Eobard Thawne
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Llevaba tiempo posponiendo la reseña sobre ella por pereza más que nada, sin embargo, recientemente la preguntaron y me animé a lanzarla. Como la mayoría de mis reseñas, esta también será larga, así que les aconsejo ir hasta el párrafo final donde se resume toda la parafernalia expuesta en este texto y así se saltan lo que no les interesa, ya que escribo por el simple placer de escribir acerca de otro tipo de placeres.
Atributos Físicos y Generales
1) Nombre de la Escort: Melissa.
2) Estilo de Trabajo: Independiente.
3) Edad: Treinta y tantos.
4) Color de Piel: Blanca y suave.
5) Estatura: 1.60
6) Cara: Bonita, de madura pícara que sabe a lo que va.
7) Senos: Grandes, un poco caídos como es normal, pero duritos al tacto.
8) Cola: Considerable, acorde a su contextura.
Atributos NO Físicos
8) Aseo y Bioseguridad: No percibí olores extraños. Se lava cuidadosamente lo que se debe lavar.
9) ¿Da besos?: Sí, pero la calidad e intensidad dependen de la ocasión.
10) Calidad del oral / anal: El oral es muy bueno, pero al igual que los besos, depende del momento. El anal siempre es muy bueno, se esmera en acomodarse aunque le duela y eso me excita bastante.
11) Tarifa: 120k el domicilio dentro de Bucaramanga. Cuadramos amanecida pero olvidé el valor acordado.
Otros Atributos
12) Calidad del sitio: Normal, de mi elección.
13) En dónde fue el servicio: Hotel por la Isla.
14) ¿Es como las fotos?: Sí, con ángulos convenientes y retoque ligero, pero debido a la buena cantidad de material fotográfico que tiene, uno se puede hacer a la idea de lo que se va a encontrar.
15) Calificación final: 7/10
16) Comentario general:
Solicité los servicios de Melissa en diversas ocasiones, sobretodo por el tamaño de sus senos y el color de su piel, sumado a las cosas que promete hacer durante el encuentro, que casi siempre era de una o dos horas máximo. Cada ocasión fue bastante decente y, sin llegar a ser algo del otro mundo, uno se da por bien atendido con esta mujer. La ocasión que vengo a relatar es la de una amanecida, ya que el servicio es prácticamente igual a los anteriores de menor tiempo y me sirve para poner ejemplos en todo lo que creo necesario.
De entrada, la contacté por Whatsapp y me respondió con el mensaje que suelen enviar donde se detalla la información. Le hice unas preguntas extra y las respondió de manera directa sin ser grosera, dando a entender que no quería ser bombardeada con peticiones fuera de lo que ella misma ofrecía. No me preocupé ya que no suelo hacer peticiones por chat, es mejor de frente durante el calor del ajetreo. Le dije cuándo, dónde, cuadramos la tarifa, el tiempo, y me solicitó la ubicación en tiempo real para más seguridad. Por puro capricho de mi parte, le dije que no podía acceder a eso y respondió que entonces no podía atenderme; sin embargo, luego de comentarle algo particular de uno de nuestros encuentros, recordó quién era yo y aceptó, ya que le parecía alguien serio según sus palabras.
Como se ha mencionado, la dama en cuestión es gorda. Para mí esto nunca ha sido un problema pues me gustan las muchachas gorditas, sin embargo no es pecado tener preferencias y para otros no será de su agrado, lo cual es entendible. Mi opinión es que no es tan gorda como la pintan, es gordita normal, pero los ángulos de ciertas fotos hacen que uno se forje una idea diferente que choca con lo que se encuentra en la habitación.
En materia sexual, esta mujer es candela pura. Le gusta sentirse deseada y a veces incluso parece que no funciona del todo bien si uno no le demuestra deseo. Digo esto para explicar a qué me refería cuando dije que había cosas con ella que dependían del momento. Hubo ocasiones en las que me dejé llevar por mis impulsos y no fui tan atento con ella como siempre había sido, motivo por el cual se ponía tímida o incluso fastidiada de que yo quisiera hacerle de todo así de buenas a primeras. Descubrí que, oh sorpresa, ella es una mujer como cualquiera y tal como cualquier otra, funciona mejor si uno se toma la molestia de hacer las cosas bien. En esa amanecida iba con la idea de que ambos la pasáramos bien, así que trataba de seducirla, mostrarle deseo y proponerle las ideas en lugar de querer hacerlas a las malas, obteniendo siempre respuestas positivas ya que ella siempre intenta complacer.
En el servicio, empecé chupándole los senos, cosa que al parecer le gusta bastante como suele suceder con las mujeres tetonas. Estuve ahí el tiempo que se me dió la gana y no puso problema, incluso se apretaba los senos y me los metía a la boca, me hundía la cabeza en ellos y me decía cosas, como que si me gustaban, que si eran grandes, que esperara a la rusa que me iba a hacer, etc. Luego, la acosté en la cama con las piernas abiertas y empecé a hacerle un oral que aparentemente disfrutó, pues hizo los gestos de excitación que ya conozco en mi experiencia con mujeres y más con mujeres de senos grandes. Le introduje los dedos con intención de hacerla venir y me frenó diciendo que le daba sueño y no quería arruinar el ambiente que tanto costó armar. Empezó ahora ella con el oral al natural luego de limpiar al amigo con pañitos y cuando se lo metió a la boca, lo soltó de las manos y me miró a los ojos, entendí que iba a ser un oral muy bueno, porque acababa de darme las señales inequívocas de que podía penetrarle la boca a gusto. Acoto que no le gusta que la ahoguen demasiado, es decir, se deja agarrar la cabeza y guiar, pero nada en exceso, error que cometí en algún encuentro anterior. En esta ocasión, viendo que yo la estaba escuchando y no trataba de imponerle nada, se implicó más en el asunto y ella solita intentaba atragantarse y durar más con el pene en la boca. Duramos así hasta que quise venirme en su boca y me dijo que era adicional, le dije que no había problema, que abriera la boca y sacara la lengua. Si bien dió algunas arcadas mientras le caían mis hijos adentro, no se movió ni cerró la boca, aunque sí se levantó rápidamente a escupir todo eso.
Descansamos un rato arrunchados y cuando empezó a sentir que mi pene se ponía erecto nuevamente, me dijo que se lo restregara en las nalgas así acostados, pero me prohibió rotundamente introducirlo por cualquier agujero, cosa que de todas formas no pensaba hacer. La puse a mamarlo un rato corto, condón al amigo y para arriba. Aquí otra cosa en su contra y es que se cansa muy rápido, uno nota cómo la energía se le va acabando cada vez más rápido y cómo le cuesta cada vez más dar sentones. Sin embargo, de nuevo apelando a lo que dije sobre haberla tratado bien ya que sí da resultado, ella intentó aguantar todo lo que pudo, hacía descansos cortos encima de mi pene pero sin dejar de moverse en ningún momento. Cuando se cansaba de brincar, se restregaba encima con unos buenos movimientos en general, respiraba excesivamente agitada y cerraba los ojos, imagino que de la suma del cansancio y de lo que estaba sintiendo. Me dijo que ya se había cansado, pero que no me detuviera porque estaba a punto de venirse, así que activé mi físico (que evidentemente no es el de un atleta) decidido a terminar el trabajo que ella había iniciado. No pudimos terminar ahí porque nos ganó el cansancio, así que me pidió que cambiáramos de posición. La puse en cuatro y ella misma se abrió las nalgas mostrándome lo que había en medio e invitándome a seguir por detrás. Me reservo los comentarios al respecto para no sonar demasiado burdo, pero se dejó hacer lo que yo quise. Como a veces se quejaba del dolor ya que llevábamos un tiempo considerable haciéndolo por ahí, le dije que si no se aguantaba, yo no tenía problema en sacarlo y dejar descansar al amigo sin esquinas; su respuesta fue que le diera hasta que me viniera en sus nalgas y acaté la orden con el mayor de los gustos.
Para resumir, Melissa es una mujer fogosa, implicada en el asunto, una mujer a la que le gusta la verga y se le nota. Se cansa algo rápido en ciertas poses y su estado de ánimo suele depender mucho de lo que uno proponga, por ejemplo, le estresa si uno insiste demasiado en algo que ella no quiere, cosa que es normal, pero no es grosera para nada, incluso trata de negociar entre risas otras opciones cuando no quiere hacer algo. Es dueña de unas tetas apetecibles y un culo rico aguantador. Para mí, tiene barriga normal por la edad y su contextura, aunque no sería capaz de llevarle la contraria a alguien que crea que ella es gorda sin más. Por otro lado, insisto en la parte del buen trato, ya que sé que hay colegas que objetan diciendo que una puta debe atender bien sin importar su estado de ánimo y, si bien no estoy completamente en desacuerdo con eso, creo que uno debe buscar maneras para que las cosas se desarrollen a conveniencia de uno y resulta que saberlas tratar es bastante conveniente. Cabe aclarar que no estoy diciendo que ella atienda mal cuando no la tratan bien, no, solo que si usted es distante o quiere hacer todo a su modo sin que esté de acuerdo, ella se siente atropellada y no libera todo su potencial, como sucede con toda mujer.
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Atributos Físicos y Generales
1) Nombre de la Escort: Melissa.
2) Estilo de Trabajo: Independiente.
3) Edad: Treinta y tantos.
4) Color de Piel: Blanca y suave.
5) Estatura: 1.60
6) Cara: Bonita, de madura pícara que sabe a lo que va.
7) Senos: Grandes, un poco caídos como es normal, pero duritos al tacto.
8) Cola: Considerable, acorde a su contextura.
Atributos NO Físicos
8) Aseo y Bioseguridad: No percibí olores extraños. Se lava cuidadosamente lo que se debe lavar.
9) ¿Da besos?: Sí, pero la calidad e intensidad dependen de la ocasión.
10) Calidad del oral / anal: El oral es muy bueno, pero al igual que los besos, depende del momento. El anal siempre es muy bueno, se esmera en acomodarse aunque le duela y eso me excita bastante.
11) Tarifa: 120k el domicilio dentro de Bucaramanga. Cuadramos amanecida pero olvidé el valor acordado.
Otros Atributos
12) Calidad del sitio: Normal, de mi elección.
13) En dónde fue el servicio: Hotel por la Isla.
14) ¿Es como las fotos?: Sí, con ángulos convenientes y retoque ligero, pero debido a la buena cantidad de material fotográfico que tiene, uno se puede hacer a la idea de lo que se va a encontrar.
15) Calificación final: 7/10
16) Comentario general:
Solicité los servicios de Melissa en diversas ocasiones, sobretodo por el tamaño de sus senos y el color de su piel, sumado a las cosas que promete hacer durante el encuentro, que casi siempre era de una o dos horas máximo. Cada ocasión fue bastante decente y, sin llegar a ser algo del otro mundo, uno se da por bien atendido con esta mujer. La ocasión que vengo a relatar es la de una amanecida, ya que el servicio es prácticamente igual a los anteriores de menor tiempo y me sirve para poner ejemplos en todo lo que creo necesario.
De entrada, la contacté por Whatsapp y me respondió con el mensaje que suelen enviar donde se detalla la información. Le hice unas preguntas extra y las respondió de manera directa sin ser grosera, dando a entender que no quería ser bombardeada con peticiones fuera de lo que ella misma ofrecía. No me preocupé ya que no suelo hacer peticiones por chat, es mejor de frente durante el calor del ajetreo. Le dije cuándo, dónde, cuadramos la tarifa, el tiempo, y me solicitó la ubicación en tiempo real para más seguridad. Por puro capricho de mi parte, le dije que no podía acceder a eso y respondió que entonces no podía atenderme; sin embargo, luego de comentarle algo particular de uno de nuestros encuentros, recordó quién era yo y aceptó, ya que le parecía alguien serio según sus palabras.
Como se ha mencionado, la dama en cuestión es gorda. Para mí esto nunca ha sido un problema pues me gustan las muchachas gorditas, sin embargo no es pecado tener preferencias y para otros no será de su agrado, lo cual es entendible. Mi opinión es que no es tan gorda como la pintan, es gordita normal, pero los ángulos de ciertas fotos hacen que uno se forje una idea diferente que choca con lo que se encuentra en la habitación.
En materia sexual, esta mujer es candela pura. Le gusta sentirse deseada y a veces incluso parece que no funciona del todo bien si uno no le demuestra deseo. Digo esto para explicar a qué me refería cuando dije que había cosas con ella que dependían del momento. Hubo ocasiones en las que me dejé llevar por mis impulsos y no fui tan atento con ella como siempre había sido, motivo por el cual se ponía tímida o incluso fastidiada de que yo quisiera hacerle de todo así de buenas a primeras. Descubrí que, oh sorpresa, ella es una mujer como cualquiera y tal como cualquier otra, funciona mejor si uno se toma la molestia de hacer las cosas bien. En esa amanecida iba con la idea de que ambos la pasáramos bien, así que trataba de seducirla, mostrarle deseo y proponerle las ideas en lugar de querer hacerlas a las malas, obteniendo siempre respuestas positivas ya que ella siempre intenta complacer.
En el servicio, empecé chupándole los senos, cosa que al parecer le gusta bastante como suele suceder con las mujeres tetonas. Estuve ahí el tiempo que se me dió la gana y no puso problema, incluso se apretaba los senos y me los metía a la boca, me hundía la cabeza en ellos y me decía cosas, como que si me gustaban, que si eran grandes, que esperara a la rusa que me iba a hacer, etc. Luego, la acosté en la cama con las piernas abiertas y empecé a hacerle un oral que aparentemente disfrutó, pues hizo los gestos de excitación que ya conozco en mi experiencia con mujeres y más con mujeres de senos grandes. Le introduje los dedos con intención de hacerla venir y me frenó diciendo que le daba sueño y no quería arruinar el ambiente que tanto costó armar. Empezó ahora ella con el oral al natural luego de limpiar al amigo con pañitos y cuando se lo metió a la boca, lo soltó de las manos y me miró a los ojos, entendí que iba a ser un oral muy bueno, porque acababa de darme las señales inequívocas de que podía penetrarle la boca a gusto. Acoto que no le gusta que la ahoguen demasiado, es decir, se deja agarrar la cabeza y guiar, pero nada en exceso, error que cometí en algún encuentro anterior. En esta ocasión, viendo que yo la estaba escuchando y no trataba de imponerle nada, se implicó más en el asunto y ella solita intentaba atragantarse y durar más con el pene en la boca. Duramos así hasta que quise venirme en su boca y me dijo que era adicional, le dije que no había problema, que abriera la boca y sacara la lengua. Si bien dió algunas arcadas mientras le caían mis hijos adentro, no se movió ni cerró la boca, aunque sí se levantó rápidamente a escupir todo eso.
Descansamos un rato arrunchados y cuando empezó a sentir que mi pene se ponía erecto nuevamente, me dijo que se lo restregara en las nalgas así acostados, pero me prohibió rotundamente introducirlo por cualquier agujero, cosa que de todas formas no pensaba hacer. La puse a mamarlo un rato corto, condón al amigo y para arriba. Aquí otra cosa en su contra y es que se cansa muy rápido, uno nota cómo la energía se le va acabando cada vez más rápido y cómo le cuesta cada vez más dar sentones. Sin embargo, de nuevo apelando a lo que dije sobre haberla tratado bien ya que sí da resultado, ella intentó aguantar todo lo que pudo, hacía descansos cortos encima de mi pene pero sin dejar de moverse en ningún momento. Cuando se cansaba de brincar, se restregaba encima con unos buenos movimientos en general, respiraba excesivamente agitada y cerraba los ojos, imagino que de la suma del cansancio y de lo que estaba sintiendo. Me dijo que ya se había cansado, pero que no me detuviera porque estaba a punto de venirse, así que activé mi físico (que evidentemente no es el de un atleta) decidido a terminar el trabajo que ella había iniciado. No pudimos terminar ahí porque nos ganó el cansancio, así que me pidió que cambiáramos de posición. La puse en cuatro y ella misma se abrió las nalgas mostrándome lo que había en medio e invitándome a seguir por detrás. Me reservo los comentarios al respecto para no sonar demasiado burdo, pero se dejó hacer lo que yo quise. Como a veces se quejaba del dolor ya que llevábamos un tiempo considerable haciéndolo por ahí, le dije que si no se aguantaba, yo no tenía problema en sacarlo y dejar descansar al amigo sin esquinas; su respuesta fue que le diera hasta que me viniera en sus nalgas y acaté la orden con el mayor de los gustos.
Para resumir, Melissa es una mujer fogosa, implicada en el asunto, una mujer a la que le gusta la verga y se le nota. Se cansa algo rápido en ciertas poses y su estado de ánimo suele depender mucho de lo que uno proponga, por ejemplo, le estresa si uno insiste demasiado en algo que ella no quiere, cosa que es normal, pero no es grosera para nada, incluso trata de negociar entre risas otras opciones cuando no quiere hacer algo. Es dueña de unas tetas apetecibles y un culo rico aguantador. Para mí, tiene barriga normal por la edad y su contextura, aunque no sería capaz de llevarle la contraria a alguien que crea que ella es gorda sin más. Por otro lado, insisto en la parte del buen trato, ya que sé que hay colegas que objetan diciendo que una puta debe atender bien sin importar su estado de ánimo y, si bien no estoy completamente en desacuerdo con eso, creo que uno debe buscar maneras para que las cosas se desarrollen a conveniencia de uno y resulta que saberlas tratar es bastante conveniente. Cabe aclarar que no estoy diciendo que ella atienda mal cuando no la tratan bien, no, solo que si usted es distante o quiere hacer todo a su modo sin que esté de acuerdo, ella se siente atropellada y no libera todo su potencial, como sucede con toda mujer.
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y también los precios son diferentes. Podrías especificar hace cuánto tomaste el servicio?
