JovenCaballero
REGISTRADO
--- Atributos Personales
1) Nombre de la Escort: Lolita (me reservo el nombre)
2) Estilo de Trabajo: casera
3) Edad: unos 19 años
4) Color de Piel: blanca
5) Estatura: como 1.55
6) Cara: bonita
7) Senos: pequeños
8) Cola: redonda
--- Otros Detalles
9) Aseo y Bioseguridad: se baña
10) Calidad del Oral: delicioso
11) Tarifa: 200 mil pesos sin límite de tiempo
12) Lugar del Encuentro: melendez
13) ¿Es como las Fotos?: es mejor en persona
14) Calificación Final del Servicio: 10 de 10
15) Comentario General:
16) Teléfono y/o Enlace Web del Anuncio:
Seré breve. Mi principal fetiche está en las "caseras", y hoy, me comí a una deliciosa Lolita con quién jugamos al dominante y la sumisa. Un polvo tan rico que se me pone dura con tan solo recordar.
En una página logré contactar a una mujer muy joven, acaba de cumplir 19 años. Hablamos por chat, le dije lo que buscaba y ella aceptó. Me dijo que pasara por ella a Melendez, fui y la esperé en frente a la iglesia. Cuando la vi a lo lejos me sentí exitado. Venía demasiado casual; dos colitas en su pelo, sin maquillaje, solo labial en su boca, una blusa, un pantalón deportivo y un bolso pequeño y unos lentes que la hacian lucir joven, inocnete y perversa. Se subió al carro, nos saludamos y luego de un par de palabras le pedí un beso para ir entrando en confianza.
Al principio fue simple y normal, sin pasión, pero luego de unos segundos, nos besabamos como dos adolescentes descubiendo el placer en la boca.
Nos prendimos tanto que metí mi mano por su pantalón y ya estaba húmeda. Al sacarla el olor a sexo y sudor inundó el carro, tomé su mano la mano la puse en mi verga y eso la puso más caliente, me sobó, apretó y agarró con ganas.
Vamos al motel le dije, prendí en carro, solté el botón del pantalón y la correa, desnudé mi verga, miré a la joven y le dije: chupala mientras llegamos. Ella sonrió y comenzó un oral delicioso y baboso.
Yo di varias vueltas antes de llegar al motel que quedaba a dos cuadras de la iglesia. Sí, en meléndez hay un motel, yo no lo sabía.
Al entrar, nos parqueamos mientras ella seguía mamando. Nos bajamos, pagué la habitación, entramos y continuamos la calentura.
Le quité la ropa con ganas, ella mantenía un rostro entre excitada y asustada. Contemplé su fragil cuerpo y sus senos nacientes. Le dije, tranquila que solo la vamos a pasar bien. La miré completa y parecía la hija de la vecina, una estudiante de colegio o una adolescente que carga sensualidad e inocencia, y eso me gustó.
Quité mi ropa, quedé en bóxer y le pedí que me los quitara, ella traía unos cucos de pura jovenzuela adolescente. Con sus lentes puestos, se acercó a mí verga ya erecta, la miró con deseo y ganas, y sin vacilar, se la metió toda, a la boca, sus dientes me rasparos, así que sujeté con fuerza su cabello y le dije que abriera más la boca.
Ante el regaño, adoptó una posición sumisa, al ver eso le fui ordenando una serie de acciones que involucraban su curiosa y juguetona lengua.
Te voy a someter, le dije, bueno, respondió ella sin ningún reparo.
Le ordené que se pusiera en cuatro, que con sus manos abriera el culo y miré, con atención y morbo, hace mucho tiempo no me encontraba con alguien sumisa, entonces le di algunas nalgadas y ella, agradecía. Empecé a someterla, se quejaba mientras con cada golpe apetaba los labios de arriba, y mojaba los de abajo.
No aguanté más y con condón puesto la penetré con fuerza, quité la correa del pantalon y amarré sus manos en la espalda, y le di con fuerza mientras golpeaba sus nalgas.
Jugar al dominante y la sumisa requiere técnica, arte y destreza, pero yo estaba algo oxidado, así que me puse a improvisar y recordar.
Fue delicioso, placentero, excelente. Mientras las demás ofrecen varias, esta joven señorita me dejaba someterla y calmar mis más oscuros deseos.
Le ordené que de rodillas en el suelo me masturbara mientras yo, sentado al borde de la cama, agarraba su pelo con fuerza, le dije que suplicara por mi semen en su cara, al tiempo que debía jemir.
Fue una eyaculación poderosa, sentí que me ordeñó desde adentro y cuando miré su rostro, le dije que no se podía limpiar. Me puse de pie, me bañé y ella seguía ahí, quieta, sin moverse. Fue interesante.
Luego se bañó, nos acostamos en la cama, nos arrunchamos, hablamos y reímos, hubo caricias besos, comentarios y sugerencias.
Al final le di el dinero y por el servicio extra le dí más plata, así vale la pena pagar.
Ella me autorizó a entregar su número, pero no sé, tengo dudas, algunos son tacaños y otros no entienden el arte de la dominación.
De camino a casa le tomé una foto en el carro, casi nos quedamos de nuevo haciendo locuras ahí.
1) Nombre de la Escort: Lolita (me reservo el nombre)
2) Estilo de Trabajo: casera
3) Edad: unos 19 años
4) Color de Piel: blanca
5) Estatura: como 1.55
6) Cara: bonita
7) Senos: pequeños
8) Cola: redonda
--- Otros Detalles
9) Aseo y Bioseguridad: se baña
10) Calidad del Oral: delicioso
11) Tarifa: 200 mil pesos sin límite de tiempo
12) Lugar del Encuentro: melendez
13) ¿Es como las Fotos?: es mejor en persona
14) Calificación Final del Servicio: 10 de 10
15) Comentario General:
16) Teléfono y/o Enlace Web del Anuncio:
Seré breve. Mi principal fetiche está en las "caseras", y hoy, me comí a una deliciosa Lolita con quién jugamos al dominante y la sumisa. Un polvo tan rico que se me pone dura con tan solo recordar.
En una página logré contactar a una mujer muy joven, acaba de cumplir 19 años. Hablamos por chat, le dije lo que buscaba y ella aceptó. Me dijo que pasara por ella a Melendez, fui y la esperé en frente a la iglesia. Cuando la vi a lo lejos me sentí exitado. Venía demasiado casual; dos colitas en su pelo, sin maquillaje, solo labial en su boca, una blusa, un pantalón deportivo y un bolso pequeño y unos lentes que la hacian lucir joven, inocnete y perversa. Se subió al carro, nos saludamos y luego de un par de palabras le pedí un beso para ir entrando en confianza.
Al principio fue simple y normal, sin pasión, pero luego de unos segundos, nos besabamos como dos adolescentes descubiendo el placer en la boca.
Nos prendimos tanto que metí mi mano por su pantalón y ya estaba húmeda. Al sacarla el olor a sexo y sudor inundó el carro, tomé su mano la mano la puse en mi verga y eso la puso más caliente, me sobó, apretó y agarró con ganas.
Vamos al motel le dije, prendí en carro, solté el botón del pantalón y la correa, desnudé mi verga, miré a la joven y le dije: chupala mientras llegamos. Ella sonrió y comenzó un oral delicioso y baboso.
Yo di varias vueltas antes de llegar al motel que quedaba a dos cuadras de la iglesia. Sí, en meléndez hay un motel, yo no lo sabía.
Al entrar, nos parqueamos mientras ella seguía mamando. Nos bajamos, pagué la habitación, entramos y continuamos la calentura.
Le quité la ropa con ganas, ella mantenía un rostro entre excitada y asustada. Contemplé su fragil cuerpo y sus senos nacientes. Le dije, tranquila que solo la vamos a pasar bien. La miré completa y parecía la hija de la vecina, una estudiante de colegio o una adolescente que carga sensualidad e inocencia, y eso me gustó.
Quité mi ropa, quedé en bóxer y le pedí que me los quitara, ella traía unos cucos de pura jovenzuela adolescente. Con sus lentes puestos, se acercó a mí verga ya erecta, la miró con deseo y ganas, y sin vacilar, se la metió toda, a la boca, sus dientes me rasparos, así que sujeté con fuerza su cabello y le dije que abriera más la boca.
Ante el regaño, adoptó una posición sumisa, al ver eso le fui ordenando una serie de acciones que involucraban su curiosa y juguetona lengua.
Te voy a someter, le dije, bueno, respondió ella sin ningún reparo.
Le ordené que se pusiera en cuatro, que con sus manos abriera el culo y miré, con atención y morbo, hace mucho tiempo no me encontraba con alguien sumisa, entonces le di algunas nalgadas y ella, agradecía. Empecé a someterla, se quejaba mientras con cada golpe apetaba los labios de arriba, y mojaba los de abajo.
No aguanté más y con condón puesto la penetré con fuerza, quité la correa del pantalon y amarré sus manos en la espalda, y le di con fuerza mientras golpeaba sus nalgas.
Jugar al dominante y la sumisa requiere técnica, arte y destreza, pero yo estaba algo oxidado, así que me puse a improvisar y recordar.
Fue delicioso, placentero, excelente. Mientras las demás ofrecen varias, esta joven señorita me dejaba someterla y calmar mis más oscuros deseos.
Le ordené que de rodillas en el suelo me masturbara mientras yo, sentado al borde de la cama, agarraba su pelo con fuerza, le dije que suplicara por mi semen en su cara, al tiempo que debía jemir.
Fue una eyaculación poderosa, sentí que me ordeñó desde adentro y cuando miré su rostro, le dije que no se podía limpiar. Me puse de pie, me bañé y ella seguía ahí, quieta, sin moverse. Fue interesante.
Luego se bañó, nos acostamos en la cama, nos arrunchamos, hablamos y reímos, hubo caricias besos, comentarios y sugerencias.
Al final le di el dinero y por el servicio extra le dí más plata, así vale la pena pagar.
Ella me autorizó a entregar su número, pero no sé, tengo dudas, algunos son tacaños y otros no entienden el arte de la dominación.
De camino a casa le tomé una foto en el carro, casi nos quedamos de nuevo haciendo locuras ahí.