Bueno como ya llevo rato jubilado del cateo no me queda mas que revivir este tema para desparcharme. Me acorde de algo curioso que me paso hace ya un tiempo, tuve una experiencia con una amiga de otra a la que había catado antes, con la que me había ido bien pero ese día no podía salir y me mando a la amiga, la cual en fotos se veía muy bien, pero en persona cayo varios puntos, igual ya con las ganas seguí en la misión, para resumir la parte menos importante de la anécdota el polvo fue muy regular tirando a malo, no disfrute mucho la verdad y hasta perdía la erección casi de inmediato, oral al natural pero sin ganas, los senos no los tenia nada bonitos (dos hijos) y en general mal polvo, muy lo opuesto a su amiga, lastima que no la espere a ella, pero bueno, el detalle es que al ver que la vaina no estaba buena yo dije que ya tenia que irme y que nos cambiáramos, pensé darle menos plata porque aja, pero le note un aire a mujer problemática y le di lo acordado completo 150.000, ademas para no dañar la relación con la otra a la me pienso volver a culiar algún día. Tras que la muy... se demoro como media hora maquillándose y ademas saco un gatorade sin preguntar (no se lo habría negado tampoco) cuando ya vamos como a 5 cuadras del motel me dice: "Yo que hice la plata?". Inmediatamente yo pensé: "Ni crea que me voy a comer ese cuento, a mi no me va a sacar mas plata" pues me imagine que su intención era que por lastima yo le pagara de nuevo o le diera algo mas, en fin yo en plan muy "Me vale verga tu plata" le dije que la llevaba de vuelta a preguntar si la había dejado en la habitación, pero que de ahí en adelante era problema suyo. Nos devolvimos y por el camino iba haciendo lamentos y demás que reforzaban mi teoría "Esta me quiere tocar el corazón pero se va a joder". Al llegar pregunte a la recepcionista, quien mando a verificar si había dinero en el cuarto, y efectivamente lo habían encontrado, la muchacha llevo el dinero hasta el carro y se le veía con cara de decepción jajaja pensaba que ya había coronado 150 del alma, pero le toco devolverlos. Bueno, me sentí un poco mal por haber pensado que la otra me quería tumbar, pero se me quito enseguida pues ya iba ganada habiendo culiado mal.