villaseca
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Aca las dejo la siguiente entrega...
Alejandra, la hija del pastor
Cómo seguramente les pasó a muchos jóvenes de los 2000, yo también me engome con las famosas salas de chat.
Aunque al comienzo todo era tierno, pronto aprendería que serían un excelente espacio para levantar mujeres.
Tal vez la primera experiencia caliente que se dió por chat, por lo menos que recuerde, fué Alejandra. Y la recuerdo con morbo pues era la hija de un pastor cristiano, muy conocido ahora, que en esa época estaba apenas iniciando.
Alejandra parecía una muñeca de porcelana. Cabello negro largo y brillante, piel blanca absolutamente perfecta. Un cuerpo esbelto. Ojos negros preciosos. Tenia 17 años cuando iniciamos a chatear.
Por un mes nos "cuadramos" via chat, nos llamábamos y nos teníamos apodos. Pero nunca coincidimos para una cita en persona. Hasta un día, aburrida me contó que sus papás se habían ido de retiro espiritual y a ella le había tocado quedarse supervisando cultos.
"Cuando quieras te acompaño" le dije. Aceptó de una. Alejandra vivía en un conjunto cerrado. Para evitar suspicacias, me anuncié en el apartamento de una amiga de ella, donde Alejandra me esperaba. Al verla, era increíblemente hermosa, pero muy tímida. Se ponía roja por todo.
Estuvimos horas jugando parques, monopolio, escuchando música. Cuando fui a salir, llevé a Alejandra a su apartamento. Entonces me dió un delicioso beso y entró... Interesante, pensé.
El día siguiente fuí a almorzar con ella. Nos encontramos en un parque cerca a su casa. Al vernos me abrazo, y nos dimos un rico beso. Entonces sentí la lengua de Alejandra jugando en mi boca. Sus manos apretaban nuestros cuerpos. Con 18 años y muchas hormonas, la erección fue inmediata. Alejandra empezó a mover sus caderas mostrando su exitacion... Vamos a tu casa... Le dije exaltado... "No podremos, hay cámaras" me decía mientras sus manos entraban a mi pantalón. En una silla de parque, mientras ella mamaba mi pene yo le daba dedo sintiéndola mas y mas mojada.... Debimos disfrutar un buen rato... Hasta que empezó a llegar demasiada gente.... "Mañana ven" me dijo Alejandra.
Al otro día fui cumplido...
Alejandra me esperaba dónde su amiga... Entra rápido que mis papás ya llegaron... Corriendo a escondidas entramos al apartamento. La amiga nos entró a su cuarto y salió "a comprar comida". Su mama veía televisión en el cuarto al lado. Apenas estuvimos solos nos besamos insaciables mientras nos desnudamos. Alejandra era bellísima. Ya desnuda, me masturba un poco mientras le meto dos dedos. Después se acuesta, invitandome. La beso apasionadamente mientras mi pene entra fácilmente por su humedad... Lo hago suave, ella es virgen, estrecha. Deliciosa.
Después ella se hace sobre mi y salta un poco. Creo que llega al orgasmo. Yo estoy a punto de venirme. Lo saco y ella me masturba hasta hacerme venir... Nos vestimos. Me besa. Y quedamos de salir luego.
Dos días después me presenta a su familia. Les caigo muy mal. La presionan por terminarme. Ella se angustia. Aunque repetimos una o dos veces más, finalmente decide que terminemos...
La idea de conocer una mujer así, que exista química y terminemos en la cama me volvía tan loco como las putas. Seguiría buscando y encontraría mas experiencias....
Alejandra, la hija del pastor
Cómo seguramente les pasó a muchos jóvenes de los 2000, yo también me engome con las famosas salas de chat.
Aunque al comienzo todo era tierno, pronto aprendería que serían un excelente espacio para levantar mujeres.
Tal vez la primera experiencia caliente que se dió por chat, por lo menos que recuerde, fué Alejandra. Y la recuerdo con morbo pues era la hija de un pastor cristiano, muy conocido ahora, que en esa época estaba apenas iniciando.
Alejandra parecía una muñeca de porcelana. Cabello negro largo y brillante, piel blanca absolutamente perfecta. Un cuerpo esbelto. Ojos negros preciosos. Tenia 17 años cuando iniciamos a chatear.
Por un mes nos "cuadramos" via chat, nos llamábamos y nos teníamos apodos. Pero nunca coincidimos para una cita en persona. Hasta un día, aburrida me contó que sus papás se habían ido de retiro espiritual y a ella le había tocado quedarse supervisando cultos.
"Cuando quieras te acompaño" le dije. Aceptó de una. Alejandra vivía en un conjunto cerrado. Para evitar suspicacias, me anuncié en el apartamento de una amiga de ella, donde Alejandra me esperaba. Al verla, era increíblemente hermosa, pero muy tímida. Se ponía roja por todo.
Estuvimos horas jugando parques, monopolio, escuchando música. Cuando fui a salir, llevé a Alejandra a su apartamento. Entonces me dió un delicioso beso y entró... Interesante, pensé.
El día siguiente fuí a almorzar con ella. Nos encontramos en un parque cerca a su casa. Al vernos me abrazo, y nos dimos un rico beso. Entonces sentí la lengua de Alejandra jugando en mi boca. Sus manos apretaban nuestros cuerpos. Con 18 años y muchas hormonas, la erección fue inmediata. Alejandra empezó a mover sus caderas mostrando su exitacion... Vamos a tu casa... Le dije exaltado... "No podremos, hay cámaras" me decía mientras sus manos entraban a mi pantalón. En una silla de parque, mientras ella mamaba mi pene yo le daba dedo sintiéndola mas y mas mojada.... Debimos disfrutar un buen rato... Hasta que empezó a llegar demasiada gente.... "Mañana ven" me dijo Alejandra.
Al otro día fui cumplido...
Alejandra me esperaba dónde su amiga... Entra rápido que mis papás ya llegaron... Corriendo a escondidas entramos al apartamento. La amiga nos entró a su cuarto y salió "a comprar comida". Su mama veía televisión en el cuarto al lado. Apenas estuvimos solos nos besamos insaciables mientras nos desnudamos. Alejandra era bellísima. Ya desnuda, me masturba un poco mientras le meto dos dedos. Después se acuesta, invitandome. La beso apasionadamente mientras mi pene entra fácilmente por su humedad... Lo hago suave, ella es virgen, estrecha. Deliciosa.
Después ella se hace sobre mi y salta un poco. Creo que llega al orgasmo. Yo estoy a punto de venirme. Lo saco y ella me masturba hasta hacerme venir... Nos vestimos. Me besa. Y quedamos de salir luego.
Dos días después me presenta a su familia. Les caigo muy mal. La presionan por terminarme. Ella se angustia. Aunque repetimos una o dos veces más, finalmente decide que terminemos...
La idea de conocer una mujer así, que exista química y terminemos en la cama me volvía tan loco como las putas. Seguiría buscando y encontraría mas experiencias....
