuevo en un tono serio, inclinando su cabeza de nuevo a la altura de la de Daniel y tomando su verga con ambas manos.
- Tu Mami, tu besas más rico... -respondió Daniel ahogado en sorpresa por la subita agarrada de verga.
- Buen joven (+18), - respondió sara sonriendo con orgullo y besándolo nuevamente mientras acariciaba su verga con ambas manos.
Si hay algo que pueda decir de sara, es que tiende a ser algo orgullosa y algo posesiva cuando de competir contra otras mujeres se trata, ya lo había vivido en carne propia cuando recién empezamos, ella me solía preguntar cosas similares.
Detrás de la puerta podía escuchar perfectamente los sonidos lascivos de ambos, los besos y gemidos de Sara y Daniel.
- Ponte de rodillas pri, chupamela… - Dijo entre gemidos Daniel.
- ¿quieres que te la chupe degeneradito?
- Si… chupamela mami… quiero sentir esa lengua tuya en mi verga…
Sara no respondio, solo le sonrio y empezo a besarlo desde el cuello, tetillas, abdomen y finalmente se arrodillo, dejando esa verga frente a su rostro, tomándola con una de sus manos y llevandola a la punta de sus labios, y…
Que… *Beso*… Verga… *Beso*… Tan… *Beso*… Rica… - Metiendosela de lleno a su boca, empezando una mamada humeda y sucia.
Daniel dejo salir un gemido fuerte seguido de risa, le habrá parecido una experiencia brutal.
- No te puedes venir… todavía primito… - Dijo sara sacándose la verga de la boca despues de unos minutos, dejando una tira de saliva entre la cabeza de la polla y sus propios labios.
- Menos mal paraste… ya tengo la leche en la punta…
Sara se incorporo e hizo que Daniel se alejara de la puerta, segundos después entré a la habitación, ya ambos estaban en la pared/ventana del fondo, viéndolos a ambos abrasados besándose.
Las manos de Daniel estaban masajeando las nalgas de Sara, jugueteando con ese enorme culo, pude ver que movía sus caderas, apretando su verga entre los muslos de Sara.
- ¿Se la están pasando bien? – pregunté.
- ¿tu que crees papi? ¿no te aguantaste las ganas de espiar? – respondía sara mientras se manoseaba con Daniel.
- ¿Pri, me la puedo coger ya?
- Si, ya va siendo hora ¿no?, haber, regálenme un buen showsito… - Dije mientras me sentaba a manosearme en un sillón cercano.
- Ya escuchaste a tu primo, ¿vamos? – Dijo Sara invitando a Daniel a la cama frente a ambos.
Daniel se termino de quitar lo que le quedaba de ropa y se acostó boca arriba en la cama, dejando los pies fuera de la misma, casi que frente a mi, seguido, Sara se subio a la cama, acomodándose sobre Daniel, haciendo a un lado la tanguita, humedeciendo un poco sus dedos y finalmente, acomodando la verga de Daniel en su coño, bajando las caderas poco a poco, hasta que, ya había entrado.
Yo me baje los boxers también y sentado en frente de ellos, empecé a apretarmela, la tanguita azul de Sara subia y bajaba a medida que empezaba a cogérselo, los gemidos de sara me sacaron de ese trance momentos despues.
- Que rica verga! La siento todita, hirviendo dentro mio papi! – Dijo sara gimiento mientras lo cabagaba.
- Yo siento que me apretas muy rico, siento todo eso mojadisimo mami! – Gemia Daniel, al estar completamente sometido.
- Perate y veras mocosito, a ver que te parece esto. – Dijo sara maliciosamente inclinándose hacia delante, poniendo sus manos sobre el pecho de Daniel y acomodándose en cucillas, sin dejar salir la verga de Daniel de su sitio.
Para todos los versados en las artes amatorias que me estén leyendo, saben que esa es una de esas poses matadoras, “la batidora cubana”, jaja, recuerdo haber visto por primer vez esa pose llamada así en un video de Abella Anderson hace muchos años, pero bueno, retomando, ahí estaba Sara, de cuclillas sobre la verga desnuda de Daniel, moviéndola en círculos, de lado a lado, de arriba hacia abajo, ese culo devoraba la joven verga de Daniel como una profesional.
- ¿Qué tal primito? ¿rico? No te vayas a venir todavía, tu primo aguanta esto bastante, no te vas a dejar ganar de ese viejo o si? – Dijo maliciosa y juguetonamente sara mientras se lo tiraba.
- Puta…. Puta… puta!... esto es demasiado delicioso! – gemia Daniel disfrutando del movimiento sexual.
- Dios… que vista… - Susurré mientras me masturbaba viéndolos a ambos.
Un par de minutos después, Sara volvió a su pose anterior, ya con las piernas agotadas, pero gimiendo de placer, ambos estaban cada vez mas cerca de venirse, sara por 2da vez, Daniel por primera vez esa tarde.
Daniel se incorporo, abrazando a sara, quien movio sus piernas ahora a la espalda de Daniel, rodeándolo con sus piernas, si ambos tuviesen la misma altura, quedarían a la altura de la cara pudiendo besarse, pero al ser Daniel mas bajito, quedo a la altura de su cuello, besándola con pasión, llevando ambas manos al culo de sara para ayudar a moverla, como si fuese un culumpio sexual.
Voy a venirme papi, me vengo papi!, sigue, sigue moviéndome!- gemia ahogadamente sara mientras se dejaba mover por las manos de mi primo, a punto de correrse.
Mi primo solo gemía y respiraba agitado, manteniendo el aliento mientras se la cogia en ese culumpio, el también estaba en su limite, todo ese colageno estaba por salir también.
Momentos despues, sara se vino, dejando salir un “puta que rico!” mientras se contraía de placer, Daniel, seguía bombeándola, no había parado, le daba y le daba.
- Me vas a volver loca mocoso! -gemia sara, con cada embestida.
- Me… vengo! – Grito Daniel, quien luego de un gemido ahogado, dejo salir toda esa leche joven dentro de mi novia.
Yo también, había terminado momentos antes, estaba respirando agitado del shock de placer de todo el espectáculo. Ambos se dejaron caer sobre la cama exaustos, sonrientes, deslechados.
Sonreí y fui al baño a limpiarme, luego a la sala a recoger las cervezas y darle una ojeada al partido, ya estaban en el receso de medio tiempo, recogi la cervezas, unas toallitas desechables y volvi al cuarto.
Al entrar de nuevo, estaba Sara acostada junto a Daniel, besándolo y masturbándolo, el tenia su verga dura aun, siendo sincero me dieron algo de celos y envidia, a esta edad necesitaba ya algunos minutos para estar duro de nuevo, pero ahí estaba mi primito, con ese fierro listo de nuevo.
- Uff.. eso estuvo intenso no? – Dije interrumpiéndolos.
- Uff pri, que si que, Sara es muy potra parce. – Dijo Daniel sonriéndome.
Sara no me respondio, solo se movio de sus labios a su cuello, lamiendo y besando lascivamente, mientras seguía agarrando la verga y testículos de Daniel, parecía estar en un trance de placer.
Esa acción me hizo dar algo de rabia, pero me puso duro rápidamente, le di un sorbo a la cerveza, prendi el ventilador del cuarto, y le ordene a Daniel acomodarse hacia la cabecera de la cama, agarre el culo de sara y la movi, indicándole con un dedo que se pusiera en 4 con la verga de Daniel en su rostro, me subi a la cama, y se la puse adentro, no me importo que aun tuviera la leche de Daniel adentro.
Mi verga tenia casi la misma longitud que la de Daniel, pero era mas gruesa, sara la conocía bien, por lo que apenas se la puse, dejo salir otro gemido de placer.
Te estaba esperando papi… - Dijo sara mientras tenía la verga de Daniel en su cara. – También quería tu verga de hombre… - Seguía diciendo en medio de gemidos.
Sara iba a decir algo mas, pero se vio interrumpida por Daniel, quien agarro su cabello y le dirigió la cara hacia su verga, haciendo que se la chupara. Cada embestida mia, era placer para Daniel también, quien había metido toda su verga en sara, en silencio había tomado control sobre sara, quien en ese punto estaba agotada físicamente para tomar un rol dominante como al principio.
Ahí estábamos los tres, dos machos de diferente edad, de la misma familia, cogiéndonos a mi potra, nadie decía nada, solo se escuchaba el televisor en la sala, el ventilador en la esquina, la cama rechinante, la piel resbalosa de sara al chocar ese culo contra mi cadera y los gemidos de placer de los tres.
Algunos minutos despues, Daniel dejo caer su segunda carga en la boca de sara luego de un gemido fuerte y muchas contracciones.
Sara se limito a tragar ese colageno puro, directo del envase mientras seguía siendo empujada por mi, quien luego de un momento de haber visto a mi primo tirar la toalla en extasis, decidí hacer que sara gateara sobre el, quedando ahora sobre mi primo.
Tenia que dejar en claro, que el dueño de la situación era yo.
Durante los próximos minutos lo que Daniel veía era únicamente la cara de sara y sus pequeños pechos moviéndose de arriba hacia abajo, entre gemidos y los sonidos de las nalgas de sara estrellándose contra mis guevos, hasta que sara interrumpió sus gemidos normales para dejar salir su ultimo orgasmo del día.
Sara cayó sobre el cuerpo de Daniel, exhausta y tratando de respirar y recobrar su aliento, mientras que yo me hice para atrás, recobrando el aliento también, yo aun no había soltado mi carga, pero sabia que ellos ya estaban en su limite.
Besense, manoséense y déjenme escucharlos… - Dije autoritariamente, agarrándome la verga cubierta de los jugos de sara y empezando a masturbarme viendo a ambos acostados frente a mi.
Hubo silencio por unos segundos, seguido de risitas cómplices entre ambos, quienes empezaron a besarse apasionadamente, Sara sabia que era lo que quería, así que empezó a besarlo con pasión y degenero, mientras soltaba gemidos porno.
Daniel solo se dejó llevar y empezó a manosear el culo de sara, abriéndolo, agarrándolo, recorriéndolo con sus pequeñas manos.
Era un beso de amantes, de amantes guarros, degenerados, pude soportarlo unos minutos antes de soltar mi leche sobre las nalgas de sara, cayendo también sobre la cama a descansar.
De acá en adelante, es intrascendente, así que termino el relato aca gente, no fue el ultimo encuentro que tuvieron, así que si este post obtiene apoyo como el anterior, relatare el siguiente.
