La verdad es que el que quiere gusto paga gusto.
Respeto el gusto de los compañeros y también la tarifa de las sexoservidoras, pero la crisis de la pandemia ha dejado presupuestos justos, y yo en particular no pagaría por una sola un servicio a este precio en esta época, y eso que yo soy de los que dejaba 300 o 400 del sueldo Catar pero con la pandemia esto se ha puesto grave.