villaseca
REGISTRADO
- Registro
- OCT 2021
- MENSAJES
- 52
- Reacciones
- 37
- Puntos
- 18
bueno compañeros puteros, acá un relato de una situación curiosa que me ha venido pasando, tal vez a alguno le habrá pasado algo similar...
¿Dejé de ser putero?
Bueno empiezo contándoles que soy un putero con casi 20 años de experiencia. Desde que recibí una de esas famosas y sugestivas tarjetas ofreciendo "colegialas" en el sector de Marly en Bogotá a los 17 años empecé a ahorrar para ir por primera vez, y, desde entonces, me enganché a un mundo que considero fascinante. Todo el proceso de seleccionar una puta, negociar, pagarle y tenerla como propiedad por un rato es algo que encuentro absolutamente excitante. Nunca sentí culpa o me arrepentí de los gastos propios de ésta afición. Salvo un corto periodo de tiempo en el que me casé, en estos 20 años he frecuentado todo tipo de mujeres, disfrutando desde servicios callejeros hasta VIP. He tenido encuentros excelentes y pésimos, pero siempre he disfrutado todo este mundo.
Entrando en materia, tras la parada obligatoria que tuvimos que soportar por la pandemia, había tenido un muy buen reinicio de la vida puteril, encontrando algunos interesantes tesoros ocultos en el proceso. A finales de 2020 había encontrado un reservado por la castellana, otro por la 63 con 17 y 63 con 13, y algunas callejeras de gran servicio. Estaba bastante satisfecho y durante el 2021 disfrute bastante variedad.
A comienzos del presente año tuve un inicio movido, pero entonces empezaría el extraño problema que ahora me tiene loco. Fue el primer sábado de febrero. La noche anterior había salido con una camarera "amiguita" con la que tenia una especie de relacion casual , sin embargo los planes se habían arruinado esa ocasión pues me había llegado una visita de imprevisto a mi apartamento. Con la arrechera acumulada, ese sábado me dirigí a una de mis "fijas" para pasarla rico. Entré con una de mis favoritas. Como ya éramos conocidos, me besaba con lengua delicioso y eso me ponía a mil. Pero esa vez el impulso no era igual. No me sentía cómodo. Ella se dirigió a estimular mi verga y nada. Se paraba apenas tímidamente y caía. Confundido culpe al cansancio de la noche anterior, aunque era consiente que algo raro pasaba.
El resto del fin de semana me dedique a relajarme y olvidar el fiasco del sábado. Entre semana estuve ocupado y como el jueves o viernes me fui a buscar callejeras. De entrada sabia que había algo extraño. Generalmente el solo pensar en ir a buscar putas me excitaba, pero ahora lo sentia forzado. Sin embargo me di la oportunidad, pero aunque fui con toda la paciencia y observe varias chicas, nunca . me sentí completamente animado. Así que terminé sin hacer nada.
A la semana siguiente lo intente de nuevo y nada. No me animaba ninguna chica. La tercera decidí que seria la vencida. Me anime por la que medio me animó, una tetona con cara porno. Se ubica sobre la 22 en el costado sur, como a cuadra y media de la caracas. La chica se esmeró bastante. Chupó rico, se movia rico. Pero no me sentía en lo mio. No disfrutaba igual, aunque logre la ereccion y terminar, no era igual.
Tras una nueva frustración me detuve de nuevo unos días. Me sentía confundido. ¿Seria posible que de repente este mundo hubiese dejado de ser atractivo para mi? Me mantuve en abstinencia por dos semanas, y para el día de la mujer regresé buscando otra "fija". Esta vez era Paula, una chica que iba ocasionalmente a un reservado de chapinero, buscando la plata de la universidad. la habia conocido en diciembre y teniamos buena quimica. Segun ella apenas quedaba atendiendo unos pocos tipos con cita previa, entre ellos yo. Cuando la vi me excite completamente. Estaba en un pequeño baby doll de falda. Se veia realmente sexy. No aguante las ganas y la puse en 4, me puse el forro y me la comi deliciosamente. Después me pegaba a chupar teta mientras ella cabalgaba. Sus gemidos eran extremadamente sexys. Terminamos muy rico y estaba feliz de volver a mi mundo. Descanse cinco minutos y mi pesadilla regresó. Con todas las ganas del mundo la puse a chupar, pero la verga despertaba tímidamente y volvia a caer. No fue posible retomar. Era inesperado. Con las ganas acumuladas fácilmente hubiese podido repetir. Pero no respondía.
Al regresar al trabajo me encontré la camarera que les comente al inicio del relato. Nos pusimos una cita, bebimos y moteleamos sin ningún problema. Con la acumulación de ganas le di 3 o 4 veces en la noche. Esa mujer no se negaba a nada. Sali convencido que entonces tenia un problema con las putas. Así que tome medidas desesperadas. Decidi abstenerme de putear por todo el mes. Para abril regresaría con toda. Así lo hice. Por allá a mitad de abril me fui a tomarme una cerveza a santa fe. Encontre en la cra 16 entre 24 y 23 una mujer castaña, alta, cara de dulce. Se vestia con falditas muy rico. La mire, sentí algún mínimo impulso pero nuevamente no me hallaba. Di vueltas, mire varias mas, y nada. Frustrante. Asi que continue mi pausa.
A finales del mes me di la vuelta por el 7 de agosto. En la esquina de la calle 67 cra 21 costado norte vi una paisa. Tenia un vestido azul muy sexy. La detalle y me gustó mucho, pero desapareció al rato. Comi algo y vi que regreso. Fui por ella. Con toda la picardia del caso me dio sus servicios y entramos. La chupada era magistral. Apretando la verga entre sus labios. Uf. Me hizo disfrutar mucho. Despues la tome en misionero. Era rico, pero algo no cuadraba. Sin embargo disfrute un poco. Pero no era como antes...
Para mitad de mayo regresé a uno de mis reservados favoritos en chapinero. Varias de mis conocidas se habían ido. Dos veces fui y sali sin contratar a alguien por que perdía todo interés de inmediato. A la tercera me empezaron a cobrar. En este momento mi satisfacion viene de la camarera, y de Camila, una compañera de trabajo muy caliente y complaciente.
La verdad muchachos esta situación ha sido de lo mas extraño que me ha pasado. Nunca me habia pasado algo similar. Con cualquier otra mujer no tengo absolutamente ningun problema de desempeño, pero las putas no me generan la excitación de siempre. ¿Que he hecho entonces? Me he alejado del mundo puteril, esperando que con el tiempo regresen esas deliciosas ganas de salir a comprar una mujer y disfrutarla al máximo. Pero me temo que tal vez sea algo sin vuelta atrás... espero que no.
Espero sus comentarios, sobretodo si les ha pasado algo similar....
¿Dejé de ser putero?
Bueno empiezo contándoles que soy un putero con casi 20 años de experiencia. Desde que recibí una de esas famosas y sugestivas tarjetas ofreciendo "colegialas" en el sector de Marly en Bogotá a los 17 años empecé a ahorrar para ir por primera vez, y, desde entonces, me enganché a un mundo que considero fascinante. Todo el proceso de seleccionar una puta, negociar, pagarle y tenerla como propiedad por un rato es algo que encuentro absolutamente excitante. Nunca sentí culpa o me arrepentí de los gastos propios de ésta afición. Salvo un corto periodo de tiempo en el que me casé, en estos 20 años he frecuentado todo tipo de mujeres, disfrutando desde servicios callejeros hasta VIP. He tenido encuentros excelentes y pésimos, pero siempre he disfrutado todo este mundo.
Entrando en materia, tras la parada obligatoria que tuvimos que soportar por la pandemia, había tenido un muy buen reinicio de la vida puteril, encontrando algunos interesantes tesoros ocultos en el proceso. A finales de 2020 había encontrado un reservado por la castellana, otro por la 63 con 17 y 63 con 13, y algunas callejeras de gran servicio. Estaba bastante satisfecho y durante el 2021 disfrute bastante variedad.
A comienzos del presente año tuve un inicio movido, pero entonces empezaría el extraño problema que ahora me tiene loco. Fue el primer sábado de febrero. La noche anterior había salido con una camarera "amiguita" con la que tenia una especie de relacion casual , sin embargo los planes se habían arruinado esa ocasión pues me había llegado una visita de imprevisto a mi apartamento. Con la arrechera acumulada, ese sábado me dirigí a una de mis "fijas" para pasarla rico. Entré con una de mis favoritas. Como ya éramos conocidos, me besaba con lengua delicioso y eso me ponía a mil. Pero esa vez el impulso no era igual. No me sentía cómodo. Ella se dirigió a estimular mi verga y nada. Se paraba apenas tímidamente y caía. Confundido culpe al cansancio de la noche anterior, aunque era consiente que algo raro pasaba.
El resto del fin de semana me dedique a relajarme y olvidar el fiasco del sábado. Entre semana estuve ocupado y como el jueves o viernes me fui a buscar callejeras. De entrada sabia que había algo extraño. Generalmente el solo pensar en ir a buscar putas me excitaba, pero ahora lo sentia forzado. Sin embargo me di la oportunidad, pero aunque fui con toda la paciencia y observe varias chicas, nunca . me sentí completamente animado. Así que terminé sin hacer nada.
A la semana siguiente lo intente de nuevo y nada. No me animaba ninguna chica. La tercera decidí que seria la vencida. Me anime por la que medio me animó, una tetona con cara porno. Se ubica sobre la 22 en el costado sur, como a cuadra y media de la caracas. La chica se esmeró bastante. Chupó rico, se movia rico. Pero no me sentía en lo mio. No disfrutaba igual, aunque logre la ereccion y terminar, no era igual.
Tras una nueva frustración me detuve de nuevo unos días. Me sentía confundido. ¿Seria posible que de repente este mundo hubiese dejado de ser atractivo para mi? Me mantuve en abstinencia por dos semanas, y para el día de la mujer regresé buscando otra "fija". Esta vez era Paula, una chica que iba ocasionalmente a un reservado de chapinero, buscando la plata de la universidad. la habia conocido en diciembre y teniamos buena quimica. Segun ella apenas quedaba atendiendo unos pocos tipos con cita previa, entre ellos yo. Cuando la vi me excite completamente. Estaba en un pequeño baby doll de falda. Se veia realmente sexy. No aguante las ganas y la puse en 4, me puse el forro y me la comi deliciosamente. Después me pegaba a chupar teta mientras ella cabalgaba. Sus gemidos eran extremadamente sexys. Terminamos muy rico y estaba feliz de volver a mi mundo. Descanse cinco minutos y mi pesadilla regresó. Con todas las ganas del mundo la puse a chupar, pero la verga despertaba tímidamente y volvia a caer. No fue posible retomar. Era inesperado. Con las ganas acumuladas fácilmente hubiese podido repetir. Pero no respondía.
Al regresar al trabajo me encontré la camarera que les comente al inicio del relato. Nos pusimos una cita, bebimos y moteleamos sin ningún problema. Con la acumulación de ganas le di 3 o 4 veces en la noche. Esa mujer no se negaba a nada. Sali convencido que entonces tenia un problema con las putas. Así que tome medidas desesperadas. Decidi abstenerme de putear por todo el mes. Para abril regresaría con toda. Así lo hice. Por allá a mitad de abril me fui a tomarme una cerveza a santa fe. Encontre en la cra 16 entre 24 y 23 una mujer castaña, alta, cara de dulce. Se vestia con falditas muy rico. La mire, sentí algún mínimo impulso pero nuevamente no me hallaba. Di vueltas, mire varias mas, y nada. Frustrante. Asi que continue mi pausa.
A finales del mes me di la vuelta por el 7 de agosto. En la esquina de la calle 67 cra 21 costado norte vi una paisa. Tenia un vestido azul muy sexy. La detalle y me gustó mucho, pero desapareció al rato. Comi algo y vi que regreso. Fui por ella. Con toda la picardia del caso me dio sus servicios y entramos. La chupada era magistral. Apretando la verga entre sus labios. Uf. Me hizo disfrutar mucho. Despues la tome en misionero. Era rico, pero algo no cuadraba. Sin embargo disfrute un poco. Pero no era como antes...
Para mitad de mayo regresé a uno de mis reservados favoritos en chapinero. Varias de mis conocidas se habían ido. Dos veces fui y sali sin contratar a alguien por que perdía todo interés de inmediato. A la tercera me empezaron a cobrar. En este momento mi satisfacion viene de la camarera, y de Camila, una compañera de trabajo muy caliente y complaciente.
La verdad muchachos esta situación ha sido de lo mas extraño que me ha pasado. Nunca me habia pasado algo similar. Con cualquier otra mujer no tengo absolutamente ningun problema de desempeño, pero las putas no me generan la excitación de siempre. ¿Que he hecho entonces? Me he alejado del mundo puteril, esperando que con el tiempo regresen esas deliciosas ganas de salir a comprar una mujer y disfrutarla al máximo. Pero me temo que tal vez sea algo sin vuelta atrás... espero que no.
Espero sus comentarios, sobretodo si les ha pasado algo similar....