Tiene usted mucha razón, por eso creo que ella estaba de malas pulgas ese día. Sin embargo, yo sé como actué, la traté muy bien desde el inició, fui detallista, delicado y cariñoso; le hice saber el esfuerzo que hacía por visitarla y fui muy especial con ella. No le mordí, no fui brusco, no soy...