villaseca
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Parte final - Amor Vs Dinero
Habían pasado ya dos años desde el día en el que Diana Paola me había confesado su amor y habíamos iniciado una relación. Ella había sido al tiempo la mejor y la peor pareja. Por un lado su actitud, su personalidad, su estilo, y por supuesto, el sexo. Por otro lado se había convertido en una carga económica pesadísima. Pero sin estar acostumbrado, me fui adaptando a tener una "economía ajustada" a cambio de andar con una mujer espectacular. Pero en la vida nada es estático. Un par de grandes proyectos mal manejados llevaron la crisis a la empresa para la que trabajaba. Llegó el temido recorte de personal casi sin aviso, y, de repente, el ingreso con el que mantenía mi actual estilo de vida, y el de ella, ya no existía.
Siendo lo mas sincero posible le comuniqué la situación a Diana Paola, con el temor de que me dejara o regresara a ser prepago, lo cual no soportaría. Ella fue totalmente comprensiva. "No te preocupes amor, cuentas conmigo, igual estaba pensando en conseguir algún trabajo para ayudarte". Wow, pensé, me gané la lotería. Pero entonces vino el choque de realidad. Cancelar el viaje que queríamos, dejar de ir a cenar, no comprarle lindos vestidos. Con cada situación ella colocaba su carita triste y yo decidía hacer "un esfuerzo mas" por la mujer que me estaba apoyando en el momento, que me había ayudado a trastear y que incluso, había pintado junto a mi el apartamento para evitar cobros extra. El sexo, eso si, seguía siendo el mejor.
Desde que quedé sin trabajo, pude aguantar casi tres meses el ritmo de gasto. Y entonces llegó la bancarrota. Un día comprando algo de mercado mi cuenta con fondos insuficientes. Necesitaba tarjetas de crédito para lo básico, y ahí, ya bien tarde, me di cuenta del grave error que cometía. Con rabia quise culpar a Diana Paola. Y en parte si era culpable. Pero tanto como yo, que no sabia decirle que no a nada.
Ese día la llame y le pedí vernos. Con lagrimas en los ojos le dije que no podía mas. Ella igual con lagrimas me pidió perdón. Nos besamos y me dijo que me ayudaría. Comenzó a adaptarse a mi ajustado presupuesto y tomó un trabajo como asistente en una EPS. Yo por mi lado finalmente conseguí un trabajo por un bajo salario. Apenas nos veíamos por cortos periodos de tiempo. Ambos cansados. La relación fue entrando a monotonía. Unos dos meses después empezamos a pelear mas y mas y parecía todo acabar. Se sentía mal no poder mantener el estilo de vida despreocupado y amplio de unos meses antes.
Pasaron unos días mas, y Diana Paola me llamó. "Quiero que hablemos", invitándome a su apartamento. Entré y llorando me dijo que en serio había intentado todo para evitar regresar a ese mundo, pero había sido imposible. "Yo necesito comprar mis cosas, estar bien, y no soporto estar ajustada. Tengo un hombre que me esta ayudando" dijo luego, "entiéndeme". Yo negaba con mi cabeza la posibilidad. "No quiero eso para ti" entonces Diana Paola se acercó al sofá donde estaba sentado, me puso las manos en el rostro, "te amo" y me empezó a besar. Lo hizo tan delicioso como siempre. Jugando con su lengua deliciosa. Nos fuimos desnudando completamente calientes, y entonces la baje al sofá, ella sentada, para chupar su exquisita vagina. "Si amor, dame mas" me decía en medio de gemidos y mientras me mamaba el pene que parecía ya estallar. Después subí y la penetre en la misma posición. Sacaba y metía mi pene rápidamente ante sus gemidos. Dame en 4, me dijo luego mientras se acomodaba en el sofá. Algunas nalgadas, y a penetrar. Duro, mas duro, la tomaba del cabello y ella jadeaba "que rico" Llegue adentro pero fue tan excitante que pude continuar. Ella bajo y me lo chupo completo, luego lo sacaba y lo lamia por los lados. Me sentó y cabalgó tan espectacular como siempre. Otro orgasmo sudoroso.
Al terminar, Diana Paola se bajó, "hay amor, cuando me haces el amor así me pones muy difícil mi decisión", suspiró, miró por su ventana por unos minutos... "lo siento amor, te amo, y mucho, pero no puedo seguir en una vida así". Se colocó una bata y me pidió vestirme. Yo la miraba con sorpresa, "vístete y sal, por favor" me dijo. Efectivamente lo hice, aun sorprendido. Al salir por la puerta Diana Paola me miró con sus hermosos ojos verdes que estaban un poco aguados, bajó la mirada y cerró la puerta. Seria la ultima vez que la vería directamente a esos ojos que me habían vuelto loco.
Pasarían varios años para salir de la crisis económica en que quede tras mi relación con Diana Paola. En ocasiones intentaba llamarla y me arrepentía. Unos meses después de este relato me acerque una tarde a su apartamento. Así varias veces hasta el día que la vi llegar con el hombre que la estaba ayudando. Un señor de unos 55 o 60 años, en un lujoso carro. La vi bajarse del vehículo, besar a su acompañante y entrar al edificio junto a el. En un momento hice contacto visual con ella. Nos miramos 2 o 3 segundos. Después ella besó a su acompañante y siguió al edificio. Al cerrar la puerta una ultima mirada hacia mi. Seria la ultima vez que la vería.
Tres o cuatro años tras nuestra relación, una invitación en Facebook. Diana Paola, con una foto de perfil frente a la torre Eiffel. En su mensaje decía que siempre me recordaba, y seria lindo mantener contacto. Ya había sufrido y vivido tanto tras ella que no quise nada mas, di ignorar mensaje, y nunca mas.
Me arrepiento por haber derrochado junto a ella uno de los mejores ingresos que llegue a tener. Mas de 5 años pasarían para tener un ingreso similar al que viví en aquella época. Me arrepiento de no haber parado a tiempo cuando lo económico se convirtió en una carga para mi. Sin embargo la experiencia de una relación con Diana Paola seria inolvidable. El sexo, su actitud, su espontaneidad. Su belleza. Al pasar los años aquella experiencia seria mi ejemplo para no perder la cabeza por prepagos que saben "conquistar" su cliente.
Pero debo admitirlo, como Diana Paola, ninguna.
Habían pasado ya dos años desde el día en el que Diana Paola me había confesado su amor y habíamos iniciado una relación. Ella había sido al tiempo la mejor y la peor pareja. Por un lado su actitud, su personalidad, su estilo, y por supuesto, el sexo. Por otro lado se había convertido en una carga económica pesadísima. Pero sin estar acostumbrado, me fui adaptando a tener una "economía ajustada" a cambio de andar con una mujer espectacular. Pero en la vida nada es estático. Un par de grandes proyectos mal manejados llevaron la crisis a la empresa para la que trabajaba. Llegó el temido recorte de personal casi sin aviso, y, de repente, el ingreso con el que mantenía mi actual estilo de vida, y el de ella, ya no existía.
Siendo lo mas sincero posible le comuniqué la situación a Diana Paola, con el temor de que me dejara o regresara a ser prepago, lo cual no soportaría. Ella fue totalmente comprensiva. "No te preocupes amor, cuentas conmigo, igual estaba pensando en conseguir algún trabajo para ayudarte". Wow, pensé, me gané la lotería. Pero entonces vino el choque de realidad. Cancelar el viaje que queríamos, dejar de ir a cenar, no comprarle lindos vestidos. Con cada situación ella colocaba su carita triste y yo decidía hacer "un esfuerzo mas" por la mujer que me estaba apoyando en el momento, que me había ayudado a trastear y que incluso, había pintado junto a mi el apartamento para evitar cobros extra. El sexo, eso si, seguía siendo el mejor.
Desde que quedé sin trabajo, pude aguantar casi tres meses el ritmo de gasto. Y entonces llegó la bancarrota. Un día comprando algo de mercado mi cuenta con fondos insuficientes. Necesitaba tarjetas de crédito para lo básico, y ahí, ya bien tarde, me di cuenta del grave error que cometía. Con rabia quise culpar a Diana Paola. Y en parte si era culpable. Pero tanto como yo, que no sabia decirle que no a nada.
Ese día la llame y le pedí vernos. Con lagrimas en los ojos le dije que no podía mas. Ella igual con lagrimas me pidió perdón. Nos besamos y me dijo que me ayudaría. Comenzó a adaptarse a mi ajustado presupuesto y tomó un trabajo como asistente en una EPS. Yo por mi lado finalmente conseguí un trabajo por un bajo salario. Apenas nos veíamos por cortos periodos de tiempo. Ambos cansados. La relación fue entrando a monotonía. Unos dos meses después empezamos a pelear mas y mas y parecía todo acabar. Se sentía mal no poder mantener el estilo de vida despreocupado y amplio de unos meses antes.
Pasaron unos días mas, y Diana Paola me llamó. "Quiero que hablemos", invitándome a su apartamento. Entré y llorando me dijo que en serio había intentado todo para evitar regresar a ese mundo, pero había sido imposible. "Yo necesito comprar mis cosas, estar bien, y no soporto estar ajustada. Tengo un hombre que me esta ayudando" dijo luego, "entiéndeme". Yo negaba con mi cabeza la posibilidad. "No quiero eso para ti" entonces Diana Paola se acercó al sofá donde estaba sentado, me puso las manos en el rostro, "te amo" y me empezó a besar. Lo hizo tan delicioso como siempre. Jugando con su lengua deliciosa. Nos fuimos desnudando completamente calientes, y entonces la baje al sofá, ella sentada, para chupar su exquisita vagina. "Si amor, dame mas" me decía en medio de gemidos y mientras me mamaba el pene que parecía ya estallar. Después subí y la penetre en la misma posición. Sacaba y metía mi pene rápidamente ante sus gemidos. Dame en 4, me dijo luego mientras se acomodaba en el sofá. Algunas nalgadas, y a penetrar. Duro, mas duro, la tomaba del cabello y ella jadeaba "que rico" Llegue adentro pero fue tan excitante que pude continuar. Ella bajo y me lo chupo completo, luego lo sacaba y lo lamia por los lados. Me sentó y cabalgó tan espectacular como siempre. Otro orgasmo sudoroso.
Al terminar, Diana Paola se bajó, "hay amor, cuando me haces el amor así me pones muy difícil mi decisión", suspiró, miró por su ventana por unos minutos... "lo siento amor, te amo, y mucho, pero no puedo seguir en una vida así". Se colocó una bata y me pidió vestirme. Yo la miraba con sorpresa, "vístete y sal, por favor" me dijo. Efectivamente lo hice, aun sorprendido. Al salir por la puerta Diana Paola me miró con sus hermosos ojos verdes que estaban un poco aguados, bajó la mirada y cerró la puerta. Seria la ultima vez que la vería directamente a esos ojos que me habían vuelto loco.
Pasarían varios años para salir de la crisis económica en que quede tras mi relación con Diana Paola. En ocasiones intentaba llamarla y me arrepentía. Unos meses después de este relato me acerque una tarde a su apartamento. Así varias veces hasta el día que la vi llegar con el hombre que la estaba ayudando. Un señor de unos 55 o 60 años, en un lujoso carro. La vi bajarse del vehículo, besar a su acompañante y entrar al edificio junto a el. En un momento hice contacto visual con ella. Nos miramos 2 o 3 segundos. Después ella besó a su acompañante y siguió al edificio. Al cerrar la puerta una ultima mirada hacia mi. Seria la ultima vez que la vería.
Tres o cuatro años tras nuestra relación, una invitación en Facebook. Diana Paola, con una foto de perfil frente a la torre Eiffel. En su mensaje decía que siempre me recordaba, y seria lindo mantener contacto. Ya había sufrido y vivido tanto tras ella que no quise nada mas, di ignorar mensaje, y nunca mas.
Me arrepiento por haber derrochado junto a ella uno de los mejores ingresos que llegue a tener. Mas de 5 años pasarían para tener un ingreso similar al que viví en aquella época. Me arrepiento de no haber parado a tiempo cuando lo económico se convirtió en una carga para mi. Sin embargo la experiencia de una relación con Diana Paola seria inolvidable. El sexo, su actitud, su espontaneidad. Su belleza. Al pasar los años aquella experiencia seria mi ejemplo para no perder la cabeza por prepagos que saben "conquistar" su cliente.
Pero debo admitirlo, como Diana Paola, ninguna.