AntonyDark
REGISTRADO
Siempre fui amante de los pechos grandes, me encantaban las mujeres de tetas grandes, los escotes pronunciados y adoraba cuando mis amigas me abrazaban estripando sus pechos con los mios, eran divinos y tenía mis estándares de pareja centrados en las tetas grandes, un día conocí a una chica, era atractiva, lindos ojos entre verde y café, tenía algunas pecas en su rostro y el pelo rizado en un castaño claro, cuando el sol le daba en el pelo se ponía rojizo, era muy linda y tenía un tono de voz un poco alocada pero no tenía ese encanto que para la época consideraba atractivo en las mujeres, tetas grandes y culo que hacía plo plo al moverse.
Según mis estandares para ese momento la chica clasificaba como la amiga perfecta, pechos pequeños, estaba siempre detrás mío, me invitaba a salir y siempre me hablaba de sexo y yo le contaba de las chicas que me gustaban, todas de tetas grandes, podía perdonar que no tuviesen el culo grande, pero si buscaba grandes pechos, ella me hablaba de las bondades de los pechos pequeños pero yo desestimaba, un día nos quedamos solos en casa y la conversación se puso más caliente, me dijo que era un idiota porque siempre estaba detrás de tetas muy grandes y veía como me frustraba porque había una chica que no me hacía caso.
En eso se acerca a mí y me dice, estoy segura de que cuando pruebes unos pechos pequeños saldrás de ese cliché que tienes en la mente, ella usaba una camisa blanca con un brasiery luego de decirme esto entró al baño y luego salió sin el brasier, podía ver sus pezones erectos a través de su ropa, automáticamente sentí el cambio me pareció atractivo pero seguía con mi idea en la mente, pensaba en que sería rico si fueran más grandes, ella sirvió un trago y me dió uno a mí, tomamos y brindamos, yo dije, por los pechos grandes y ella dijo, porque acabes ese cliché y se tomó un sorbo y luego comenzó a abrirse la camisa para quedar completamente expuesta.
Los nervios me saltaron al ver lo que hacía, me estaba mostrando sus pechos y si bien no eran grandes, en ese momento me di cuenta lo atractivo que eran los pechos pequeños, no llaman la atención por ser visiblemente grandes pero tiene tesoros ocultos que te llevan a un nivel diferente de imaginación, sus pezones eran rosaditos y tenía un lunar rojo en el centro de su pecho, ella me dijo que los tocaras y podía sentirla, cada seno quedaba perfectamente al tamaño de mi mano, se sentían suaves y ricos, estaban siempre en la misma posición, bien erguidos como ella acostumbraba a pararse se veían perfecto, ella preguntaba si me gustaba y tan pronto como me lo dijo la tomé de brazos por la espalda y la tiré hacia mí quedando con uno de sus pechos en mi boca, en ese momento sentí lo sublime que es chupar unas tetas pequeñas, aún era muy joven e inocente y gracias a ella entendí que aunque me gustan los pechos pequeños, no siempre lo que está expuesto es lo mejor, hay misterios divinos en la naturaleza de cada mujer y hasta en la chica más normal se pueden sacar las relaciones más ardientes.
Ese día hicimos el amor, luego de eso inició una relación que duró poco, eso también lo aprendí, si follas con tus amigas las relaciones acaban con más facilidad, pero en cierta forma lo disfruté mucho y creo que ella también vivió su momento, luego de eso los estándares cambiaron un poco, ver pechos pequeños activa sentidos de curiosidad que no tenía antes.
Según mis estandares para ese momento la chica clasificaba como la amiga perfecta, pechos pequeños, estaba siempre detrás mío, me invitaba a salir y siempre me hablaba de sexo y yo le contaba de las chicas que me gustaban, todas de tetas grandes, podía perdonar que no tuviesen el culo grande, pero si buscaba grandes pechos, ella me hablaba de las bondades de los pechos pequeños pero yo desestimaba, un día nos quedamos solos en casa y la conversación se puso más caliente, me dijo que era un idiota porque siempre estaba detrás de tetas muy grandes y veía como me frustraba porque había una chica que no me hacía caso.
En eso se acerca a mí y me dice, estoy segura de que cuando pruebes unos pechos pequeños saldrás de ese cliché que tienes en la mente, ella usaba una camisa blanca con un brasiery luego de decirme esto entró al baño y luego salió sin el brasier, podía ver sus pezones erectos a través de su ropa, automáticamente sentí el cambio me pareció atractivo pero seguía con mi idea en la mente, pensaba en que sería rico si fueran más grandes, ella sirvió un trago y me dió uno a mí, tomamos y brindamos, yo dije, por los pechos grandes y ella dijo, porque acabes ese cliché y se tomó un sorbo y luego comenzó a abrirse la camisa para quedar completamente expuesta.
Los nervios me saltaron al ver lo que hacía, me estaba mostrando sus pechos y si bien no eran grandes, en ese momento me di cuenta lo atractivo que eran los pechos pequeños, no llaman la atención por ser visiblemente grandes pero tiene tesoros ocultos que te llevan a un nivel diferente de imaginación, sus pezones eran rosaditos y tenía un lunar rojo en el centro de su pecho, ella me dijo que los tocaras y podía sentirla, cada seno quedaba perfectamente al tamaño de mi mano, se sentían suaves y ricos, estaban siempre en la misma posición, bien erguidos como ella acostumbraba a pararse se veían perfecto, ella preguntaba si me gustaba y tan pronto como me lo dijo la tomé de brazos por la espalda y la tiré hacia mí quedando con uno de sus pechos en mi boca, en ese momento sentí lo sublime que es chupar unas tetas pequeñas, aún era muy joven e inocente y gracias a ella entendí que aunque me gustan los pechos pequeños, no siempre lo que está expuesto es lo mejor, hay misterios divinos en la naturaleza de cada mujer y hasta en la chica más normal se pueden sacar las relaciones más ardientes.
Ese día hicimos el amor, luego de eso inició una relación que duró poco, eso también lo aprendí, si follas con tus amigas las relaciones acaban con más facilidad, pero en cierta forma lo disfruté mucho y creo que ella también vivió su momento, luego de eso los estándares cambiaron un poco, ver pechos pequeños activa sentidos de curiosidad que no tenía antes.