Repetir un servicio con una meretriz siempre tiene su complejidad -al menos yo lo veo así-, muchos factores intervienen en ese momento de elegir que degustar nuevamente. Por ejemplo, que en la ciudad estén escasos las buenas atenciones o calidad de servicios.
El dia de ayer me hallaba deambulando por el norte de la ciudad -soy malo recordando direcciones así que diré lugares como referencia- mas exactamente en el parque sagrado corazón o santo cachón para los mas veteranos residentes en Barranquilla.
Tras ya una semana de ocio tras casi un mes partiendome literalmente las plantas de los pies en un trabajo poco remunerado por quince horas diarias de pie como garza en charca, quise finalmente volver a darme un gusto, desde inicios de año no acudia a las atenciones que una cortesana ofrece por lo cual emprendí mi trayecto al lugar que siempre -desde octubre del año pasado que lo descubrí- cumple en calidad y atención al cliente.
En resumidas cuentas me reservaré toda la narración del trayecto desde el lugar ya mencionado en donde me hallaba al norte de la ciudad, hasta el spa de Lorena que si mal no recuerdo es la Cra 38 con calle 69 aledaño al restaurant LAS ROCAS.
Solo haré mención que algo curioso me sucedió en tal trayecto, cuando recordando viejas experiencias en la casa donde en su momento llegó a atender la flaca Mafe, absorto en tales pensamientos, en un momento del recorrido justo fue a dar a la calle que desembocaba en todo el frente de dicha vivienda; desolada, triste e invadida de hojas y tierra en su terraza, solo logré avistar de lejos un candado colocado en la reja que escudaba una puerta tan herméticamente cerrada que otorgaban a la escena un aire de olvido y nostalgia.
¿Sería impresión mía por lo visto o siguen impartiendo servicios en tal lugar abandonado ante la primera impresión de cualquier transeunte?
Al arribar finalmente al spa de Lorena mi primera sorpresa es encontrarme rodeado de infinidad de caras nuevas con dos o tres excepciones; chicas que jamás había visto colmaban los sofá de la sala de estar con sus gratas y eróticas sonrisas, como una invitación a tomar sus servicios.
Maraya me pondría al día respecto a tan abrupto cambio de personal -la mayoría buscó otros horizontes, sería su explicación-, y sin perder mas tiempo pregunté por aquélla que tenía en mi mente, pero por momentos dudando ante tan amplió campo de flores dispuestas a ser tratadas por mis manos expertas en jardín.
Lamentablemente Luna se hallaba atendiendo un karaoke que se extendería a concierto por cuatro largas horas. Por ello, el trio que una vez mas traía en mente, fue nuevamente malogrado e infructuoso.
Pasados unos minutos pedí usar el baño para vaciar mi vejiga, así de paso podría cavilar mas honda y serenamente que resolución tomar.
Una vez de regreso a la sala, veo a aquélla que en Enero me había atendido: pelo largo y oscuro delgada, curvilinea y con retaguardia destacable. Este bombón atrajo inmediatamente mi atención, me senté a su lado, y sin mediar palabras toqué su cintura y le indiqué con un movimiento de cabeza que una vez sería la elegida.
Abro un paréntesis respecto al anterior encuentro con Bombón, ella en pocas palabras, tiene un dominio rotundo y fulminante de sus caderas. Aunque niegue ejercitarse, un talento como ese no lo consigue cualquiera sin algo de ejercicio, por lo menos ocasional. Cierro paréntesis.
Entramos a la alcoba, nos desnudamos, y por un capricho mío le pedí encender la T.V. para ver algo de porno, pero, una vez deambulando de película en película, lo reiterativo y genérico ya conocido de las mismas me hizo declinar mi pedido a los cinco minutos. Tenía en vivo y directo a una Venus dispuesta a complacerme.
Un oral de mi parte hacía ella abriría la contienda, conociendo lo sucedido en el anterior encuentro, mi idea era extender mas su furor para así mas adelante probar mi resistencia frente a sus cabalgadas constantes y resueltas; mi lengua exploraba cada parte de su concavidad vaginal, sus paredes, escasos pliegos, clítoris e himen eran bañados con mi saliva tan brillante por la luz.
La poca iluminación del cuarto no solo otrogaban al ambiente un erotismo mas vivido, sino que, además resaltaban mas su feminidad bañada por mi lengua. Pronto su humedad era mas que notoria, al igual que mi palpitante miembro que había sido mas que paciente durante los diez o doce minutos aproximados que se prolongaría mi cunnilinguos; excitado como un potro desdomado, como un buey embrabecido, como un burro iracundo. Le pedí pasar de inmediato al lecho, ella con gran agilidad dejó la silla y regresó a la cama, me colocó rápidamente el preservativo y procedió a mostrarme dos alternativas a la tan conocida posición de la COWGIRL EN REVERSA. Mis piernas abiertas, mientras las suyas encima, nos otorgaba dominio de dicha posición a ambos(a diferencia a la usual que releva al hombre a solo resistir los sentones de la fémina)
Ella me cabalgaba: ARRIBA, CADERA A IZQUIERDA Y DERECHA, DERECHA E IZQUIERDA, ABAJO. . .
Mientras yo en cada ascenso suyo la penetraba lo poco que me permitía el aprisionamiento de mi entre pierna -exacto, no te da tanta libertad al final de cuentas, era una trampa-. Atrapado a su merced, procedí a seguir embistiendola para evitar que ella dominará la situación y, a la vez, procurar no correrme tan pronto por la sensibilidad que ya de por si traían mis piernas por la excursión realizada.
Calculo que dicha posición no duraría mas que unos cinco o seis minutos en los cuales logré salir victorioso a pesar del constante baile de caderas y retaguardia que mis ojos disfrutaban, mientras mi pene enloquecia en su interior.
Pasamos a otra en donde manteniendo mi posición, ella se colocaba en cuclillas como dispuesta a hacer sentadillas sobre mi miembro. Yo esperando lo inevitable, grababa una melodía en mi mente que me sirviera para mantenerme lúcido y no perder la batalla.
Inicia una vez mas, pero esta vez con mayor estrépito y fogosidad, como una loba en celo ascendía y descendia en sentones que dejaban marcados sus gluteos en mi. La intensidad aumentaba y yo, solo podía seguir con mi ejercicio mental:
Quítate de la vía perico
Que ahí viene el tren, quítate perico. . .
Se detuvo, posiblemente algo exhausta por el esfuerzo y yo temblando de la cintura para abajo.
Ella sonríe y entonces me pide que descansara las piernas para pasar a la ya conocidad cabalgata.
Yo, que ya sabía que una vez posicionara en reposo ambas piernas sobre el lecho, era solo cuestión que ella se subiera y diera unos contoneos de cintura para. .
Así ocurrió, ahí no valió melodía alguna, y curioso, que al quinto senton-lo máximo que mis esfuerzos de flaqueza lograron perpetuar el momento- en mi mente se reproducía justo:
Perico Perico Perico Perico Perico
Perico Perico Perico Perico Perico por sordo
Lo mato el tren el pobre Perico.
Los otros veinte o quince minutos de la hora pedida los pasamos hablando de temas varios relacionados a su profesión.
Como clientes particulares o muy enigmáticos.
Hey @Dey como se alegra al uno mencionarte.
Su tiempo en dicha profesión, etcétera.
Finalmente me otorgaron el nuevo beneficio tras cada servicio. Consiste en explotar algún globo que escojas y te ganas un premio que puede variar.
A mi me tocó beso con tres chicas, pero como llevaba prisa y me daba vergüenza poner a las chicas no escogidas para ello. Preferí dejarlo para otra oportunidad.
El dia de ayer me hallaba deambulando por el norte de la ciudad -soy malo recordando direcciones así que diré lugares como referencia- mas exactamente en el parque sagrado corazón o santo cachón para los mas veteranos residentes en Barranquilla.
Tras ya una semana de ocio tras casi un mes partiendome literalmente las plantas de los pies en un trabajo poco remunerado por quince horas diarias de pie como garza en charca, quise finalmente volver a darme un gusto, desde inicios de año no acudia a las atenciones que una cortesana ofrece por lo cual emprendí mi trayecto al lugar que siempre -desde octubre del año pasado que lo descubrí- cumple en calidad y atención al cliente.
En resumidas cuentas me reservaré toda la narración del trayecto desde el lugar ya mencionado en donde me hallaba al norte de la ciudad, hasta el spa de Lorena que si mal no recuerdo es la Cra 38 con calle 69 aledaño al restaurant LAS ROCAS.
Solo haré mención que algo curioso me sucedió en tal trayecto, cuando recordando viejas experiencias en la casa donde en su momento llegó a atender la flaca Mafe, absorto en tales pensamientos, en un momento del recorrido justo fue a dar a la calle que desembocaba en todo el frente de dicha vivienda; desolada, triste e invadida de hojas y tierra en su terraza, solo logré avistar de lejos un candado colocado en la reja que escudaba una puerta tan herméticamente cerrada que otorgaban a la escena un aire de olvido y nostalgia.
¿Sería impresión mía por lo visto o siguen impartiendo servicios en tal lugar abandonado ante la primera impresión de cualquier transeunte?
Al arribar finalmente al spa de Lorena mi primera sorpresa es encontrarme rodeado de infinidad de caras nuevas con dos o tres excepciones; chicas que jamás había visto colmaban los sofá de la sala de estar con sus gratas y eróticas sonrisas, como una invitación a tomar sus servicios.
Maraya me pondría al día respecto a tan abrupto cambio de personal -la mayoría buscó otros horizontes, sería su explicación-, y sin perder mas tiempo pregunté por aquélla que tenía en mi mente, pero por momentos dudando ante tan amplió campo de flores dispuestas a ser tratadas por mis manos expertas en jardín.
Lamentablemente Luna se hallaba atendiendo un karaoke que se extendería a concierto por cuatro largas horas. Por ello, el trio que una vez mas traía en mente, fue nuevamente malogrado e infructuoso.
Pasados unos minutos pedí usar el baño para vaciar mi vejiga, así de paso podría cavilar mas honda y serenamente que resolución tomar.
Una vez de regreso a la sala, veo a aquélla que en Enero me había atendido: pelo largo y oscuro delgada, curvilinea y con retaguardia destacable. Este bombón atrajo inmediatamente mi atención, me senté a su lado, y sin mediar palabras toqué su cintura y le indiqué con un movimiento de cabeza que una vez sería la elegida.
Abro un paréntesis respecto al anterior encuentro con Bombón, ella en pocas palabras, tiene un dominio rotundo y fulminante de sus caderas. Aunque niegue ejercitarse, un talento como ese no lo consigue cualquiera sin algo de ejercicio, por lo menos ocasional. Cierro paréntesis.
Entramos a la alcoba, nos desnudamos, y por un capricho mío le pedí encender la T.V. para ver algo de porno, pero, una vez deambulando de película en película, lo reiterativo y genérico ya conocido de las mismas me hizo declinar mi pedido a los cinco minutos. Tenía en vivo y directo a una Venus dispuesta a complacerme.
Un oral de mi parte hacía ella abriría la contienda, conociendo lo sucedido en el anterior encuentro, mi idea era extender mas su furor para así mas adelante probar mi resistencia frente a sus cabalgadas constantes y resueltas; mi lengua exploraba cada parte de su concavidad vaginal, sus paredes, escasos pliegos, clítoris e himen eran bañados con mi saliva tan brillante por la luz.
La poca iluminación del cuarto no solo otrogaban al ambiente un erotismo mas vivido, sino que, además resaltaban mas su feminidad bañada por mi lengua. Pronto su humedad era mas que notoria, al igual que mi palpitante miembro que había sido mas que paciente durante los diez o doce minutos aproximados que se prolongaría mi cunnilinguos; excitado como un potro desdomado, como un buey embrabecido, como un burro iracundo. Le pedí pasar de inmediato al lecho, ella con gran agilidad dejó la silla y regresó a la cama, me colocó rápidamente el preservativo y procedió a mostrarme dos alternativas a la tan conocida posición de la COWGIRL EN REVERSA. Mis piernas abiertas, mientras las suyas encima, nos otorgaba dominio de dicha posición a ambos(a diferencia a la usual que releva al hombre a solo resistir los sentones de la fémina)
Ella me cabalgaba: ARRIBA, CADERA A IZQUIERDA Y DERECHA, DERECHA E IZQUIERDA, ABAJO. . .
Mientras yo en cada ascenso suyo la penetraba lo poco que me permitía el aprisionamiento de mi entre pierna -exacto, no te da tanta libertad al final de cuentas, era una trampa-. Atrapado a su merced, procedí a seguir embistiendola para evitar que ella dominará la situación y, a la vez, procurar no correrme tan pronto por la sensibilidad que ya de por si traían mis piernas por la excursión realizada.
Calculo que dicha posición no duraría mas que unos cinco o seis minutos en los cuales logré salir victorioso a pesar del constante baile de caderas y retaguardia que mis ojos disfrutaban, mientras mi pene enloquecia en su interior.
Pasamos a otra en donde manteniendo mi posición, ella se colocaba en cuclillas como dispuesta a hacer sentadillas sobre mi miembro. Yo esperando lo inevitable, grababa una melodía en mi mente que me sirviera para mantenerme lúcido y no perder la batalla.
Inicia una vez mas, pero esta vez con mayor estrépito y fogosidad, como una loba en celo ascendía y descendia en sentones que dejaban marcados sus gluteos en mi. La intensidad aumentaba y yo, solo podía seguir con mi ejercicio mental:
Quítate de la vía perico
Que ahí viene el tren, quítate perico. . .
Se detuvo, posiblemente algo exhausta por el esfuerzo y yo temblando de la cintura para abajo.
Ella sonríe y entonces me pide que descansara las piernas para pasar a la ya conocidad cabalgata.
Yo, que ya sabía que una vez posicionara en reposo ambas piernas sobre el lecho, era solo cuestión que ella se subiera y diera unos contoneos de cintura para. .
Así ocurrió, ahí no valió melodía alguna, y curioso, que al quinto senton-lo máximo que mis esfuerzos de flaqueza lograron perpetuar el momento- en mi mente se reproducía justo:
Perico Perico Perico Perico Perico
Perico Perico Perico Perico Perico por sordo
Lo mato el tren el pobre Perico.
Los otros veinte o quince minutos de la hora pedida los pasamos hablando de temas varios relacionados a su profesión.
Como clientes particulares o muy enigmáticos.
Hey @Dey como se alegra al uno mencionarte.
Su tiempo en dicha profesión, etcétera.
Finalmente me otorgaron el nuevo beneficio tras cada servicio. Consiste en explotar algún globo que escojas y te ganas un premio que puede variar.
A mi me tocó beso con tres chicas, pero como llevaba prisa y me daba vergüenza poner a las chicas no escogidas para ello. Preferí dejarlo para otra oportunidad.
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