¡Hola a todos mis lectores!
En esta ocasión, les quiero compartir la anécdota de mi segunda sesión de stagging, compartiendo a mi novia (de ese entonces) Sara de casi 30 años, con mi primo Daniel, de 1X.
Bien, para los nuevos acá, les recomendaría leer la primera anécdota narrada en:
Bien, un poco de contexto nuevamente a manera de resumen. Soy un tipo que siempre ha gustado de las mujeres mayores, quizá por qué me ví moldeado así por mis primeras relaciones sexuales y el contexto cultural en el que crecí.
Por esa razón, mi pareja de ese entonces (por qué esto sucedió ya hace bastante) llamada Sara, era algunos años mayor que yo.
Gracias a algunos encuentros en reuniones familiares en los que ante ciertas miradas y actitudes propias de las hormonas de mi primo Daniel para con Sara, decidimos tener un encuentro stagging, dónde termine prestándole a mi novia para que perdiera su virginidad, fue una tarde de mucho sexo y escenas degeneradas, principalmente por la diferencia de edad, tamaño y contextura entre mi primo (un jovencito delgado y bajito, de no más de 1.50) y Sara, mi novia, quien para recordar, era una chica alta de 1.70 de estatura, de cabello corto y tinturado cobrizo, de pechos pequeños, abdomen convencional, pero de caderas anchas y nalgas muy grandes y jugosas, sin mencionar sus preciosos muslos.
Bien, luego de esa tarde de sexo sucio y degenerado, pasaron algunas semanas, no entraré en detalles monótonos y aburridos sobre otros temas sin importancia propios de nuestras vidas cotidianas, solo rescatando un par de conversaciones extras con mi primo de camino a casa esa noche en mi vehículo y un par de conversaciones por facebook días después, dónde lo recochaba recordándole el encuentro con Sara.
Lo mismo con ella, luego de esa tarde, nos volvimos un poco más confidentes y abiertos (más de lo que ya estábamos, por qué si leyeron la primer parte, recordarán que me come que me encantaba exibirla en la calle, comprándole prendas ajustadas y reveladoras, por qué soy un degenerado al que le encanta ver cómo otros hombres miraban mi hembra), recordamos unas cuantas veces más esa tarde luego de coger como lo hacíamos ambos.
Cierto día, luego de una sesión de sexo sucio y ruidoso en el motel “rumores” de cali, estábamos Sara y yo descansando un poco en el jacuzzi (habíamos salido de vernos “The Croods” en cine (una pelicula pitera de unos cavernicolas), y la había hecho vestir un short blanco algo apretado, una blusa de tiritas sin Bra para que se le marcarán los pezones en ellos y una tanguita de encaje diminuta, apenas terminó la peli, corrimos a mi carro y salimos en dirección al motel), tocamos el tema de mi primo de nuevo, habían pasado ya algunas semanas y se me empezó a antojar un show de sexo degenerado entre ellos dos nuevamente, así que. Le toque el tema directamente.
Palabras más, palabras menos, pero así, sin tanto rodeo, convencí s mi novia de tirarse de nuevo a mi primo, obviamente, convencerlo a él de cogérsela de nuevo, no fue nada difícil, él estaba deseoso por otra lección de sexo sucio con esa potra que le quitó la virginidad.
Ahora, me tocaba a mí, si algo nos caracteriza a los hombres que queremos controlar este tipo de encuentros, es que queremos que sea un show que se arme poco a poco y fue lo que se me ocurrió, preparar un show mucho más natural que la vez pasada.
Pensé que sería una buena idea vernos un partido de la selección, estábamos en las clasificatorias al mundial del 2014 y se venía el mítico encuentro entre Colombia y Bolivia ese marzo, fue ahí donde se me prendió el bombillo; ¿por qué no una tarde de futbol, cerveza y sexo? Recién le había comprado a Sara una blusa ombliguera de la selección y unos shorts azules (que hacían juego), para justamente eso, culiar luego de los partidos de la selección, pero que no habíamos tenido chance de usar aun, era el momento perfecto.
Esa noche, luego del trabajo le Conte a Sara sobre mi idea, la cual acepto muy entusiasmada, así que momentos después, le marque a mi primo para invitarlo.
Respondí pasándole el celular a Sara que estaba a mi lado.
Hola primito... ¿cómo está mi joven (+18) juicioso? - Saludó Sara poniendo su voz lo más porno posible, tanto que hasta yo me empecé a calentar.
No pude escuchar lo que mi primo respondía, así que solo pondré lo que Sara decía.
Mientras ella hablaba, yo ya estaba caliente a tope, esperaba que colgará para tirarmela.
Momentos después, terminé la llamada y me dispuse a culiar con sara antes de dormir.
Avance rápido hasta ese viernes, nos habían dado ese día libre en la empresa, precisamente por el partido y la fiebre mundialista, así que estaba libre, igual Sara, a eso de las 9 de la mañana la lleve al salón de belleza que ella frecuenta, tenía que estar igual de rica que en el encuentro pasado así que desde el día anterior había separado su cita.
Luego de dejarla en el salón, me dirigí de nuevo a Jamundí (recuerden que es un viaje de 2 horas ida y vuelta aprox), recogí a mi primo en el colegio, de regreso nos compramos algo para ir picando, le había pedido que trajera su crema dental y cepillo, por qué pues, el aseo es primero chavos y de regreso a casa platicamos de nuevo de cosas triviales.
A diferencia de la primera vez, en esta ocasión Daniel no iba nervioso, al contrario, es como si la culeada de la vez pasada con Sara, lo hubiera llenado de confianza en si mismo, y pues es natural ¿no?, ya no era más un joven (+18) después de eso.
Mientras íbamos en carretera, por el sur, me llego un mensaje de Sara, que me decía que estaba ya en casa, comiendo algo antes de alistarse, que había puesto a hacer crispetas y que ya tenía las cervecitas en la nevera.
Seguimos el camino y en unos 40 minutos estábamos subiendo ya al apartamento, eran ya como la 1:45 de la tarde aproximadamente, llegamos y pese a que obviamente tengo llave, le pedí a daniel que tocara la puerta.
Para los que no recuerden, Sara es una mujer algo alta, de 1.75, cara bonita, ojos cafés, cabello corto tinturado de cobre rojizo, piel blanquita, de pechos pequeños, pezones normalitos, cadera ancha, algo de grasita en la barriga, nalgas y muslos grandes, especialmente ese culo, gigante, suave y sabroso.
Momentos después abrió Sara, quien a diferencia de la vez pasada que solo traia una bata de baño para ocultar la lencería de sirvienta (maid), esta vez tenía puesta el top ombliguero de la selección, de tela delgada, que permitía que sus pequeños pechos se marcaran bastante bien, unos shorts azules de futbol femeninos (que parecían más bien cacheteros de lo apretados que se veían), solo que este short era probablemente de una talla menor, pues se notaba que era demasiado corto y apretado, marcando bastante su cameltoe y culo gigante, unas medias hasta las rodillas de futbol (mías, porque a veces me gustaba jugar en sintética), unos tenis deportivos que hacían juego con el resto de su traje y un choker negro en el cuello.
Obviamente estaba super producida, recuerden que estuvo en el salón de belleza esa mañana, estaba muy bien maquillada, un colorete rojo oscuro en sus labios, pestañas, sombra en sus ojos, estaba hecha toda una hembra, una actriz porno en todo su esplendor.
Yo solo sonreí a ambos desde atrás, mientras disfrutaba la interacción, antes de entrar al apartamento, cerrando la puerta tras de mí.
¿Bueno y es que no me vas a saludar como se debe danielito? - pregunto sara dejándonos pasar a ambos.
Daniel solo sonrió y camino hacia ella para intentar darle un beso en la mejilla, sara le sonrió y le dijo.
¿Ya tenemos como más confiancita para que solo intentes darme un beso así, no crees primito? - Inclinándose un poco hacia adelante y poder quedar a la altura de mi primo, pues recuerden que es mucho más bajito que ella.
Yo solo caminé hacia el sofá y me senté mientras veía la escena, Daniel se giró hacia mi como pidiéndome permiso para seguir, pues recordando las reglas del primer encuentro, no podía besarla en los labios.
Mi primo entonces se acercó y le dio un beso de medialuna, a lo que sara se acercó a su oído y le susurro:
Daniel miro de abajo hacia arriba, pese a que desde mi puesto no podía ver el rostro de mi pequeño primo, podía sentir esa hambre con la que la miraba a Sara, quien se imponía en altura y tamaño frente a el, exhibiendo su cuerpo y traje sexy, especialmente preparado para el show de hoy.
Daniel giro a Sara sobre si misma, dejándose mover por el pequeño muchacho delante suyo, el pequeño short que traía se metía entre sus nalgas, dejando ver un espectáculo de culo que solo las tierras colombianas pueden proveer.
Yo le indique a mi primo donde sentarse, la sala era en L, yo me senté en un costado y le indique a Daniel su lugar con el dedo, esperando a que sara volviera y prestando mínimamente atención al partido que estaba por empezar.
Momentos después, apareció sara trayendo una olla con crispetas y un six de poker, camino desde la cocina hasta la mesa de centro, meneando esas caderas que me encantaban, dejando ambas cosas en ella.
Amor, siéntate con Danielito, que ya les cuento que vamos a hacer. - Dije sonriendo y destapando 2 de las latas.
Sara obedeció y se sentó junto a mi primo, cruzando uno de sus brazos tras su nuca, como abrazándolo y acariciando su cabello mientras ambos me miraban, expectantes a que les iba a decir.
Luego de esa breve recocha, empezó la faena y el partido, mi primo estaba solo con su camibuso del colegio (camiseta blanca de botones) y sus boxers, Sara quien le había ayudado a quitarse el pantalón, estaba ahora sentada al otro costado, para que yo pudiera observar bien del show.
Fue así, como sara empezó a mover sus uñas sobre los muslos de mi primo, desde la rodilla, hasta donde empezaba el boxer, su erección ya estaba presente.
También empezó a atacar su oído izquierdo, respirándole cerca y dejando salir gemidos seductores y cosas sucias.
Mi primo abrió sus piernas relajándose, pero cerrando sus ojos para poder disfrutar de la experiencia, mientras yo miraba tanto el partido, como mi show privado, podía ver el paquete de mi primo apretado en su boxer ya.
En esta ocasión, les quiero compartir la anécdota de mi segunda sesión de stagging, compartiendo a mi novia (de ese entonces) Sara de casi 30 años, con mi primo Daniel, de 1X.
Bien, para los nuevos acá, les recomendaría leer la primera anécdota narrada en:
Bien, un poco de contexto nuevamente a manera de resumen. Soy un tipo que siempre ha gustado de las mujeres mayores, quizá por qué me ví moldeado así por mis primeras relaciones sexuales y el contexto cultural en el que crecí.
Por esa razón, mi pareja de ese entonces (por qué esto sucedió ya hace bastante) llamada Sara, era algunos años mayor que yo.
Gracias a algunos encuentros en reuniones familiares en los que ante ciertas miradas y actitudes propias de las hormonas de mi primo Daniel para con Sara, decidimos tener un encuentro stagging, dónde termine prestándole a mi novia para que perdiera su virginidad, fue una tarde de mucho sexo y escenas degeneradas, principalmente por la diferencia de edad, tamaño y contextura entre mi primo (un jovencito delgado y bajito, de no más de 1.50) y Sara, mi novia, quien para recordar, era una chica alta de 1.70 de estatura, de cabello corto y tinturado cobrizo, de pechos pequeños, abdomen convencional, pero de caderas anchas y nalgas muy grandes y jugosas, sin mencionar sus preciosos muslos.
Bien, luego de esa tarde de sexo sucio y degenerado, pasaron algunas semanas, no entraré en detalles monótonos y aburridos sobre otros temas sin importancia propios de nuestras vidas cotidianas, solo rescatando un par de conversaciones extras con mi primo de camino a casa esa noche en mi vehículo y un par de conversaciones por facebook días después, dónde lo recochaba recordándole el encuentro con Sara.
Lo mismo con ella, luego de esa tarde, nos volvimos un poco más confidentes y abiertos (más de lo que ya estábamos, por qué si leyeron la primer parte, recordarán que me come que me encantaba exibirla en la calle, comprándole prendas ajustadas y reveladoras, por qué soy un degenerado al que le encanta ver cómo otros hombres miraban mi hembra), recordamos unas cuantas veces más esa tarde luego de coger como lo hacíamos ambos.
Cierto día, luego de una sesión de sexo sucio y ruidoso en el motel “rumores” de cali, estábamos Sara y yo descansando un poco en el jacuzzi (habíamos salido de vernos “The Croods” en cine (una pelicula pitera de unos cavernicolas), y la había hecho vestir un short blanco algo apretado, una blusa de tiritas sin Bra para que se le marcarán los pezones en ellos y una tanguita de encaje diminuta, apenas terminó la peli, corrimos a mi carro y salimos en dirección al motel), tocamos el tema de mi primo de nuevo, habían pasado ya algunas semanas y se me empezó a antojar un show de sexo degenerado entre ellos dos nuevamente, así que. Le toque el tema directamente.
- ¿Oye amor, te gustaría otra tarde de sexo sucio y degenerado con Daniel otra vez?
- Uish, pero si lo dices así suena muy mal jajaja, pero pues papi, será que si querrá repetir conmigo? – reacciono Sara algo risueña.
- Pues yo sé que el esta matado con tu culo, me tienes loco a mí, ¡imagínate ahora a este huevón con esas hormonas al 100!
- ¿Bueno, pero pues, cómo sería? ¿Repetimos así tal cual ese día? O que se te ocurre? – pregunto Sara con una leve expresión de malicia en su rostro
- Déjame pienso en algo y le comento a él mañana, te contaré que me responde.
Palabras más, palabras menos, pero así, sin tanto rodeo, convencí s mi novia de tirarse de nuevo a mi primo, obviamente, convencerlo a él de cogérsela de nuevo, no fue nada difícil, él estaba deseoso por otra lección de sexo sucio con esa potra que le quitó la virginidad.
Ahora, me tocaba a mí, si algo nos caracteriza a los hombres que queremos controlar este tipo de encuentros, es que queremos que sea un show que se arme poco a poco y fue lo que se me ocurrió, preparar un show mucho más natural que la vez pasada.
Pensé que sería una buena idea vernos un partido de la selección, estábamos en las clasificatorias al mundial del 2014 y se venía el mítico encuentro entre Colombia y Bolivia ese marzo, fue ahí donde se me prendió el bombillo; ¿por qué no una tarde de futbol, cerveza y sexo? Recién le había comprado a Sara una blusa ombliguera de la selección y unos shorts azules (que hacían juego), para justamente eso, culiar luego de los partidos de la selección, pero que no habíamos tenido chance de usar aun, era el momento perfecto.
Esa noche, luego del trabajo le Conte a Sara sobre mi idea, la cual acepto muy entusiasmada, así que momentos después, le marque a mi primo para invitarlo.
- ¿Toes que pri? ¿Bien o qué? - Le pregunte luego de que contestara.
- Jaja hola pri, bien, ¿terminando unas tareas del colegio y escuchando música y vos qué? - Respondió Daniel.
- No nada, aquí parchado, llegue del trabajo y en un rato me voy a culiar a sara antes de dormir jaja
- ¿No jodas weon jaja, me llamaste pa restregarme eso? Mucho hpta vos jajaja
- En parte si jaja, pero vos sabes que el viernes juega Colombia ¿no? A las 3, contra Bolivia. - le aclare a mi primo
- Si claro pri, ¿por? - Preguntó Daniel, como medio sospechando mis intenciones.
- Ah pues, perate te paso a Sara que te quiere decir algo.
Respondí pasándole el celular a Sara que estaba a mi lado.
Hola primito... ¿cómo está mi joven (+18) juicioso? - Saludó Sara poniendo su voz lo más porno posible, tanto que hasta yo me empecé a calentar.
No pude escuchar lo que mi primo respondía, así que solo pondré lo que Sara decía.
- ¿Yo? Muy bien papi... quería saber si el viernes Tenes un tiempito. -Respondía Sara mientras me miraba, ella sabía que yo disfrutaba del espectáculo.
- ¿cómo que un tiempito para qué? Tan bobito, pues para tu primita Sara... ¿o es que no quieres verme otra vez bebe?
Mientras ella hablaba, yo ya estaba caliente a tope, esperaba que colgará para tirarmela.
- Bueno papi, te espero entonces el viernes, ¿bueno? Para que veamos el partido acá en mi apartamento con tu primo, tengo por ahí una sorpresita. Termino Sara, me retorna el celular y me ofrece esa sonrisa de morbo y complicidad.
- Bueno pri, ya la escuchaste, ¿paso por vos después del colegio?, ¿salís a las 12 maso verdad?
- Sisa pri, a la 1, pero si me recoges antes, no hay problema, ¿el partido es a las 2 o 3 no?
- Si, pero este weon convencido que va a venir a ver futbol jajaja.
Momentos después, terminé la llamada y me dispuse a culiar con sara antes de dormir.
Avance rápido hasta ese viernes, nos habían dado ese día libre en la empresa, precisamente por el partido y la fiebre mundialista, así que estaba libre, igual Sara, a eso de las 9 de la mañana la lleve al salón de belleza que ella frecuenta, tenía que estar igual de rica que en el encuentro pasado así que desde el día anterior había separado su cita.
Luego de dejarla en el salón, me dirigí de nuevo a Jamundí (recuerden que es un viaje de 2 horas ida y vuelta aprox), recogí a mi primo en el colegio, de regreso nos compramos algo para ir picando, le había pedido que trajera su crema dental y cepillo, por qué pues, el aseo es primero chavos y de regreso a casa platicamos de nuevo de cosas triviales.
A diferencia de la primera vez, en esta ocasión Daniel no iba nervioso, al contrario, es como si la culeada de la vez pasada con Sara, lo hubiera llenado de confianza en si mismo, y pues es natural ¿no?, ya no era más un joven (+18) después de eso.
Mientras íbamos en carretera, por el sur, me llego un mensaje de Sara, que me decía que estaba ya en casa, comiendo algo antes de alistarse, que había puesto a hacer crispetas y que ya tenía las cervecitas en la nevera.
- Dice que ya te está esperando Sara en el apartamento pri jaja – Le dije a mi primo quien venia de copiloto escuchando música.
- Jum, me imagino, ¿cómo va a ser hoy entonces pri? - Pregunto daniel.
- Bueno, ahora que lleguemos te vas a dar cuenta ome afanaó - le dije mientras le daba un zape riéndome.
Seguimos el camino y en unos 40 minutos estábamos subiendo ya al apartamento, eran ya como la 1:45 de la tarde aproximadamente, llegamos y pese a que obviamente tengo llave, le pedí a daniel que tocara la puerta.
Para los que no recuerden, Sara es una mujer algo alta, de 1.75, cara bonita, ojos cafés, cabello corto tinturado de cobre rojizo, piel blanquita, de pechos pequeños, pezones normalitos, cadera ancha, algo de grasita en la barriga, nalgas y muslos grandes, especialmente ese culo, gigante, suave y sabroso.
Momentos después abrió Sara, quien a diferencia de la vez pasada que solo traia una bata de baño para ocultar la lencería de sirvienta (maid), esta vez tenía puesta el top ombliguero de la selección, de tela delgada, que permitía que sus pequeños pechos se marcaran bastante bien, unos shorts azules de futbol femeninos (que parecían más bien cacheteros de lo apretados que se veían), solo que este short era probablemente de una talla menor, pues se notaba que era demasiado corto y apretado, marcando bastante su cameltoe y culo gigante, unas medias hasta las rodillas de futbol (mías, porque a veces me gustaba jugar en sintética), unos tenis deportivos que hacían juego con el resto de su traje y un choker negro en el cuello.
Obviamente estaba super producida, recuerden que estuvo en el salón de belleza esa mañana, estaba muy bien maquillada, un colorete rojo oscuro en sus labios, pestañas, sombra en sus ojos, estaba hecha toda una hembra, una actriz porno en todo su esplendor.
- Hooola primito! Te estaba esperando ya. - Dijo sara efusivamente al abrir la puerta y vernos, casi poniéndose en frente de la puerta.
- Ton... Tonces Sarita! Si, ya llegamos... - Tartamudeo un poco saludando de la manera más pendeja posible, supongo que es imposible no ponerse nervioso en esa situación.
Yo solo sonreí a ambos desde atrás, mientras disfrutaba la interacción, antes de entrar al apartamento, cerrando la puerta tras de mí.
¿Bueno y es que no me vas a saludar como se debe danielito? - pregunto sara dejándonos pasar a ambos.
Daniel solo sonrió y camino hacia ella para intentar darle un beso en la mejilla, sara le sonrió y le dijo.
¿Ya tenemos como más confiancita para que solo intentes darme un beso así, no crees primito? - Inclinándose un poco hacia adelante y poder quedar a la altura de mi primo, pues recuerden que es mucho más bajito que ella.
Yo solo caminé hacia el sofá y me senté mientras veía la escena, Daniel se giró hacia mi como pidiéndome permiso para seguir, pues recordando las reglas del primer encuentro, no podía besarla en los labios.
- Nonas, todavía no, invéntate otra forma de saludarla jaja. - Dije mientras le lanzaba una mirada morbosa a Sara.
- Ay papí, no molestes a tu primito, dejá que agarre confianza un poquito. - Respondía sara mientras estaba inclinada frente a Daniel.
Mi primo entonces se acercó y le dio un beso de medialuna, a lo que sara se acercó a su oído y le susurro:
- Estas muy guapo con tu uniforme de colegio primito. - Susurró para luego morderle la oreja sexymente.
- Egh, amor, pero aguántame al muchacho, déjalo llegar jaja – Dije mientras buscaba el control para prender el Tv y buscar el partido.
- ¿Bueno y que tal mi uniforme primito? ¿Qué tal me veo? Si me contratarían de jugadora? Jajaja – Dijo sara mientras daba unos pasos hacia atrás para exhibir su outfit a Daniel, como a mí.
Daniel miro de abajo hacia arriba, pese a que desde mi puesto no podía ver el rostro de mi pequeño primo, podía sentir esa hambre con la que la miraba a Sara, quien se imponía en altura y tamaño frente a el, exhibiendo su cuerpo y traje sexy, especialmente preparado para el show de hoy.
- Date la vuelta para terminar de examinar ese culo mamasota – Exclamo Daniel, tomándola de la cintura y haciéndola girar para poder ver el mejor atributo de Sara, su culo.
- Uy pero primito, desde cuando tan confianzudo? - Sara dejo salir un gemidito de sorpresa ante tan súbita acción de mi primo.
- Está creciendo mi amor, es normal que agarre confianza teniendo una profesora como tú. - Dije riéndome mientras veía desde el sofá.
Daniel giro a Sara sobre si misma, dejándose mover por el pequeño muchacho delante suyo, el pequeño short que traía se metía entre sus nalgas, dejando ver un espectáculo de culo que solo las tierras colombianas pueden proveer.
- ¿qué tal primito? ¿cómo se ve mi uniforme? ¿si te gusta lo que me puse? - Preguntó sara, poniendo su voz porna, ya había empezado a calentarse también.
- Ufff Sara, este short se va a reventar con ese culote tuyo, que rico parce! - Dijo emocionado mi primo.
- Bueno, vení sentate acá pri, que ya no demora en empezar el partido, amor, ¿porque no te vas trayendo las crispetas y la cerveza de la nevera? - Interrumpí la escena, pidiéndole a sara que trajera los aperitivos.
- Si papí, ya las llevo, dany, primito ve a sentarte que ya seguimos. - Respondió sara, mandando a mi primo a sentarse.
Yo le indique a mi primo donde sentarse, la sala era en L, yo me senté en un costado y le indique a Daniel su lugar con el dedo, esperando a que sara volviera y prestando mínimamente atención al partido que estaba por empezar.
Momentos después, apareció sara trayendo una olla con crispetas y un six de poker, camino desde la cocina hasta la mesa de centro, meneando esas caderas que me encantaban, dejando ambas cosas en ella.
Amor, siéntate con Danielito, que ya les cuento que vamos a hacer. - Dije sonriendo y destapando 2 de las latas.
Sara obedeció y se sentó junto a mi primo, cruzando uno de sus brazos tras su nuca, como abrazándolo y acariciando su cabello mientras ambos me miraban, expectantes a que les iba a decir.
- Bueno, la idea de hoy es simple, amor vas a dedicarte a torturar a danielito durante los primeros 5 minutos del partido, quítale el pantalón, déjale el camibuso y tortúralo como queras, Dani, pri, vos solo Tenes que aguantar, no podés tocarla, ni besarla, y no podés responderle a nada de lo que ella te diga, si aguantas los primeros 5 minutos, te dejo quitarle el short a Sara y se la devolves a ella, y si antes de los 10 minutos colombia mete gol, los dejo ir al cuarto, ¿ok? - Dije sonriendo y pasándole una lata de poker a Daniel, a lo que sara la tomo sonriendo y dijo.
- No me le des cerveza al bebe degenerado, el no puede tomar aun jajaja – Dijo sara tomando un sorbo grande de cerveza
- Ehg, pero ni que fuera tan pequeño pues, además, como así que no puedo tomar cerveza, pero si culiar? Jaja - Respondío entre risas daniel.
- Bueno, está bien, toma un sorbo y te quitas esos pantalones que ya escuchaste a tu primo. - Respondió Sara, dándole de la lata a mi primo.
Luego de esa breve recocha, empezó la faena y el partido, mi primo estaba solo con su camibuso del colegio (camiseta blanca de botones) y sus boxers, Sara quien le había ayudado a quitarse el pantalón, estaba ahora sentada al otro costado, para que yo pudiera observar bien del show.
Fue así, como sara empezó a mover sus uñas sobre los muslos de mi primo, desde la rodilla, hasta donde empezaba el boxer, su erección ya estaba presente.
También empezó a atacar su oído izquierdo, respirándole cerca y dejando salir gemidos seductores y cosas sucias.
- ¿has pensado en mi, primito? - susurraba Sara en el oído de mi primo con su voz porna activada.
- ¿si te he hecho falta desde ese día mi amor? - Ahora dándole besitos en la mejilla.
Mi primo abrió sus piernas relajándose, pero cerrando sus ojos para poder disfrutar de la experiencia, mientras yo miraba tanto el partido, como mi show privado, podía ver el paquete de mi primo apretado en su boxer ya.
- Hmmm... porque yo si te he pensado a ti bebe... - gemía sara a su oído, ya le había dejado marcas de labial en todo ese lado del rostro.
- He estado pensando en esa verga de hombre que tenes acá abajo... - Dijo sara mientras llevaba su mano ahora hacia su boxer.
- ¿Esta algo apretado aquí abajo, no crees primito? - Sara movía su dedo por debajo del elástico del boxer de Daniel
