Nuevo año de vida con sus respectivos conflictos, metas infructuosas, sueños no cumplidos, etcétera.
Aún así es un año en el cual debo reconocer -tras secuelas de la pandemia- aprendí que estas mujeres meretrices dedicadas al acompañamiento y satisfacción de varones, también son seres tan vulnerables y sensibles como cualquier otro humano sobre la fas de la tierra.
Tienen sus problemas, afrontan miedos, superan obstáculos, tienen escasas oportunidades y, a pesar de todo -un porcentaje de estas-, procuran mantener una sonrisa y trato afable para con el cliente.
Al final de cuentas es este trabajo el que les permite llevar algo de alimento a sus bocas.
El día de ayer conmemoración de mi naticilio, inicié llegando al bar la orquídea antes de 4 PM, con la mala fortuna de hallar mas hombres que mujeres en el recinto; a continuación, tratando de ignorar la sofocante tarde de sol, emprendí el trayecto hacía el portal del prado para comunicarme con la señorita Marvel, una negra espectacular a la cual hace tiempo le sigo el rastro, pero que una vez mas fue imposible nuestro encuentro.
Sofocado y recuperando el aliento, decidí escribirle al colega @Dey para preguntarle alguna recomendación aledaña al lugar donde me hallaba(portal del prado)
El colega muy amablemente me recomienda el spa de Lorena, ubicado en la Cra 38 con calle 63 cerca al restaurante Las rocas; tras varios intentos fallidos para que un mototaxi me llevará calculé la distancia y pensé que algo de ejercicio no me haría daño, emprendo el recorrido, pero una vez logró llegar al destino, sentía como mis piernas exhaustas me pedían sentarme un momento.
Procedo a llamar al timbre del lugar, ingreso al mismo, me hacen la respectiva presentación de las féminas disponibles y me inclinó por Canela. Una teen tipo lolita, de piel morena, cabellera rizada, agradable sonrisa y con buenos encantos.
Entramos a la habitación, ella me pide un momento para salir a buscar lo necesario para el encuentro. Ahora solo en el cuarto me despojo de mis vestimentas, me arrecuesto en la cama a esperar y por un momento por poco el cansancio me hace quedar dormido.
Regresa Canela, se quita su vestimenta, comienza a dirigirme la palabra muy gratamente. Logrando que el ambiente fuera fortuito para la ocasión, lleno de confianza y armonía.
Había pedido los cuarenta minutos, por lo que me correspondía tener dos relaciones. Así que teniendo esto en mente, tras una entrevista de unos diez minutos para entrar en calor, le pido iniciar con la faena a Canela.
Aún recuerdo ese buen oral que me practicó sin importar en absoluto que fuese con preservativo. La chica tiene talento es ese aspecto.
En plena felación, cuando ya la excitación se apoderaba totalmente de mí, volteo a la fémina para quedar ambos en la famosa posición del sesenta y nueve. El éxtasis sexual albergaba nuestro corazones. Yo, enajenado por el placer que me generaba tener ese trasero en pleno rostro. Ella, posiblemente sorprendida por mi actuar, no podía disimular los gemidos que lograba despertarle mi práctica.
A pesar del aire acondicionado en la habitación, ambos cuerpos jadeaban por un frenesí de excitación, placer y ansías que podía olerse en el ambiente; entonces, estando mas que a punto de erección, continuamos a ubicarnos en mueble destinado a fines sexuales, que se encontraba en la habitación.
Ella encima mío de frente, gimiendo, jadeando, enajenada por el placer que le producía nuestro encuentro. Me cabalgaba como una potra en celo sin ensillar: fuerte, constante y sin pausa alguna -los primeros quince minutos-.
Yo, tratando de seguirle el ritmo, la embestia durante los puntos muertos en que ella pausaba los movimientos rítmicos de cadera, tomaba aire y era nuevamente sorprendida por mi ingenio.
Llegados al punto mas álgido de placer -y cuando estaba seguro que me encotraba en mi límite de resistencia-, comencé a sentir el hormigueo característico en la piernas que da anuncio al clímax.
En unos segundos la sensación se trasladó hacía mi entrepierna, tensé las piernas y afloraron mis jugos que quedarían resguardados por el látex que recubria mi virilidad.
Faltando unos quince minutos para concluir el tiempo pagado -y a la vez restando una relación mas por la promoción-, intenté que mi amigo del sur volviera a estar en posición de ataque, pero lamentablemente había quedado mas que complacido.
Entonces debido a lo anterior, me tomé el tiempo restante para interactuar con la chica. Conversaciones varias, Andrés Caicedo, literatura, anécdotas conocidas del mundo de las sexoservidoras, etcétera.
Finalmente llamaron a la puerta, me vestí en un santiamén, pedí usar el baño y me retiré con una sonrisa en el rostro después de tan buen servicio recibido.
Atributos Personales
1) Nombre de la Escort: Canela
2) Estilo de Trabajo: Spa
3) Edad: 20 años aproximados
4) Color de Piel: morena
5) Estatura: 1,64 cm aproximamente
6) Rostro: Bellos ojos y labios carnosos.
Conclusión rostro: 7.5
7)Cabello: café
8)Senos: medianos pezones grandes -piercing en ambos-, naturales.
9)Cola: Nada mal.
10) piernas: buenos muslos y caderona.
11)Abdomen: Está en forma, no tipo GYM pero se nota que la chica se cuida en su alimentación.
12)Vagina: Depilada, sin olores o señales de alerta, exquisita, embriagadora.
13)Pies y manos: pequeños, tiernos.
Otros Detalles
15)Aseo personal: buen aseo personal, bañada, olía rico, de hecho el olor característico al sexo durante nuestro acto -furor a fémina satisfecha- me acompañó horas después en mis dedos.
16)Calidad del Oral: Llegué a pensar por momentos que no tenía preservativo de lo bueno que lo realizaba.
17)Tarifa: 60 mil por cuarenta minutos con derecho a dos relaciones.
18) 19)Lugar del Encuentro: Cra 38 con calle 63 por el restaurante Las rocas.
20) ¿Es como las Fotos?: Efectivamente.
21)Calificación Final del Servicio: 9/10
Muy bueno. Desde mi arribo al lugar nunca sentí incomodidad alguna. El trato de las chicas es cordial y respetuoso.
El único lunar a resaltar fue el tener que pagar un extra por preservativos que según corroboré son de los que profamilia regala en los programas de adulto joven. Del resto no tengo quejas.
Aún así es un año en el cual debo reconocer -tras secuelas de la pandemia- aprendí que estas mujeres meretrices dedicadas al acompañamiento y satisfacción de varones, también son seres tan vulnerables y sensibles como cualquier otro humano sobre la fas de la tierra.
Tienen sus problemas, afrontan miedos, superan obstáculos, tienen escasas oportunidades y, a pesar de todo -un porcentaje de estas-, procuran mantener una sonrisa y trato afable para con el cliente.
Al final de cuentas es este trabajo el que les permite llevar algo de alimento a sus bocas.
El día de ayer conmemoración de mi naticilio, inicié llegando al bar la orquídea antes de 4 PM, con la mala fortuna de hallar mas hombres que mujeres en el recinto; a continuación, tratando de ignorar la sofocante tarde de sol, emprendí el trayecto hacía el portal del prado para comunicarme con la señorita Marvel, una negra espectacular a la cual hace tiempo le sigo el rastro, pero que una vez mas fue imposible nuestro encuentro.
Sofocado y recuperando el aliento, decidí escribirle al colega @Dey para preguntarle alguna recomendación aledaña al lugar donde me hallaba(portal del prado)
El colega muy amablemente me recomienda el spa de Lorena, ubicado en la Cra 38 con calle 63 cerca al restaurante Las rocas; tras varios intentos fallidos para que un mototaxi me llevará calculé la distancia y pensé que algo de ejercicio no me haría daño, emprendo el recorrido, pero una vez logró llegar al destino, sentía como mis piernas exhaustas me pedían sentarme un momento.
Procedo a llamar al timbre del lugar, ingreso al mismo, me hacen la respectiva presentación de las féminas disponibles y me inclinó por Canela. Una teen tipo lolita, de piel morena, cabellera rizada, agradable sonrisa y con buenos encantos.
Entramos a la habitación, ella me pide un momento para salir a buscar lo necesario para el encuentro. Ahora solo en el cuarto me despojo de mis vestimentas, me arrecuesto en la cama a esperar y por un momento por poco el cansancio me hace quedar dormido.
Regresa Canela, se quita su vestimenta, comienza a dirigirme la palabra muy gratamente. Logrando que el ambiente fuera fortuito para la ocasión, lleno de confianza y armonía.
Había pedido los cuarenta minutos, por lo que me correspondía tener dos relaciones. Así que teniendo esto en mente, tras una entrevista de unos diez minutos para entrar en calor, le pido iniciar con la faena a Canela.
Aún recuerdo ese buen oral que me practicó sin importar en absoluto que fuese con preservativo. La chica tiene talento es ese aspecto.
En plena felación, cuando ya la excitación se apoderaba totalmente de mí, volteo a la fémina para quedar ambos en la famosa posición del sesenta y nueve. El éxtasis sexual albergaba nuestro corazones. Yo, enajenado por el placer que me generaba tener ese trasero en pleno rostro. Ella, posiblemente sorprendida por mi actuar, no podía disimular los gemidos que lograba despertarle mi práctica.
A pesar del aire acondicionado en la habitación, ambos cuerpos jadeaban por un frenesí de excitación, placer y ansías que podía olerse en el ambiente; entonces, estando mas que a punto de erección, continuamos a ubicarnos en mueble destinado a fines sexuales, que se encontraba en la habitación.
Ella encima mío de frente, gimiendo, jadeando, enajenada por el placer que le producía nuestro encuentro. Me cabalgaba como una potra en celo sin ensillar: fuerte, constante y sin pausa alguna -los primeros quince minutos-.
Yo, tratando de seguirle el ritmo, la embestia durante los puntos muertos en que ella pausaba los movimientos rítmicos de cadera, tomaba aire y era nuevamente sorprendida por mi ingenio.
Llegados al punto mas álgido de placer -y cuando estaba seguro que me encotraba en mi límite de resistencia-, comencé a sentir el hormigueo característico en la piernas que da anuncio al clímax.
En unos segundos la sensación se trasladó hacía mi entrepierna, tensé las piernas y afloraron mis jugos que quedarían resguardados por el látex que recubria mi virilidad.
Faltando unos quince minutos para concluir el tiempo pagado -y a la vez restando una relación mas por la promoción-, intenté que mi amigo del sur volviera a estar en posición de ataque, pero lamentablemente había quedado mas que complacido.
Entonces debido a lo anterior, me tomé el tiempo restante para interactuar con la chica. Conversaciones varias, Andrés Caicedo, literatura, anécdotas conocidas del mundo de las sexoservidoras, etcétera.
Finalmente llamaron a la puerta, me vestí en un santiamén, pedí usar el baño y me retiré con una sonrisa en el rostro después de tan buen servicio recibido.
Atributos Personales
1) Nombre de la Escort: Canela
2) Estilo de Trabajo: Spa
3) Edad: 20 años aproximados
4) Color de Piel: morena
5) Estatura: 1,64 cm aproximamente
6) Rostro: Bellos ojos y labios carnosos.
Conclusión rostro: 7.5
7)Cabello: café
8)Senos: medianos pezones grandes -piercing en ambos-, naturales.
9)Cola: Nada mal.
10) piernas: buenos muslos y caderona.
11)Abdomen: Está en forma, no tipo GYM pero se nota que la chica se cuida en su alimentación.
12)Vagina: Depilada, sin olores o señales de alerta, exquisita, embriagadora.
13)Pies y manos: pequeños, tiernos.
Otros Detalles
15)Aseo personal: buen aseo personal, bañada, olía rico, de hecho el olor característico al sexo durante nuestro acto -furor a fémina satisfecha- me acompañó horas después en mis dedos.
16)Calidad del Oral: Llegué a pensar por momentos que no tenía preservativo de lo bueno que lo realizaba.
17)Tarifa: 60 mil por cuarenta minutos con derecho a dos relaciones.
18) 19)Lugar del Encuentro: Cra 38 con calle 63 por el restaurante Las rocas.
20) ¿Es como las Fotos?: Efectivamente.
21)Calificación Final del Servicio: 9/10
Muy bueno. Desde mi arribo al lugar nunca sentí incomodidad alguna. El trato de las chicas es cordial y respetuoso.
El único lunar a resaltar fue el tener que pagar un extra por preservativos que según corroboré son de los que profamilia regala en los programas de adulto joven. Del resto no tengo quejas.