En este año, la legendaria Camila de Cariñosas del Cedro, antes de la cuarentena. Me tenía ya encoñado. Ese es mucho polvo y si se le podía meter por la nariz y las orejas, se la metía. Recorrí con mi chimbo toda la geografía de su piel y le revolqué todas las entrañas posibles. Aparte de eso, como ya era cliente de ella, había mucha confianza, lo que ayuda bastante en el placer. Mi pene la extraña mucho, pero me alegra que le esté yendo bien en las Españas.
En años pasados, me acuerdo de la paturra Pamela de la clínica. Las voliadas de cadera eran de alto voltaje, una vez hasta salió untado de popó y me importó un culo....jajajaja, le seguí dando y ella seguía hablando sucio y agitado. Para rematar esa misma ocasión se lo eché en la boca, ya que me decía "dame esa leche, la necesito, es mía". Lástima que no la he podido contactar para revivir esas extenuantes, pero placenteras jornadas.
Karol, la chiquitica de David, con más confianza y tiempo, es tremenda pedidora de cuerda. También la probé este año.