Definitivamente y sin caberme duda acerca de ello -exceptuando claro está a esa minoría de dones que aún mantienen este espacio en RCP perpetuo- el resto del foro ha sufrido una malformación que de no atacarse de raíz solo traerá el fin de este lugar tan apreciado por muchos catadores que encuentran en el mismo, una manera de expresarse y desahogar sus aventuras en este mundo.
En fin, sin más dilación comienzo.
Hace unas semanas tras unos encuentros en el spa de Lorena con el don
@El chino la fraternidad nació, por ello aún al día de hoy, mantenemos contacto por medio del foro. En nuestro último encuentro donde departimos, tomamos y cada cual tomó su respectivo servicio. A mí me surgió mencionar lo lindas que son las mujeres de cabello vistoso y cuidado. Entonces el don me recomendó a La crespa del paseo bolívar.
Días posteriores llegué al lugar señalado para tomar el servicio. Aunque al inicio la susodicha no hacía su aparición, y ya me disponía a partir por haber aguardado cerca de veinte minutos. Cómo por capricho del destino, justo cuando me levantaba de mi asiento, veo como viene hacía mi una mujer de contextura gruesa (no gorda), estatura mayor al promedio en la mujer, caderas gruesas, retaguardia grande y una cabellera negra rizada que me hizo recordar a esas bailarinas afro que acompañaban o conformaban grupos de música disco de los 70's tipo Boney M. . . Pero con un aliciente extra, la fémina con dicha cabellera la poseía no una mujer negra(con las cuales, cabe aclarar son incontables las experiencias dichosas que he vivido) sino, una trigueña que con sus tarros de tinto a la mano le otorgaban un no se qué de exquisitez por lo particular de la situación (con escorts callejeras solo con la Elemental de Murillo había estado)
Estando en esas ensoñaciones y mientras huía de su mirada al ella pasar a mi lado, ofreciendome su producto. Solo se me ocurrió corroborar que se trataba de la misma, llamándola al número que me habían suministrado; tras unos minutos de planeación debido al grado de exaltación en que me hallaba: el sitio público, lo concurrido del mismo y la cantidad de personas en ese momento, lograban una extraña mezcla de emociones en mi fuero interno: temor, desasosiego y ante todo, placer. Podría describirlo como lo que sentí la primera vez que ingresé a un sitio web porno en un café internet, dentro de una cabina y rodeado de otros comensales en demás cubículos.
La llamo, me atiende, pero la vergüenza pudo más y le colgué sin atenderle. Tomo aire, me pongo de pie y me le aproximó, para llenarme de más seguridad.
Estando a su lado la detallo con más precisión, ella obedeciendo a su instinto de vendedor me aborda y ofrece una vez más su producto. Yo sonrió y le digo: si eres tal cual como me describieron que serías. Pero debo decirte que en persona eres aún mas bella.
Ella se cohibe un poco, pero inmediatamente vuelve a tomar las riendas. Me responde: ¿quién eres? Alguien te habló de mi?
Yo una vez más sonrió y le respondo finalmente: me manda el chino, me recomendó tu servicio.
¿Cómo hacemos?
Ella, mostrándose algo incrédula al comienzo por no recordar. Pero inmediatamente su sonrisa al fin vio la luz. Me dice: tu me dirás cuánto deseas.
Yo que ya tenía tensada la entrepierna solo pude decirle: bueno, a mi ya me dijeron el lugar al que tenemos que ir. Si quieres adelantate y yo te sigo. .
Pero ella, viendo que estaba más que precavido por el lugar donde nos hallamos, me responde: tranquilo amor, si quieres mejor adelantate tú hasta la estatua de Bolívar, espérame ahí, cuando me veas pasar sígueme manteniendo cierta distancia y listo.
Yo compartí su resolución y partí.
Confieso que fueron realmente excitantes los minutos en los cuales aguardé su aparición ante la estatua del libertador, el camino que debí seguirla con la mirada hasta el motel ubicado detrás del edificio Avianca y los segundos en que, sacando mis pésimos roles actorales, esperé unos instantes frente al entrada del lugar y finalmente subí las escaleras.
El grado de morbo estaba en su más algida cúspide.
Ya estando en la habitación procedo a despojarme de cuánto traía encima, ella igualmente queda tal cual vino al mundo: su hermosa cabellera, amplias caderas y exorbitante trasero. Me tenían palpitando el miembro viril. Varias de las venas eran más que notables, pero ella al parecer tenía su atención depositada en una marca de nacimiento en una de mis piernas.
-¿Te duele?
-No tengas cuidado.
-Es muy curioso.
Procedemos a bañarnos por turnos, a pesar de haberle pedido hacerlo juntos. "lo siento, me baño sola. Ya es un ritual personal no sentirme vulnerable en la ducha".
Regresamos a la cama y comienza finalmente la acción.
De entrada me logra sorprender al tomar mi pene y comenzar a estimularlo al natural, su proceder fue tan vehemente desde el inicio que a pesar de estar a punto de decirle que, por qué no con con. . Ella ya me tenía imaginando cualquier imagen que contrastará con el jubiló de placer que me estaba proporcionando.
Subía y bajaba su práctica, mientras yo quedaba eclipsado por su cabello.
A los minutos cuando logré controlar el éxtasis para evitar correrme antes de tiempo, comienzo pidiéndole ver su trasero mientras ella seguía estimulandome oralmente.
Hasta el momento muchas meretrices me han congraciado al contemplarle sus curvas en vivo, siempre es un espectáculo sin comparación.
Ella continuaba chupándo como enajenada en su labor: ascendía y descendía. . Ascendía y descendía.
Entonces, procurando no tentar más mi estoicismo, le pido que me cabalgue de frente y en reversa.
Cómo una potra poseída saltaba encima de mi miembro, mientras al tiempo gemia de tal manera, que estuve a punto de perder la batalla, pero mordiéndome el labio logré controlarme.
A continuación la coloco en cuatro, y fue en dicha posición cuando todo mi libido pareció poseerme. Durante lo que se prolongó está posición no acaté de mesura o paciencia. La penetraba con tal vehemencia que ella en un momento, llegó a morder la almohada para poder ahogar sus gemidos que ya comenzaban a ser gritos enardecidos.
El borde cama sería la última posición. Ya en ese momento había más que aplacado el climax, así que solo fue cuestión de que ella al sentirme dentro suyo, moviera un poco las caderas para que así afloraran todos mis jugos. . . Caí de bruces a la cama, mientras ambos sudabamos(cuarto sin aire pensando que los días de lluvia de aquellos días reducirían la temperatura) ambos nos quedamos mirando y ambos, tras cada cual volver a vestirse, retomamos nuestras vidas.
-Contacto: 3023928117
-¿Dónde fue el servicio? Cra 45 con paseo Bolívar. Motel detrás del edificio Avianca.
-Calidad del servicio, ¿Lo recomienda ¿Repetiría? Por supuesto, la recomiendo. Eso sí, si no les gusta la adrenalina de estar rodeados de extraños para poder concretar un servicio. Aconsejo mejor citarla en dicho motel o pagarle domicilio.
-Calificación final: 8/10
El único lugar fue que al abrirme en vivencias románticas, ella mencionó que yo hablaba mucho. Una estupidez si te dan igual tales cosas emocionales.