Ese es el gran problema con los reservados, que les gusta atraer clientes con mentiras confiando en que cuando llegue la calentura lo haga escoger alguna. Prometen varias cosas porque no son ellas las que contestan sino los administradores. Claro uno como cliente también la embarra dejándose ganar de las ganas. En los Reservados siempre hay que ir pensando en que la del anuncio quizá no exista o esté ocupada, y pedir presentación; tal vez se le pueda hablar a la chica preguntando por los servicios que da y si no son los que uno busca cambiarla.